Ayuso sigue sin abrir cuatro centros de salud que antes del 28-M estaban casi listos

Faltaban dos meses para el 28-M cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid paseó por las salas de espera y las consultas del “nuevo centro de salud de Alcorcón”. A Isabel Díaz Ayuso la seguía un séquito de camarógrafos y periodistas que llevaron a las teles y radios de la región su “excelente noticia” para un municipio del sur obrero de Madrid, una zona de la región que se había propuesto conquistar en esas municipales y autonómicas. El centro de salud iba a estar listo “en las próximas semanas”, dijo Ayuso delante de un atril donde se leía Centro de Salud Parque Oeste. En esa misma intervención aquel 28 de marzo también agregó que esa instalación abriría “en verano”, pero ya han pasado cinco meses desde que Ayuso inauguró el edificio y las puertas siguen cerradas. El Ayuntamiento de Alcorcón ni siquiera ha recibido la solicitud de licencia de primera ocupación.

El lugar escogido, Alcorcón, tenía una gran relevancia electoral. Esa ciudad de 170.226 habitantes era una plaza muy disputada con la izquierda. Las encuestas daban esperanzas al candidato municipal del PP, Antonio González Terol, de arrebatar ese municipio a los socialistas. El resultado fue tan justo que Terol se quedó a 42 votos de la alcaldía, que ha conservado el PSOE.

Ayuso también presentó en marzo otro centro de salud en una visita al municipio de Navalcarnero (suroeste, 31.379 vecinos), también gobernado por los socialistas. Aseguró que entraría en funcionamiento “antes del verano”. Pero aunque el edificio estaba ya entonces acabado, las puertas han permanecido cerradas. En los vídeos que acompañan a la nota de prensa que la Comunidad de Madrid publicó aquel día, los vecinos de Navalcarnero pueden ver lo que se están perdiendo: las salas de espera luminosas o el sillón de dentista aún sin estrenar. Pero si se acercan al recinto, solo podrán contemplar las malas hierbas que han crecido en el patio hasta más de un metro de altura.

El Ayuntamiento recibió los papeles de la Comunidad en junio, pero los técnicos municipales les pidieron que subsanaran deficiencias que persisten, según un portavoz (abonar las tasas, aportar certificado final de obra definitivo, arreglar parcialmente las aceras o aportar boletín de electricidad de instalación definitiva).

Hay más casos: el entonces consejero de Sanidad, Enrique Escudero, se presentó a finales de marzo en un barrio del norte de la capital, Las Tablas. La nota de prensa rezaba: “La Comunidad de Madrid finaliza el Centro de Salud Las Tablas”. El comunicado añadía que el nuevo recurso abriría después del verano. Hace unos días, la sustituta de Escudero, Fátima Matute, visitó de nuevo el edificio para decir que estará “antes de fin de año”.

Y Escudero también dijo dos días antes de las elecciones que el centro de salud de Arroyomolinos (suroeste, 34.833 habitantes) tendría “pronto” urgencias de enfermería los fines de semana, una noticia que dio Telemadrid. Sin embargo, nadie en ese municipio del sur parece saber nada de esa reforma. Un portavoz de Matute no ha contestado a una consulta al respecto.

El portavoz de la consejera dice que los otros edificios están casi a punto. “Faltan flecos como certificaciones de obras o suministros”, dice. Sin embargo, otras fuentes indican que lo que falta realmente es el personal. CC OO y el Ayuntamiento de Alcorcón aseguran que la plantilla del nuevo centro de salud estará integrada por sanitarios de otro centro cercano, el Miguel Servet, cuyos empleados ya han sido informados de los planes.

Este problema recuerda al caso del Zendal, el enorme complejo multiusos que Ayuso inauguró en 2020 con personal de otros centros sanitarios.

Los mensajes “engañosos” de la Comunidad antes de las elecciones no acaban ahí, señalan los más críticos. A principios de año aparecieron vallas informativas en múltiples parcelas vacías donde se informaba de proyectos de centros de salud cuyas obras ni siquiera han sido licitadas. CC OO critica que la ciudadanía lleva 20 años oyendo promesas que nunca se cumplen. “En algunos casos como el centro Dehesa de Vieja de San Sebastián de los Reyes, los vecinos han visto cómo la valla descolorida se renueva cada cuatro años”, dice Marisol Castro, portavoz sanitaria en Madrid de ese sindicato.

La consejera Matute ha informado a los sindicatos sanitarios este verano de que 11 centros de salud se encuentran en tramitación para contratación de obra: Montecarmelo, Barrio Hospital en Fuenlabrada, Parla Este, Valdemoro III, Quinta de los Molinos, Butarque, San Isidro Quince de Mayo, PAU 4 en Móstoles, Villaviciosa de Odón, El Molar y Dehesa Vieja.

Los sindicatos desconfían de los mensajes oficiales sobre obras sanitarias. La semana pasada los medios recogieron que el Gobierno de Ayuso planea 34 nuevos recursos de este tipo. Los madrileños se han acostumbrado a oír anuncios de centros que llevan años siendo presentados y representados. Por ejemplo, el de Navalcarnero fue prometido por primera vez en 2003.

Ayuso tuiteó en febrero de 2020 una lista de “22 nuevos centros de salud”. De ellos, ni uno solo está operativo.

Cuando finalmente abren los centros, no contentan a todos. Ese es el caso de uno que se estrenó el 30 de julio en Sevilla La Nueva (suroeste, 34.833 habitantes) que ha sustituido al anterior, que había quedado obsoleto.

La líder local del PSOE, Carmen Flores, dice que se han incumplido las promesas. “El proyecto para el nuevo incluía unas urgencias que han desaparecido y tampoco se sabe nada de un fisioterapeuta y de un pediatra que nos habían prometido. Además, ahora tenemos un médico menos”, dice. “A todo el mundo le gusta un edificio nuevo y bonito, pero cuando voy al médico quiero profesionales, no ladrillos”.

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