Regresa la Puerta de Alcalá tras 11 meses de trabajos de restauración

Han vuelto los turistas y las fotos de postal frente a la Puerta de Alcalá, que había sido cubierta por una enorme lona en julio de 2022. Este lunes se ha retirado el último andamio que revelaba el resultado de los trabajos de restauración que le han costado a la ciudad 3,1 millones de euros y que han rescatado un monumento en un avanzado estado de deterioro, como demostró un estudio del Ayuntamiento de Madrid el diciembre pasado. Marta Rivera de la Cruz, Delegada del Área de Cultura, ha asegurado, en una sesión informativa, que al final de esta semana se pondrá frente a la Puerta el tradicional Belén. “También se va a preparar un programa de vigilancia e intervenciones más constante para evitar trabajos tan complicados como los que se han hecho hasta ahora”, ha añadido. La Puerta de Alcalá tendrá, ahora, un sistema de monitorización. “Será para ver, en este primer año, si todo lo que hemos hecho es correcto o no. Si hay algo que se mueva, alguna fisura... queremos enterarnos los primeros”, ha mencionado Blanca Mora, Jefa de Servicio de Restauración y Patrimonio Histórico de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento.

Sin embargo, la delegada de Cultura no ha tocado el tema de la restricción al tráfico y la contaminación ambiental, dos de los factores que habían afectado al emblema patrimonial. “Ahí ya no puedo entrar. Es un tema de tráfico y no me siento ni mucho menos competente”, ha dicho la delegada. El sitio web oficial del proyecto de restauración detalla que “el tráfico rodado envejece de forma prematura la piedra y altera su aspecto con una pátina de suciedad y ennegrecimiento” y que la contaminación favorece la humedad interna en la piedra que puede terminar en el desprendimiento de placas.

El proyecto de intervención integral ha sido “uno de los más intensivos” desde su construcción en el siglo XVIII, de acuerdo con la Jefa de Servicio de Restauración. La Puerta de Alcalá ha tenido al menos 10 intervenciones en toda su historia: la primera, en 1869 y la última, en 2014. Los arquitectos y restauradores identifican la de 1992 como la última actuación importante. El proyecto actual comenzó en 2022 con una serie de estudios que costaron 168.000 euros e incluyeron técnicas como el escaneado y modelado 3D a partir del vuelo de drones, investigación documental y pruebas de laboratorio para probar tratamientos de limpieza. “No se ha dado un paso sin comprobar en laboratorio que lo que estábamos decidiendo era lo adecuado. También hemos hecho un modelado tridimensional de la Puerta y de los grupos escultóricos”, ha descrito Mora.

Los estudios previos revelaron que el granito y la caliza de Colmenar de Oreja, los dos tipos de piedras que conforman el documento, estaban deteriorados y que los vástagos, grapas y refuerzos metálicos de las esculturas tenían un alto grado de corrosión. Además, se comprobó que la cubierta de plomo –no instalada al momento de la construcción en el siglo XVIII– no tenía ventilación y había causado humedad en la estructura. En los trabajos de restauración, que comenzaron en febrero, se dio estabilidad a siete de los once grupos de esculturas, se trabajó sobre la estructura de granito y se sustituyó todo el plomo por una cubierta que deja una cámara seis centímetros de aire que le permita a la piedra “respirar”. El equipo de restauradores y arquitectos del Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Cultura y de las empresas Titanio Estudio S.L., 2R Arquitectos y Fernández Molina Obras y Servicios ha destacado también que las obras han incluido técnicas tradicionales para una restauración fiel del monumento. “Hemos tenido restauradores, escultores y herreros que trabajaban como se trabajaba en la época de Sabatini”, detalla la Jefa de Servicio de Restauración.

La delegada de Cultura ha destacado, además, que la investigación y el aprendizaje alcanzados en la restauración de la Puerta de Alcalá no solo servirán para un mantenimiento constante, sino para otros proyectos. Se evalúa, por ejemplo, financiar un estudio para la Puerta de Toledo. “Se han aprendido muchas cosas que se van a poder replicar en otros monumentos. Pero no solamente en Madrid, la experiencia que se recoge estará puesta a disposición de otros”, ha concluido.

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