¿Qué se pueden hacer con casi 12 millones de euros?

No quisiera empezar dándole una mala impresión al lector de este artículo: aquí vamos a hablar de qué se pueden hacer con casi 12 millones de euros dibujados en el presupuesto de un Ayuntamiento (para no complicarnos, como diría Sabina, pongamos que hablo de Madrid).

Con casi 12 millones se cubren el 41,47 % de las subvenciones nominales de ese Ayuntamiento del que hablamos hipotéticamente. Alguien podría decir que le parece excesiva esa cantidad de subvenciones nominales, sin régimen competitivo, pero conviene señalar que entre ellas están las que reciben algunas entidades y asociaciones de tan importante impacto cultural como la Asociación de amigos de la Feria del Libro de la Cuesta de Moyano, el Museo del Prado o el Museo Reina Sofía, además de aquellas que realizan una importantísima labor social como la Fundación del Padre José María Llanos, a la que ninguno de nuestros lectores imagino que les parecerá mal que se subvenciona la gran obra que realiza.

Con casi 12 millones de euros se cubren todas las actuaciones generales contempladas en los Fondos de Reequilibrio Territorial de ese Ayuntamiento. De igual manera, ese importe abarca más del 96% del presupuesto destinado para los Planes Integrales de Barrio. Nadie podrá negar que ese Ayuntamiento (pongamos que hablamos de Madrid) tiene un problema de desigualdad flagrante, donde las necesidades de un barrio respecto a otro y los saltos de renta son tan espectaculares en todos sus Distritos que dejan, en algunos casos, pequeño el salto entre El Paso y Ciudad Juárez, por ponernos un poco cinematográficos.

Sigamos con la solidaridad y el imprescindible equilibrio territorial que se requiere en cualquier buen presupuesto (a no ser que seas un populista descarado o un insolidario de manual, de esos que, supongamos que después de hacer negocios utilizando la contratación pública, se inventan operaciones para defraudar a Hacienda y se compran un piso de un millón de euros en Chamberí). Casi 12 millones de euros cubren más del 20% de los Planes Estratégicos de Reequilibrio Territorial de ese municipio del que estamos hablando. Siguiendo con el supuesto de que hablamos de Madrid, esos 12 millones de euros sirven para cubrir de sobra actuaciones individuales tan destacadas en esos planes estratégicos de reequilibrio territorial como un pabellón deportivo cubierto en San Blas-Canillejas (ocho millones de euros), un centro de mayores en Latina (tres millones de euros), una biblioteca en Carabanchel (5,5 millones), una escuela de música y danza en Vallecas Puente (2,38 millones de euros) o incluso una factoría industrial en Villa de Vallecas (6,55 millones de euros).

Con casi 12 millones de euros se cubren un tercio de las inversiones en protección y seguridad de este municipio del que hablamos, prácticamente es el gasto entero del área delegada de turismo y también equivale a un tercio del gasto en innovación y emprendimiento o del área de deportes

Alguien me dirá, “bueno, es un Ayuntamiento grande, es importante que tenga una buena policía municipal o servicios de seguridad, pero siempre estará la Policía Nacional o los servicios autonómicos que le ayudarán. Autor, es usted un exagerado”. También podría comentar que ejercer competencias en turismo desde lo local en España son ganas de tirar el dinero y que, para innovación, deportes o emprendimiento, ya está la iniciativa privada.

Sería un placer debatir con el lector que piensa así y explicarle la importancia de la aplicación subsidiara de las políticas públicas, principios de gestión que recomiendan que dichas actuaciones anteriormente citadas estén bien dotadas, pero simplemente en este artículo lo que se quiere resaltar es lo que recoge el titular, esto es, qué se puede hacer con 12 millones de euros, explicando, de momento, en que pretende gastarlo un Ayuntamiento con el cual (atención, spoiler) no comparto su línea ideológica ni sus prioridades de gasto.

Pero este querido lector espero que comparta conmigo que tener una buena red de escuelas infantiles sí es algo que un Ayuntamiento debe fomentar y ofrecer. Y en esa esperanza le digo que, con casi 12 millones de euros, se cubre el 20% del contrato de gestión de las escuelas infantiles de ese Ayuntamiento del que llevamos hablando desde hace un rato.

Ese municipio, además, tiene un importante problema de vivienda, con ausencia de mercado público de alquiler y, en bastantes casos, las viviendas del municipio tienen necesidades de rehabilitación que sus habitantes no pueden afrontar. Y ese municipio tiene en marcha un plan de rehabilitación y lo dota con una cantidad de la cual casi 12 millones de euros suponen el 20% de la misma.

A mi entender, el Ayuntamiento de ese municipio no se preocupa lo suficiente en la lucha por la defensa de la igualdad entre los hombres y las mujeres, y en ocasiones parece tímido en la defensa contra la violencia de género. En cualquier caso, en su presupuesto tiene dibujada una línea que se ocupa de dichos temas, de la cual, casi 12 millones de euros suponen el 50% de las actuaciones.

Ya hemos visto lo que suponen casi 12 millones de euros de dinero público y las actuaciones que se pueden realizar con el mismo.

El Ayuntamiento de este municipio del que hablamos (pongamos que hablamos de Madrid) está en un país de la Unión Europea. Y los países de la Unión Europea negocian con la Comisión una senda de déficit, que vuelcan a través de un acuerdo de techo de gasto que se aprueba en las Cortes Generales, previo acuerdo con las Comunidades Autónomas y entidades locales. Pongamos el ejemplo de España: para 2024 se fija para todas las Administraciones Públicas un límite de déficit del 3%.

Continuando con España, el Gobierno de Pedro Sánchez propone, por el interés de fomentar la aplicación de esas políticas subsidiarias que citábamos antes, querido lector, repartir ese déficit favoreciendo a las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, como responsables que son de aplicar aquellas acciones prioritarias que impactan sobre el bienestar ciudadano (políticas sociales, educación, sanidad y otras). Por tanto, y para el caso que nos ocupa, articula una propuesta donde los Ayuntamientos de España pasan de tener obligatoriamente superávit al equilibrio (de un 0,2% PIB nacional de ahorro a no tener que ahorrar).

Bueno, pues eso que nos favorece a todos, llega el partido político que mayor representación territorial tiene en la actualidad y lo tumba en el Senado, donde ostenta mayoría absoluta. Y no una, sino dos veces. ¡Bravo! ¡Qué se fastidien los ciudadanos que gobierno directamente!

Y eso, ¿qué implica para el Ayuntamiento del que venimos hablando desde el principio? Que, en sus gastos no financieros, debe recortar la cantidad equivalente de un 0,2% de sus ingresos no financieros. En el caso de nuestro objeto de análisis, los ingresos no financieros son de más de 5.940 millones de euros, según el presupuesto consolidado (contabilidad SEC 2010), con lo que la cantidad a recortar es de 11,9 millones de euros (los casi 12 de los que hemos hablado en todo momento).

Esta situación viene agravada en este Ayuntamiento porque el desfase entre los gastos no financieros y los ingresos no financieros ya venía con déficit arrastrado de un importe de casi 26 millones de euros.

En este Ayuntamiento, el partido que lo gobierna es el mismo que ha bloqueado en el Senado el techo de gasto que favorecía a los ayuntamientos de todo el país. Lo normal, en estos casos, sería que el alcalde de este municipio (pongamos que hablamos de Madrid) hubiera salido a defender el interés de todos sus ciudadanos. No se espera que tal cosa ocurra. De igual manera que tampoco nos dirá a cuáles de todas las actuaciones descritas en este artículo (u otros igual de importantes y claves) serán las que sufran el hachazo para poder cumplir el superávit obligatorio que ha impuesto unilateralmente el partido al que pertenece.

¿Lo adivinan? Sí, todo el rato hablamos de Madrid.

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