Residencias de mayores buenas y malas, a la vista de todos en una web
El portal Inforesidencias recoge información de 124 hogares de mayores que voluntariamente han subido sus actas de inspección, una pequeña conquista para la transparencia
Un inspector madrileño llegó el 3 de agosto a las 9.55 a Las Rosas del Camino, un pequeño hogar de 34 mayores en Navalcarnero. Revisó que en ese momento había ocho trabajadores con su mascarilla puesta y sus títulos profesionales habilitantes; visitó seis dormitorios, la cocina, el botiquín y los baños. La cisterna del número 7 había sido reparada, pero la pintura del suelo de la ducha del 10 se había deteriorado. Verificó que dos residentes tenían prescritas por los médicos medidas de sujeción, pero reprochó a la residencia que no hubiera detalle sobre si se habían ensayado medidas alternativas. Por lo demás, todo estaba en orden. Tres horas más tarde el inspector firmó el acta y se fue.
Este acta es extraordinaria, pero no por su contenido, sino porque es una de las pocas que pueden ser consultadas por cualquiera en España para conocer si una residencia de mayores es fiable. Solo 124 centros de las más de 5.000 que hay en España han subido voluntariamente las actas de inspección al principal portal en línea del sector, Inforesidencias. Aunque parecen pocas, es todo un logro teniendo en cuenta que España no tiene ninguna web pública que informe de la calidad de las residencias.
Estados Unidos puntúa las residencias de mayores en una web pública con un sistema de cinco estrellas y Alemania lo hace en otra similar con un sistema de puntos que va del uno al cinco. Las familias de esos países pueden escoger con conocimiento gracias a que esos países exigen que esa información sea pública, en el primer caso desde 1998 y en el segundo desde 2008. Otros países de Europa también tienen páginas similares, según el director de Inforesidencias, Josep de Martí, un antiguo inspector de la Generalitat de Catalunya que desde hace años ha sido una de las personas que más ha hecho por promover la transparencia en el sector en España.
Inforesidencias, que tiene información de más de 1.000 residencias, ha creado un índice de transparencia del cero al 100% con el que puntúa a los centros en la categoría de transparencia. Los centros, que pagan una cuota de 60 euros al mes por aparecer en el buscador donde se muestran fotos, precios o servicios, también tienen la opción de subir las actas de inspección de las consejerías de Servicios Sociales y de Sanidad de las comunidades autónomas, una información en la que se puede leer defectos muy embarazosos y sanciones por incumplir normas de higiene o ratios de personal. Son documentos a veces sensibles pero relevantes para los mayores y sus familias a la hora de escoger uno de estos hogares de cuidados. Los centros también pueden aportar otra información que generalmente no es pública como el reglamento de régimen interior, el organigrama o el modelo de contrato con cada residente.
Josep de Martí, de 56 años, fundó Inforesidencias en el año 2000. Lleva casi una década animando al sector a ser transparente de forma voluntaria, siguiendo el ejemplo de otros países que ha visitado para informarse de las mejores prácticas. “Esto es como un apostolado. Predicamos la idea de que la confianza se genera con la transparencia”, dice De Martí.
Pero ha sido en los últimos dos años, durante la pandemia de coronavirus, cuando se ha acelerado el número de centros que han subido proactivamente sus inspecciones. Varios grandes grupos como Sanitas o Albertia han publicado recientemente actas de centros propios a Inforesidencias. Sanitas, con 43 residencias en España, ha tomado esta decisión como parte de su política de puertas abiertas. “La transparencia con las familias no es negociable porque en ella se basa la confianza necesaria para tomar la decisión de que su familiar viva en nuestro centro, que lo sepan cuidado y atendido en todo momento por profesionales formados”, afirma Pedro Sánchez Soro, director general de Sanitas Mayores.
También se pueden ver en Inforesidencias los documentos de algunas pymes como la residencia Las Rosas del Camino, en Navalcarnero (35 kms al suroeste de Madrid capital). El director de este hogar es un hombre con un fuerte sentido moral que las incorporó al portal hace dos años: “Otros podrán hacerlo porque están haciendo las cosas bien y quieren que se vea, pero para nosotros esto es un deber. No puedes tener tranquilidad si ocultas cosas”, dice su director, Carlos Baonza. “Antes de subirlas a Inforesidencias siempre se las habíamos mostrado en persona a los familiares que nos las pedían”.
El impulso de la pandemia
Este aumento de la transparencia coincide con una mayor sensibilidad social por los mayores que viven en residencias a raíz de la crisis sanitaria. Aunque las patronales han defendido su buena gestión y su impotencia frente al virus, hay en marcha iniciativas para mejorar los cuidados y ha crecido la inversión pública en dependencia. El Ministerio de Derechos Sociales está negociando con las comunidades autónomas una reforma del modelo de residencias y ha incluido en un borrador de acuerdo la introducción de un sistema de examen de calidad y transparencia: “Los resultados de las evaluaciones de cada centro o entidad serán publicados de una manera planificada y ordenada, de manera que sean accesibles y entendibles por todas las partes y personas interesadas. Se establecerá un sistema de monitorización de resultados que determine las fuentes de datos y registros, los mecanismos de recogida de los datos, la sistemática de análisis y la comunicación de resultados”, dice el borrador al que ha tenido acceso este periódico.
Otros intentos públicos por crear webs con información de sanciones han quedado en agua de borrajas. El exconsejero de Políticas Sociales de Madrid, Alberto Reyero, llegó al cargo en 2019 con esa intención, pero salió del puesto un año más tarde tras sus choques con el ala del PP en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Frente a esta inacción, distintas investigaciones periodísticas de EL PAÍS han conseguido desde hace tres años divulgar información sobre sanciones gracias a solicitudes de acceso a la información pública de la Ley de Transparencia. (Consulte en este enlace las 1.100 residencias sancionadas en España, comunidad por comunidad hasta julio de 2021).
Otra de las residencias que han subidos sus actas a Inforesidencias es MialSalud Torrelodones, un centro de 174 plazas en ese municipio madrileño. Su directora, Eva Alberquilla, opina que es una forma más de publicidad para ellos: “Hace unos años un cliente me trajo un artículo de prensa en el que aparecíamos seleccionados entre las residencias más transparentes de España y yo ni lo sabía”.
De Martí opina que el hermetismo perjudica la imagen de las residencias. “Para mí la visión de la sociedad es injusta, pero una parte de la responsabilidad es de las residencias que no se abren. Si de verdad lo estás haciendo bien, demuéstralo”. Tiene fe en que pronto será normal que las inspecciones y sanciones puedan ser vistas por todos. Hace 22 años, cuando lanzó Inforesidencias, nadie en el sector quería informar de sus precios: “Me tomaban por loco cuando les animaba a ponerlo y mira, ahora es algo normal”.
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