Los márgenes del arte

Una tabla de madera clara, en apariencia común, sin nada que ocultar. Hay que ladear levemente la cabeza para advertir que su lado se encuentra coloreado con finas líneas rojas, verdes y azules. Representa los puntos ciegos del arte. Los márgenes que se escapan a la visión del espectador, normalmente recortada por el trasfondo de cada uno. Se trata de una de las obras de la artista y diseñadora Silvia Ferpal, y forma parte de la exposición Summer show de la galería de arte madrileña We Collect, que tendrá lugar hasta el 1 de septiembre. Su fundador, Enrique del Río, explica que Ferpal analiza en su obra todas aquellas zonas del arte a las que no llega la luz y permanecen invisibles, que quedan encarnadas en las esquinas, las partes traseras o los laterales.

Agosto suele ser un mes en blanco para las galerías de arte debido a las vacaciones y que, como refleja Ferpal, queda oculto, a la sombra en los márgenes del arte. Precisamente de ahí parte la exposición de We collect. “Nosotros intentamos seguir abiertos, pero no solo eso, si no que intentamos hacer algo diferente al resto del año”, explica del Río. El verano se presenta en la galería como una excusa para apostar por el arte joven y mostrar las obras de cinco personas que se encuentran todavía en un periodo emergente. Esta práctica es bastante común en ciudades de gran efervescencia artística cosmopolita como son Londres o Nueva York. “Este verano hemos apostado por cinco artistas jóvenes, ya que son el futuro del arte. Se trata de una exposición muy fresca, que cubre diferentes campos como el diseño, la escultura y la pintura”.

Es el caso de Silvia Ferpal, que fue galardonada con el Premio Nacional de Diseño en 2019, para la modalidad de jóvenes. “Su arte habla de su pasado como diseñadora. Tiene un poco las dos patas. Cuando hace diseño es muy artista y cuando hace arte es muy diseñadora”, cuenta del Río. También del Javier Rodríguez Lozano, ganador del VII Premio a la Producción Artística Fundación Banco Santander, cuya obra también se encuentra en la exposición. En ella Rodríguez juega a difuminar los límites entre lo público y lo privado a través de la representación de un objeto tan cotidiano que acaba siendo ignorado: los felpudos. “A pesar de ser pasados por alto a diario, tienen un gran valor simbólico, principalmente de naturaleza identitaria”.

Los felpudos esconden más complejidad de la que pudiera parecer a primera vista. Hablan de la intimidad de las personas, de sus dueños. Esto llevó a Rodríguez a trabajar imitando los del edificio en el que vive en Madrid, en otro que vivió en Lisboa, o las cortinas que protegen las puertas de las casas de los pueblos de La Mancha donde creció. Algunas de las obras incluyen detalles más personales como el nombre y apellido de dueño, en otras la descripción es más sugerente como Último rellano. “Esto lo añade conforme las personas del edificio pasan a ser amigos o conocidos. No es lo mismo comprar un felpudo de welcome que otros. Cada uno guarda una historia”.

En la exposición también pueden contemplarse los retratos de Gimena Herrera, tradicionales desde el punto de vista compositivo, pero que la técnica empleada aporta vida y movimiento. “Me llama la atención el conjunto, la relación que tiene ella con los personajes que crea”. Hay rostros sacados de la vida cotidiana de la artista, o incluso de su reflejo en el espejo, como es el caso del autorretrato en el que come una manzana . Rodeados de otros de personajes públicos como es David Hockney.

Los certámenes son muy útiles porque traen a la conversación artística nombres nuevos a través de los cuales se puede tirar del hilo y encontrar muchos más. “En el caso de esta exposición, hay muchos artistas que nosotros llevábamos siguiendo un tiempo gracias a ferias o encuentros en estudios, otras exposiciones. Coinciden tres premios que nos interesaron en su momento”, cuenta del Río. “Laura Vinós es beca de este año de Ana Barriga y estuvo trabajando en su estudio. Nos interesó mucho, fuimos a verla y por eso la elegimos”.

La composición de imágenes y objetos que realiza Vinós en forma de collage podría ser interpretado como un viaje a la infancia debido al uso de tiovivos y coches de juguete. Sin embargo, en realidad, lo que la artista pretende es que el propio espectador reconstruya la realidad. “Deja que el espectador reconstruya la historia”. En cambio, las esculturas de PLAF_ estudio, integrado por Mirian Miguel y Dolores Toboso, no crean una historia si no que hablan de ella y la enfrentan al presente. Lo que realizan son interpretaciones de ánforas de la antigua Grecia mediante materiales tan contemporáneos como es el poliestireno o la resina acrílica. “Ahora casi se antoja a un guiño a los juegos olímpicos”.

We collect siempre ha trabajado tanto con artistas más consagrados, que ya tienen una trayectoria y un currículum, como con artistas emergentes y jóvenes. “La razón se encuentra también en el perfil de nuestros coleccionistas, que en muchos casos han empezado a comprar y a interesarse gracias a nuestros cursos de formación, va muy hilado a que se interese también por aquellos artistas que también acaban de llegar a este mundo”. Y que son un poco como los márgenes del arte a los que se debería prestar más atención.

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