Madrid inaugurará el nuevo memorial al 11-M en vísperas del 20° aniversario de la matanza
El 10 y 11 de marzo se proyectará un haz de luz hacia el cielo para honrar a los 193 fallecidos y a los más de 2.000 heridos en los atentados
Madrid tendrá un nuevo memorial para conmemorar los 20 años de los atentados del 11-M. El próximo domingo 10 de marzo, la Comunidad de Madrid inaugurará uno nuevo para recordar a los 193 fallecidos y los más de 2.000 heridos de los atentados. Será un recinto subterráneo de 2.000 metros cuadrados ―de los que, por ahora, solo serán visitables 1.200 metros cuadrados― que se ubicará justo bajo la rotonda donde estaba el anterior monumento, que fue retirado por las obras de ampliación de la línea 11 del metro. En la inauguración, se encenderá un haz de luz azul que se proyectará hacia el cielo para honrar a las víctimas. La proyección se volverá a ver el lunes 11 de marzo.
El memorial subterráneo, como ya se había anunciado en julio, tendrá las paredes de color azul cobalto, el color elegido por las Asociaciones de Víctimas, y llevarán grabados los nombres de los fallecidos y algunas de las frases que se habían escrito en el anterior monumento. En los muros se podrán leer mensajes como “no a la violencia”, “todos íbamos en ese tren”, “nunca os iréis del todo” o “no hay camino para la paz, la paz es el camino”.
También se recogerán en el recinto textos en euskera, catalán, inglés, francés, portugués, árabe, ucraniano, rumano, polaco, búlgaro y georgiano. Sin embargo, sigue sin conocerse cómo será la proyección del memorial en la superficie. La Comunidad asegura que, durante la planeación y construcción del proyecto, se ha mantenido comunicación con las asociaciones de víctimas.
El anterior monumento a las víctimas del 11-M fue inaugurado en 2007 y consistía en un enorme cilindro de ladrillos de vidrio de 11 metros de altura que contenía la sala Vacío Azul, donde se leían los mensajes escritos tras los atentados. Ese espacio subterráneo tenía 440 metros cuadrados.
El memorial, sin embargo, atravesó varios momentos críticos por problemas de mantenimiento. En 2015, EL PAÍS reveló un informe en el que se comprobaba que el consistorio no había abonado recursos para el mantenimiento entre 2008 y 2013, que el sistema de climatización no funcionaba, que había goteras y que se habían desprendido elementos del cilindro. Luego, en 2023, comenzó el desmonte del cilindro como parte de la preparación de la zona para las obras de ampliación de la línea 11.
A finales de febrero de este año, además, el Ayuntamiento anunció que los ladrillos de vidrio del cilindro serían entregados a asociaciones de víctimas y ciudadanos que deseen tener las piezas. La delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, explicó durante el pleno del 27 de febrero, que consideraban que “era una buena forma de continuar recordando y honrando a las víctimas y de preservar la memoria de lo ocurrido aquel 11 de marzo”.
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