Planazos para el otoño en Madrid: un taller de pan, un monólogo con vino y el templo del aperitivo

Comer, beber y reír. Muchas veces, los planes más simples son los más divertidos. Con una buena compañía, se necesita poco para que cualquier plan se vuelva el más entretenido del fin de semana. En esta entrega de Madrid Te Enreda proponemos tres planes novedosos para hacer en la capital lejos del frío. El recorrido empieza en el distrito de Salamanca, en la panadería Turris, donde el maestro panadero Xavier Barriga da un taller para aprender a hacer pan en casa. Después, para animarse un poco, se puede asistir al monólogo de Sheila González: asegura las risas de la noche. Para terminar, unas tapas en el templo de los aperitivos de la capital. Y así, después de haber comido, bebido y reído, uno está listo para volver a empezar. Al fin y al cabo, de eso y poco más, va la vida, también en Madrid.

Un taller para aprender a hacer pan en casa

Turris (calle de Eloy Gonzalo, 27) no es solo una panadería donde se pueden comer las mejores ensaimadas en Madrid. También ofrece uno de los planes más interesantes para hacer en la capital: todos los meses hacen talleres solidarios de pan y bollería de la mano del maestro panadero Xavier Barriga. Esta panadería nace en el 2008 en Barcelona como una forma de reivindicar la tradición panadera. “Buscábamos devolver el interés por el pan y traer de vuelta las panaderías de toda la vida”, asegura el fundador.

Barriga quería acercar el buen pan a las personas a través de los obradores de barrio. De ahí nació la idea de abrir la panadería para que todos sus clientes pudieran aprender a hacer el pan que compran todos los días.

Durante más de una hora de taller, Barriga muestra a 18 personas todo el proceso para hacer el pan, desde la mezcla de la harina, el agua y la sal, pasando por el amasado hasta que sale del horno. “El gluten se forma con cariño y movimientos suaves”, explica el profesor, que acompaña la explicación con gestos lentos que predican con el ejemplo. “A la masa no hay que pegarle duro”, repite una y otra vez a los clientes que van anotando todos los trucos.

Al final del curso, después de haber probado a lo que sabe la masa madre, haber degustado todos los panes que venden en Turris y haber aprendido a hacer pan en casa, los clientes se van felices con su pan recién hecho. “Me ha encantado ver todo el proceso y saber cómo hacen el pan que me como todos los días. Aunque no creo que yo pueda lograr hacerlo en mi casa”, dice una de las asistentes. Los talleres tienen un precio de 15 euros y se pueden reservar en la web.

Un monólogo con vino

WineUp Comedy es un monólogo sobre el vino dirigido por Sheila González y en donde la gente va a reírse y a beber. El plan dura dos horas y durante este tiempo los asistentes se sumergen en una fiesta. González va interactuando con el público y dando regalos a los asistentes más atrevidos, aquellos que se animan a subir al escenario.

Durante el show, le cede el micrófono en tres momentos a un sumiller o un responsable de la bodega de los vinos que la gente está tomando esa noche para que cuente las propiedades del producto que los clientes tienen sobre la mesa. La entrada incluye tres consumiciones y picoteo.

Cada mes, en la sala Galileo Galilei decenas de asistentes terminan confesando a González cuándo fue la última vez que “se bebieron hasta el agua de los floreros”, como dice la humorista. Bajo este lema, González crea una experiencia muy divertida en donde, sin duda, la gente sale mucho más alegre de lo que entra. Las entradas se encuentran en la web desde 6.20 euros.

El templo de los aperitivos

Hermanos vinagre (Calle del Cardenal Cisneros, 26) es un restaurante que rinde un sentido homenaje al lado más castizo de la capital. Nació con un solo plan en mente: recuperar el aperitivo. Ahora, sin duda, es uno de los templos de los aperitivos en una parte de Madrid, en donde las conservas de elaboración propia son las protagonistas. Esta taberna del siglo XXI, que rinde homenaje a la cultura cañí, es el lugar perfecto para disfrutar de una propuesta líquida donde no faltan los chatos de vino, las cañas bien tiradas y un buen vermú entre amigos un domingo.

La casa recomienda empezar con la anchoa sobre mantequilla y seguir con su versión de la ensaladilla rusa. Y de plato fuerte, los mejillones, el atún fresco y acabar con el tartán de picaña madurada. Para el postre, el pan de chocolate y aceite es obligatorio.

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