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Catálogo de calamidades en el parque del Retiro

Estanques vacíos, monumentos deteriorados y solo un punto informativo. La mejora de los jardines madrileños sigue pendiente seis meses después de que fueran declarados Patrimonio Mundial

Parque del Retiro
La casita del Pescador del Retiro con el estanque vacío, donde las ocas se juntan alrededor de los únicos charcos con agua.DAVID EXPOSITO
Miguel Ezquiaga

La nobleza madrileña se pensaba victoriosa. Durante el verano, lo celebraba con largos paseos por unos Jardines del Buen Retiro que estallaban en mil colores. El populacho tenía entonces la oportunidad de oler a la alta sociedad del siglo XVIII. “Por ahí va en coche el marqués de San Felices, esas son las damas de la reina”. Instantes que parecían acortar las distancias sociales y que solo una contundente revolución logró interrumpir. La Gloriosa había triunfado, Isabel II marchó al exilio y con ella se fueron las viejas prerrogativas de la camarilla real. Encargado de administrar los bienes borbónicos, el gobierno provisional regaló en 1868 el parque al pueblo de la capital. El Ayuntamiento de Madrid es por ello propietario del Retiro y responsable de sus deficiencias. Esas que ni siquiera ha logrado solventar la declaración como Patrimonio Mundial, concedida el 25 de julio del año pasado por su innegable valor histórico como primer jardín interclasista.

Una vuelta por el Retiro el pasado miércoles, seis meses después del dictamen de la Unesco, invita a pensar que este recinto pide mejoras. El Estanque Ochavado se encuentra vacío, el monumento a los hermanos Álvarez Quintero ha ido agrietándose y tanto la Casita del Pescador como la Montaña Artificial siguen cerradas al público. Parece que Isabel la Católica levantara el puño en la Fuente de Cuba, no porque la reina abrace el castrismo, sino porque desapareció la cruz que portaba en su mano derecha. Existe un único punto informativo en 120 hectáreas, solo dos baños son accesibles para el público con diversidad funcional y los cubos de reciclaje brillan por su ausencia, incumpliendo la propia normativa municipal. Tampoco se hacen notar los Agentes de Parque. En dos horas y media de recorrido, este diario solo se topó con un coche de la seguridad privada de Acciona.

Detalle del monumento a Cuba, con una figura de Isabel La Católica que ha perdido una cruz que sostenía con su mano derecha.
Detalle del monumento a Cuba, con una figura de Isabel La Católica que ha perdido una cruz que sostenía con su mano derecha. DAVID EXPOSITO

De ahí que un adolescente, jaleado por su familia, trepara con impunidad uno de esos árboles centenarios que le han valido al parque el reconocimiento global. “¡Agárrate a esa rama, vas bien, vas bien!”, coreaban al unísono. Bicicletas, patinetes, triciclos, Tuc-tuc, monopatines y toda clase de cachivaches se entrecruzan por unos caminos sin señalética de movilidad. ¿Quién tiene prioridad?, ¿se puede circular sobre ruedas en vías secundarias?, ¿a qué velocidad? Nadie parece saberlo ni se percibe dónde o a quién preguntar. Un cierto caos que José Manuel Calvo, concejal del Grupo Mixto en Cibeles, atribuye al actual modelo de gestión. “Hay demasiados estamentos competentes en la zona y es difícil coordinarlos”, sostiene. La directora conservadora del Retiro es Caridad Melgarejo, pero en el parque intervienen además tres áreas municipales —Medio ambiente, Cultura, Desarrollo Urbano— y la Junta de Distrito. También la Consejería de Salud de la Comunidad, Metro, el Ministerio de Transportes y el de Cultura.

Por eso el Grupo Mixto defenderá en el pleno de este martes la creación de un mando único para el ámbito declarado Patrimonio Mundial. Lo compondría todo organismo y administración que allí opere o cuente con instalaciones, incluyendo al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), entidad asesora de la Unesco que planteó serias dudas sobre la candidatura madrileña a causa de la contaminación y la afluencia excesiva en el parque. La proposición lleva el marchamo de la Asociación de Amigos de los Jardines del Buen Retiro. Su portavoz Javier de la Puente, ingeniero de montes jubilado, echa en falta medidas “que nadie sabe muy bien a quién competen”. Como la creación de un punto de seguridad y de un portal web que informe sobre los cierres del parque por riesgo de temporal.

Un joven se sube a un árbol del parque del Retiro, pese a estar prohibido.
Un joven se sube a un árbol del parque del Retiro, pese a estar prohibido.David Expósito

—Date la vuelta, María Dolores. Esto se ha secao. Mejor seguimos por el otro camino.

Un turista previene a su esposa, que le sigue varios metros por detrás, sobre el deshidratado Estanque Ochavado, un vestigio del Retiro de Felipe IV que se vació hace casi dos décadas para acabar con las persistentes filtraciones y nunca más ha vuelto a llenarse. El enclave debe su nombre a un diseño polibulado, en cuyo interior perviven siete mascarones casi borrados por el agua que aquí se remansaba. En el centro brilla una rocalla, hogar de varios gatos que saltan despavoridos cuando el sol asoma su rostro por entre la arboleda aprovechando un descuido de las nubes.

De la Puente cree que la declaración de la Unesco debiera espolear la rehabilitación y posterior llenado de este estanque. “Que naden los patos, como sucedía en el pasado. Este es uno de los escasos vestigios del Retiro original”, declara sobre el parterre, donde hasta el siglo XIX se levantó también un jardín barroco.

Carteles colocados en la valla de uno de los chiringuitos frente al Estanque Grande del parque del Retiro.
Carteles colocados en la valla de uno de los chiringuitos frente al Estanque Grande del parque del Retiro. DAVID EXPOSITO

Estridentes carteles jalonan el paseo de Venezuela. Muchos bares los colocan como reclamo pese a que el pliego concesionario explicita su prohibición. Churros con chocolate o sangría, paella y bocata de calamares, ensalada mixta, huevos estrellados y tapa con jamón. Todo está escrito en unos letreros que parecen surtir efecto, a juzgar por la animación de las terrazas. La Montaña artificial se alza a unos pocos metros, un capricho del rey Fernando VII hoy clausurado. Su interior hueco lo atraviesan numerosos pasillos que desembocan en una cámara abovedada. Allí se inauguró en 1986 una sala de exposiciones que con los años presentó filtraciones y se ha clausurado hasta nuestros días. El equipo de Gobierno de Manuela Carmena sacó a concurso en 2018 la reparación de la montaña por 410.000 euros, pero ninguna firma se presentó a la convocatoria, síntoma de que consideraron la dotación demasiado baja.

Agonizan en la montaña vallada cinco palmitos víctimas de la Paysandisia, una voraz mariposa de América latina. Las malas hierbas cubren todo atisbo del sendero, cruzado en tiempos por cascadas, cuyas aguas se precipitaban en lagunas también artificiales. Tomando el paseo de Bolivia se visita a los hermanos Álvarez Quintero, un conjunto escultórico que el Ayuntamiento republicano inauguró en 1934 como homenaje a la obra de los comediógrafos Joaquín y Serafín. La dama de piedra de la escena se asoma al balcón cuando repara en la presencia de un señorito montado a caballo y con traje campero. Él parece estar a punto de piropear a su amada, pero si la pareja pudiese alzar la vista comprobaría que un arco agrietado amenaza con hundirse sobre sus cabezas.

La rocalla del vacío Estanque Ochavado es el hogar de una camada de gatos.
La rocalla del vacío Estanque Ochavado es el hogar de una camada de gatos.David Expósito

Se trata de una fisura con al menos cuatro centímetros de grosor que cruza sin piedad la clave de piedra. Los técnicos del Servicio de Patrimonio Histórico, en su labor de supervisión, conocen estas patologías, que el Área de Cultura pretende subsanar en el primer semestre del año, según declara un portavoz.

Similar degradación experimenta la ermita románica de San Isidoro de Ávila, traída al Retiro en 1896 tras la desamortización. Según De la Puente, la contaminación está disgregando sus muros de caliza, que acusan un especial desgaste en las arquivoltas. Este fue en 2021 el tercer punto de la capital con mayor concentración de dióxido de nitrógeno, tal y como recogió la estación de medición de Escuelas Aguirre, ubicada en la intersección de las calles de O’Donnell y de Alcalá. Ciudadanos de todas las edades y condiciones conviven en el Retiro como en el siglo XVIII. Aunque hoy, además, se lo disputan con el tráfico y la polución.

Obligaciones

La lista del Patrimonio Mundial conlleva una serie de obligaciones. Tan ambicionado estatus no supone el final de un proceso tutelado por la Unesco, sino el principio. Se adquiere así el compromiso de cuidar un espacio considerado único. Vulnerar tal principio puede suponer la salida de un club que cuenta con 1.200 sitios en todo el mundo. Solo había sucedido con dos casos: el valle del Elba en Dresde (Alemania) y el santuario del Oryx árabe, Omán. Hasta que a Liverpool se le retiró semejante honor durante la misma asamblea de julio que lo otorgó a Madrid. Hubo 13 votos a favor de la expulsión, cinco en contra y dos inválidos. La capital española podría verse en una situación parecida de no atender las recomendaciones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) antes del primero de diciembre de 2022.

El informe de este organismo considera que la contaminación es uno de los problemas a resolver, así como la masificación del Retiro y el tráfico rodado en el Paseo del Prado, por donde en la actualidad discurren ocho carriles. El reciente expediente de Liverpool ejemplifica los tiempos en esta clase de procesos: la ciudad fue reconocida Patrimonio Mundial en 2004, aunque ya en 2012 fue advertida de su delicada situación. La preocupación por el desarrollo industrial del puerto mercantil llevó entonces a la Unesco a trasladar el lugar a la categoría de Patrimonio en Peligro. No fue hasta nueve años después que las notificaciones terminaron y los peores presagios se hicieron realidad. “El proyecto ha continuado, al igual que otros proyectos urbanísticos dentro del sitio y en su zona de amortiguamiento. El Comité considera que estas construcciones van en detrimento de la autenticidad e integridad del sitio”, rezaba el comunicado del comité.

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Sobre la firma

Miguel Ezquiaga
Es redactor en la mesa web de EL PAÍS. Antes pasó por Cultura, la unidad de edición del diario impreso y ejerció como reportero en Local. Su labor informativa ha sido reconocida con el Premio Injuve de Periodismo, que otorga el Ministerio de Juventud. Cada martes envía el boletín sobre Madrid.

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