Madrid registra 12.011 contagios de gripe en la última semana, pero Ayuso no ve necesaria la mascarilla en hospitales

La tradición madrileña por estos días, más que un buen cocido, es un frecuente estornudo. Esta realidad palpable en la calle se refleja en el último boletín epidemiológico de la Comunidad publicado este miércoles, que informa de 12.011 contagios de gripe en la primera semana del año, una cifra que apenas llegaba a los 2.000 casos en el mismo periodo de 2023. Este número de infecciones representa una tasa de 178 ciudadanos con gripe por cada 100.000 habitantes, una estimación que rebasa con creces el umbral epidémico situado en 25 contagios por cada 100.000 habitantes y que supone un incremento del 6% respecto a la semana pasada. En este contexto, la consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha llamado a la calma este miércoles al asegurar que “la tendencia es que el virus va a bajar”, pese a que las hospitalizaciones van en aumento. Algunas asociaciones de médicos y científicos piden no bajar la guardia ante la saturación del sistema y piden tomar medidas para amortizar los contagios.

El nuevo informe epidemiológico se ha publicado el mismo día en que comienza a regir el decreto del Ministerio de Sanidad que ordena el uso obligatorio de mascarilla en centros hospitalarios, una medida a la que se ha opuesto, entre otros gobiernos regionales, la Comunidad de Madrid. Matute ha insistido: “Nos oponemos a esta decisión improvisada y sin rigor”. Sin embargo, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha insistido en la mascarilla obligatoria que considera como “la medida mínima básica” y ha enfatizado en que está sustentada en un criterio científico.

Paralelamente, la Asociación Madrileña de Salud Pública refuta la postura del Gobierno regional, a través de su portavoz, Fernando García López, quien afirma que Madrid está “en la fase de crecimiento de la epidemia”. Respalda esta afirmación en el aumento de las hospitalizaciones que, según el boletín, fue del 23%, con especial afectación a los mayores de 80 años, el grupo etario con mayor tasa de defunción por este tipo de contagios. “Se trata de una epidemia grave, con mucha hospitalización”, zanja García en un comunicado, en el que precisa que el uso de la mascarilla “sí es recomendable en los centros sanitarios en donde la circulación de la gripe es mayor”.

Las imágenes de los hospitales saturados en Madrid han corrido como la pólvora desde la semana pasada. Preguntada por esto durante la rueda de prensa de este miércoles, Matute ha confirmado este desborde: “Hay un aumento de la frecuentación (de los centros de salud) y, como no tenemos suficientes profesionales, se tensionan los servicios de urgencias”. Que no haya médicos en Madrid no es ninguna novedad: en 18 centros de salud falta la mitad de los médicos, un lastre ya de por sí pesado en temporada normal, pero insostenible ante una epidemia como la actual.

La asociación de especialistas ha señalado además que “la incidencia real (de las enfermedades respiratorias) parece ser mayor que lo que refleja el boletín epidemiológico de la Comunidad de Madrid” y se basan en la alta positividad de las pruebas de gripe tomadas en la atención primaria, reflejadas en el último informe del Sistema de vigilancia de infección respiratoria aguda (SIVIRA). El documento precisa que la Comunidad de Madrid tiene un índice de positividad para la gripe en 16,7%, la más alta de todas las comunidades, a excepción de Melilla. Una positividad alta, explica García, significa “que muchos casos no se diagnostican”. Este factor no se tiene en cuenta en el boletín epidemiológico de la Comunidad.

La gráfica de esta semana muestra una leve matización de la línea vertiginosa en ascendencia que se disparó a partir de la mitad de diciembre. Esto augura que el techo de esta ola de contagios se acerca, aunque Matute advierte de la posibilidad de “un repunte con el ingreso al colegio y a los trabajos”, tras el periodo vacacional.

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