Instalada la iluminación nocturna en el río Manzanares pese a la oposición de ecologistas y 85 científicos

Han llegado las obras de iluminación en el río Manzanares antes que las certezas sobre la autorización ambiental que dice tener el Ayuntamiento de Madrid para iluminar por las noches una parte del cauce del río Manzanares. Las empresas contratadas por Cibeles para este proyecto piloto han comenzado a instalar el cableado, según ha confirmado el Área de Urbanismo, pese a la oposición científica y ambientalista. Ecologistas en Acción le ha confirmado a este diario que preparan acciones legales contra el proyecto, al que se ha opuesto no solo la organización ambientalista, sino 85 científicos e investigadores del CSIC, el Museo Nacional de Ciencias y de varias universidades que han firmado un manifiesto en el que advierten de los posibles efectos que puede tener esa actuación sobre un espacio que está en proceso de renaturalización desde 2016.

El Ayuntamiento de Madrid gastará 950.000 euros en la instalación de 61 proyectores de luces de colores en un tramo de 560 metros en el río Manzanares en inmediaciones a la presa seis, entre el puente Oblicuo y la pasarela de Andorra. Con la inversión, se busca “impulsar el atractivo” del río, “su patrimonio verde” y ofrecer “una experiencia nocturna amable y más segura a vecinos y visitantes”, según una nota de prensa difundida por el Consistorio en mayo y que prendió las alarmas de organizaciones ecologistas y vecinales. “La instalación es escalable para asumir ampliaciones futuras”, ha anunciado Cibeles.

Sobre los estudios ambientales, todos tiran balones fuera. El delegado de Urbanismo, Borja Carabante, ha sostenido en varios momentos que la autorización que les dio la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) cuenta como aval ambiental para seguir adelante. El razonamiento de Carabante es que, si la CHT depende del Ministerio de Transición Ecológica, cualquier autorización que dé implica también una luz verde ambiental. “Si sometemos a consulta al ministerio un proyecto, e informa favorablemente, ¿no habría tenido que informar en contra si fuera un atentado al medio ambiente?”, cuestionó el delegado en el último pleno del Ayuntamiento.

El Ayuntamiento hizo la solicitud en julio de 2022 y la autorización se otorgó en octubre de 2023. Sin embargo, la CHT ha precisado que el aval que dio no es ambiental, sino sobre lo que es su competencia: la gestión y protección del dominio público hidráulico. Para dar la luz verde, la CHT analizó “la potencial afección al cauce o a la capacidad de desagüe del río, así como posibles afecciones a la zona de servidumbre, zona inundable o régimen de corrientes”.

La autoridad hidrográfica ha precisado, además, que antes de dar el aval remitió la documentación del proyecto a la Comunidad de Madrid “a fin de que informase, en materias de su competencia, sobre si las actuaciones pudieran constituir una degradación del medio físico o biológico afecto al dominio público hidráulico y a su entorno, y si deberían someterse a alguna tramitación ambiental reglamentaria”.

Pero no hubo respuesta y, por tanto, la CHT dio la autorización solo en relación con la gestión y protección del dominio público hidráulico. En la resolución de la CHT, facilitada a este diario, efectivamente no figuran evaluaciones ambientales. La Consejería de Ambiente de la Comunidad de Madrid, por su parte, le ha asegurado a este diario que allí “no se ha remitido nada” relacionado con este proyecto.

“No hay informe ambiental”, asegura Santiago Martín Barajas, de Ecologistas en Acción, y anuncia que vendrán acciones legales porque ya distintas organizaciones lo han intentado todo. La periodista Rosa M. Tristán, que publica en la web El Asombrario y colabora en otros medios como La Vanguardia, ha recolectado 48.000 firmas en la plataforma change.org para pedir a Cibeles no intervenir con focos en el río; Más Madrid y el PSOE han llevado preguntas y proposiciones a comisiones y a pleno; la Sociedad Española de Ornitología SEO/Bird Life se ha posicionado en contra; y los vecinos y Ecologistas en Acción han organizado recorridos con expertos para que los ciudadanos entiendan el valor ambiental de la renaturalización. Nada ha conseguido que el Ayuntamiento dé el brazo a torcer.

Unos 85 científicos han firmado un manifiesto contra el proyecto de iluminación y han advertido que si bien el Manzanares está en un entorno urbano, allí se refugian más de 120 especies de avifauna. “La iluminación del interior supondrá una incuestionable intromisión en la vida de estas aves, por tratarse de un grupo muy sensible a la iluminación nocturna. Podría afectar negativamente a su reproducción e incluso podría provocar el abandono del río por parte de algunas especies que precisan tranquilidad, tanto reproductoras como hibernantes”, argumenta el manifiesto. Además, los biólogos y astrofísicos alertan de que esta instalación da un falso mensaje de tranquilidad a la sociedad de que iluminar espacios naturales no tiene costes ambientales.

La “memoria ambiental” de la ‘mascletá'

Para Más Madrid, tampoco es de extrañar que no haya rastro del estudio ambiental y que Cibeles se mantenga inamovible. El partido de oposición denuncia que cuando se hizo la mascletá en Madrid Río no hubo transparencia sobre los estudios de impacto ambiental. Más Madrid solicitó al Ayuntamiento de Madrid el expediente del polémico evento celebrado el 18 de febrero en el que se detonaron 340 kilogramos de pólvora junto al río y, ahora, denuncia que el expediente estaba incompleto. Por ejemplo, el documento que incluye las autorizaciones varias áreas del Ayuntamiento tiene vacíos. Concretamente, al informe ambiental de la dirección General de sostenibilidad y control ambiental, que debía pronunciarse sobre la memoria ambiental del evento, le faltan varias páginas: de la página 347 del expediente salta a la 357 y, luego, el documento continúa directamente con las actas de inspección previa. Un segundo documento contiene la memoria medioambiental del contrato, pero no hace referencia al ecosistema en recuperación en el río Manzanares ni menciona las más de 120 especies de aves que viven en él.

La memoria ambiental en sus 29 páginas solo hace referencia a medidas preventivas de ruidos y vibraciones, emisiones de gases por la quema de pólvora, reciclaje, movilidad sostenible, manejo de basuras, entre otros aspectos. Sobre el ruido, se pide exención para superar los límites acústicos “durante los 10 minutos que aproximadamente dure el lanzamiento de la pirotecnia”. Con respecto a la emisión de gases, reconoce que “no existe margen de actuación para evitar los mismos” pero agrega que “no supone ningún problema grave de emisión de gases ni de partículas en suspensión”. De otro lado, estima que la huella de carbono será de 0,4 toneladas. Madrid Destino se gastó 1.197 euros para redactar la memoria ambiental.

La concejal Rita Maestre ha calificado el documento obtenido como “un expediente incompleto, plagado de irregularidades y sin alusión alguna a la biodiversidad del entorno”. “Lo mismo está pasando ahora con la horterada monumental de colocar focos en el cauce del río. Hemos reclamado el informe ambiental y Almeida da la callada por respuesta. Cero información al respecto, cero transparencia”, ha agregado Maestre.

El Ayuntamiento ha defendido que, como la oposición no demostró que la mascletá había dejado impacto ambiental, tampoco tiene sentido alegar por el proyecto de iluminación. “De la mascletá dijo toda la izquierda que íbamos a acabar con toda la fauna [...] y apareció un pato muerto y la izquierda forense fue a hacer la autopsia y decretó: muerte por mascletá”, dijo, en mofa, el delegado de Urbanismo en el último pleno. “La señora [Reyes] Maroto dijo que las consecuencias de este proyecto son las mismas que las de la mascletá. Lo comparto: el ridículo más estrepitoso de la izquierda”, agregó Carabante.

La obra civil de la iluminación nocturna ha comenzado en pleno verano y en ocho meses estará lista, según el consistorio. Es decir, en 2025, el cauce de este tramo del Manzanares, en el que hoy se ven plantas acuáticas y arbustos entre los que se ocultan aves, lagartijas e insectos, se llenará de luces de colores. Ahora, cuando cae la tarde en la zona, se apaga el sonido de la ciudad y sube el de los animales que viven en el río. Con las últimas luces del día, las gallinetas comunes y los anades reales aprovechan para ocultarse entre el agua oscura y los arbustos y las hierbas para darse el último festín de la jornada. A las 21.40, ahora en verano, cuando finaliza el atardecer, se encienden un par de farolas que iluminan la presa número seis; otras farolas iluminan muy levemente los senderos y las vías ciclistas a los costados del río; el café Andorra, a pocos metros del río enciende sus bombillas; y la parte interna del puente de la pasarela de Andorra emite unas luces verdes. Pero el cauce del río se sume en la oscuridad. Los vecinos quieren que todo siga así y han puesto unos carteles en los muros de contención del río: “No a los focos nocturnos. Respete el descanso de las vecinas”.

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