_
_
_
_
KILÓMETRO CERO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El amor existe

Se consumen rápido los amores donde falta admiración y está bien que así sea para devolvernos cuanto antes al carril y a la carrera correctos

Natalia Junquera
El poeta y marido de Almudena Grandes, Luis García Montero, deposita un ejemplar de su libro 'Completamente viernes: 1994-1997' en la tumba donde ha sido enterrada la escritora.
El poeta y marido de Almudena Grandes, Luis García Montero, deposita un ejemplar de su libro 'Completamente viernes: 1994-1997' en la tumba donde ha sido enterrada la escritora.Olmo Calvo

Algunas muertes dejan lecciones de vida. Había muchas en la despedida de Almudena Grandes el pasado lunes en el cementerio civil de Madrid. Una de ellas —“No hay amor sin admiración”— estaba escrita sobre un bello retrato de la escritora, pero podía leerse también en el gesto de su marido, Luis García Montero, al besar y depositar sobre el féretro un libro de poemas de amor, Completamente viernes. Su forma de quererse, de admirarse, será para siempre un ejemplo de cómo manejar el asunto más importante que tendremos entre manos, la elección más trascendental de todas: sin conformarse, siendo muy, muy ambiciosos. Sabiendo que escoger a alguien mejor que nosotros nos hará mejores.

Imaginen el estímulo constante y la tranquilidad de envenenarse sabiendo que, cada vez, al llegar a casa, acertarán en el antídoto. Piensen lo poco que deben importar la mediocridad, lo vulgar y lo sucio al llegar a un hogar con olor a refugio; lo bajito que deben oírse las tonterías o los insultos cuando esperan grandes conversaciones; lo cómodo que debe ser, también, el silencio, la pausa y las caricias entre los que mejor se conocen. Supongan que están en una cena con mucha gente y entre el parloteo y las convenciones es la persona con la que llegaron y con la que se irán la que provoca las mayores carcajadas o la que pronuncia la única frase que se recordará de esa noche. Conciban una discusión solo para reconciliarse, para cerciorarse, de vez en cuando, de con quién quieren estar y a quién quieren volver.

Imaginen que una de las canciones más hermosas de Joaquín Sabina habla de ustedes; que miles de personas saben quiénes son y lo que hicieron; que pueden recitar sus versos, abrazar sus libros en un cementerio.

Una mujer sujeta un libro de Almudena Grandes, durante el entierro de la escritora, el 29 de noviembre en Madrid.
Una mujer sujeta un libro de Almudena Grandes, durante el entierro de la escritora, el 29 de noviembre en Madrid. Olmo Calvo

Para que el fin del mundo te pille bailando, para que no se ponga la luna de miel, hay que ser valiente, incluso algo temerario. Conviene estar muy atento si aparece algo, para dejarlo crecer; creer en los grandes gestos con la fe de los fanáticos.

“Supongo que estar hundido es un modo de seguir enamorado y de empezar una nueva vida con el amor de siempre”, dijo él. La pérdida es muy reciente, pero García Montero ya sabe que el tiempo que tuvieron importará siempre mucho más que el que les quitaron. Que valdrá más el azar, la suerte de encontrarse y el coraje de atreverse que la desgracia de tener que despedirse demasiado pronto, y que dolerá menos perderla que la idea de no haberla tenido.

Se consumen rápido los amores donde falta eso, admiración, y está bien que así sea para devolvernos cuanto antes al carril y a la carrera correctos. No es seguro que ocurra, nunca ha podido garantizarse lo extraordinario, pero existe. Almudena y Luis son la prueba, para rojos y azules, creyentes y ateos, de que ese tipo de amor, esa forma de vida, fue y es posible. Gracias por recordárnoslo.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_