Feijóo deja en fuera de juego a Ayuso al concentrar el poder del PP en Andalucía y Galicia

La elección de los componentes de la nueva dirección del PP de Alberto Núñez Feijóo encierra un mensaje rotundo para Isabel Díaz Ayuso, según fuentes populares: debe centrarse en su territorio, la Comunidad de Madrid, y olvidar cualquier pretensión de ocupar un puesto de privilegio, y distinto al del resto de barones, para influir en la estrategia nacional. Así, la líder conservadora no coloca a ningún afín en el cónclave que marcará la política de la formación, dominado por políticos adscritos al PP de Andalucía (una vicesecretaría y la portavocía) y de Galicia (con el puesto clave de la vicesecretaría de organización). Una pinza que consolida la alianza entre Núñez Feijóo y el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, mientras que deja en fuera de juego a Díaz Ayuso.

“El mensaje para Ayuso está claro: tú a lo tuyo y yo a lo mío. Madrid para ti, pero sin interferencias en lo nacional”, disecciona una fuente con muchos quinquenios en el PP y que ha tenido las máximas responsabilidades en el partido. “Por eso le dará el congreso de Madrid en mayo o en junio, que a estas alturas a la dirección le da igual. Lo que quiere Feijóo que quede claro es que ella tiene su territorio, vale, pero el presidente es él”, añade. “De hecho, han metido a Alfonso Serrano [de la confianza de la presidenta de Madrid] como vocal en la Ejecutiva, porque si no directamente esto era una patada en los dientes de Ayuso. No le ha dado una mierda”.

“No han querido meter a ningún ayuser en el comité de dirección”, ironiza otro interlocutor con galones en el partido.

El pasado cuenta tanto como el presente, o incluso más, en los delicados equilibrios que tiene en cuenta Núñez Feijóo para elegir a los miembros de la nueva dirección del PP. Eso explica que la cuota madrileña de ese órgano esté representada por Pedro Rollán, un hombre que lo ha sido todo en la política regional (portavoz municipal en la oposición, alcalde más votado de España en Torrejón, consejero, vicepresidente y presidente interino de Madrid). Desplazado de los círculos del poder autonómico con la llegada de Díaz Ayuso, en 2019, el senador Rollán entra ahora en la dirección conservadora gracias a los lazos que le unen a Núñez Feijóo, y a este con Manuel Cobo, que a su vez entrará en la Ejecutiva.

Todo, pues, empezó hace veinte años. En 2004, Cobo, la mano derecha de Alberto Ruiz-Gallardón, anunció su disposición a enfrentarse a Esperanza Aguirre para controlar el PP de Madrid. Entonces y ahora, Gallardón y Núñez Feijóo se llevaban “fenomenal”, según cuenta una fuente que conoce bien esa relación. Y uno de los apoyos que concitó entonces Cobo, recuerda este interlocutor, fue el de Rollán, que será vicesecretario de coordinación autonómica: un papel clave cuando queda apenas un año para las elecciones municipales y autonómicas de 2023. Mientras, Díaz Ayuso se retira al cuartel de invierno de la presidencia del PP de Madrid.

“El Comité de Dirección del partido no es un órgano de representación territorial, no va por cuotas territoriales”, ha dicho este lunes Díaz Ayuso, intentando justificar así la ausencia de afines suyos en la nueva dirección popular. “Lo que tiene que hacer el presidente es escoger a los mejores y yo en todo caso las propuestas que le he hecho están ahí representadas y ha respondido perfectamente a todas las sugerencias que le hice y a todas las propuestas que me parecía que eran para mejorar su equipo”, ha añadido. “Del mismo modo que yo cuando sea, si soy, presidenta del Partido Popular de Madrid, una vez celebrado el Congreso, elegiré a los mejores y no buscaré cuotas territoriales”.

La nueva dirección nacional tiene entre sus prioridades decidir la fecha del congreso del PP de Madrid: la baronesa querría que fuera la semana del 4 de mayo, para coincidir con el primer aniversario de su victoria electoral de 2021. Si logra liderar el partido, Díaz Ayuso acumulará todo el poder en la región. Presidenta del gobierno y del partido. Líder institucional y orgánica. Un trampolín para que el PP madrileña prepare una campaña de las elecciones municipales y autonómicas de 2023 a la medida de Díaz Ayuso.

Con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fuera de la carrera por la presidencia del partido regional, es improbable que la baronesa tenga un rival de peso en los comicios populares. Aún así, Díaz Ayuso ha mantenido durante todos estos meses una intensa campaña interna, aprovechando actos institucionales durante el viernes y los fines de semana para mantener luego encuentros privados por todo Madrid con cargos orgánicos y afiliados. El último, por ejemplo, se celebró en un restaurante de Cadalso de los Vídrios el pasado viernes. “Trasladar la ilusión de las elecciones del 4-M” a toda la región ha sido el mensaje común lanzado a los votantes.

En esas citas, además, han quedado claras muchas cosas. La primera, que el hombre fuerte de Díaz Ayuso en el PP de Madrid es Alfonso Serrano, el portavoz parlamentario del partido: la líder ya ha planteado la posibilidad de que sea el nuevo secretario general. La segunda, que su oído también lo tiene Enrique Ossorio, el portavoz del gobierno y consejero de educación, universidades y ciencia: será una voz clave en la elaboración del próximo programa electoral. La tercera, que Javier Fernández-Lasquetty, el titular de Economía, Empleo, y Hacienda, está llamado a mantener su influencia en el circulo ayusista. Y la cuarta, que el ajuste de las cuentas abiertas por la guerra interna llegará con la celebración del congreso y la elaboración de las listas electorales de 2023.

“Una crisis de gobierno (a menos de un año de que acabe la legislatura) no está en los planes a corto plazo de la presidenta”, dice una fuente que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso sobre el futuro de consejeros como David Pérez, en precaria situación tras la salida de Casado. Tampoco es fácil la posición de Ana Camins, actual secretaria general del partido en Madrid, y mano derecha del expresidente nacional en Madrid, que incluso llegó a sonar como posible candidata a la presidencia regional de la formación. Ni la de integrantes del grupo parlamentario popular en la Asamblea, como Diego Sanjuanbenito, que ha sido el director de gabinete de Casado.

Pendiente aún de la investigación sobre el contrato de la empresa Priviet con la Comunidad que permitió a su hermano ganar más de 55.000 euros, Díaz Ayuso pretende poner fin a la interinidad en la que vive el PP de Madrid desde que Cristina Cifuentes dejó la presidencia en medio del escándalo del caso máster. Su objetivo es reorganizar el partido para ponerlo al servicio de su candidatura a la reelección en los comicios de mayo de 2023, y también para intentar recuperar las principales ciudades de la región, que la izquierda gobierna desde 2019 con excepción de la capital (Alcalá de Henares, Móstoles, Alcorcón…). Lo que ocurrirá a partir de ese momento es un misterio.

Núñez Feijóo ya ha cumplido 60 años y tiene bien cerca el examen de las elecciones generales. Díaz Ayuso, por su parte, tiene 43 años. ¿Significa eso que el tiempo está de la parte de la baronesa con vistas a optar por ocupar en el futuro el liderazgo nacional? No necesariamente: Juan Manuel Moreno Bonilla, el presidente de Andalucía, también puede querer ese puesto, y él ha colocado mucho mejor a sus afines en la nueva dirección de Núñez Feijóo, lo que le permitirá ir un paso por delante si ese debate se abre en el futuro.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.