La presidenta del Senado debe ir en la lista de Gabilondo para mantener el cargo
La cuarta autoridad del Estado afronta el reto de defender la neutralidad institucional mientras forma parte de una candidatura
“Jo soc de Madrid, però part de la meva vida, i potser la més important, l’he desenvolupada aquí”. Hace poco más de un mes, Pilar Llop, la presidenta del Senado, celebró su condición de madrileña con raíces catalanas durante el acto de cierre de la campaña de Salvador Illa como aspirante a presidir la Generalitat. Su intervención no pasó inadvertida para algunos de los dirigentes de más peso en el PSOE, que sacaron dos conclusiones rápidamente. Primera: que Pedro Sánchez mantiene su confianza en la juez. Segunda: que Llop debe ir en la lista electoral de Ángel Gabilondo en la Comunidad de Madrid, porque no puede presidir el Senado sin mantenerse como diputada autonómica por la región. En consecuencia, la cuarta autoridad del Estado afrontaría el reto de defender la neutralidad institucional mientras forma parte de una candidatura.
“La lista aún no se ha configurado y la presidenta, como independiente, respeta absolutamente el proceso democrático interno del partido socialista en la elaboración de la lista electoral”, señalan fuentes del gabinete de Llop, pese a que casi una decena de fuentes socialistas dan por segura su inclusión en el proyecto de Gabilondo, que en paralelo busca fichajes para reforzar su lista, tras el desembarco de Pablo Iglesias como candidato de Podemos.
“El efecto Iglesias va a ser menos del que se está hablando”, augura una fuente con vínculos con el PSOE madrileño y el nacional. “Su prestigio y fuerza ya no es el mismo de antes”, añade. “Todo lo que sea reforzar la lista será bienvenido, pero sin volvernos locos. Lo lógico es que Pilar Llop siga de número dos, porque necesita ser diputada para seguir como presidenta del Senado. Pero eso es ahora mismo. Mañana nadie sabe”, añade sobre la posibilidad de que Llop acabe desplazada a un número inferior.
Durante la mayor parte de la legislatura, Llop protagonizaba semanalmente una metamorfosis: unos días presidía el Senado, y otros acudía a la Asamblea de Madrid, donde ocupaba un asiento como diputada rasa. Ahora, si finalmente es incluida en las listas, tomará un camino casi inédito. En los 40 años de democracia, solo el popular Juan José Lucas presidió el Senado como senador por designación autonómica, en su caso por las Cortes de Castilla y León. Al igual que le ocurriría ahora a Llop, eso obligó al exministro a participar en una campaña (las autonómicas de 2003) mientras presidía la Cámara Alta (entre 2002 y 2004) para mantenerse en el cargo. Una circunstancia que en el PSOE ven con normalidad.
El Estatuto de Autonomía manda
“En Madrid, los senadores tienen que ser diputados en la Asamblea en aplicación del Estatuto de Autonomía, aunque en otras regiones no sea así”, recuerda un dirigente socialista. “Por eso, si quieren que siga en el Senado, tiene que estar en las listas, sí o sí”, añade. “En cuanto a hacer campaña como presidenta del Senado, ¿por qué no?”, se pregunta. “Otra cosa es que tenga más o menos tiempo, porque la actividad del Senado sigue, y a lo mejor no puede estar todos los días en la campaña de Madrid”.
“Puede participar en la campaña, y mucho más en este tipo de campañas covid”, amplía otro interlocutor socialista, en referencia a que no se podrán hacer grandes mítines por toda la región, sino actos pequeños y con breves intervenciones.
Además, fuentes de la dirección socialista confirman que está en marcha la búsqueda de “un mirlo blanco” que refuerce a su candidato. Apuntan que la selección debe ser completada muy rápidamente y señalan que será difícil lograr el desembarco de Margarita Robles, la ministra de Defensa. “Pedro Sánchez la quiere en el Gobierno”, dice una fuente del PSOE madrileño con predicamento en La Moncloa.
Así, el PSOE vuelve a vivir entre rumores y conspiraciones de pasillo. Lo único seguro, señala uno de ellos, es que Gabilondo quiere contar con Llop y que hay muchos huecos que llenar con respecto a la lista de 2019. Ya no están José Manuel Rodríguez Uribes, nombrado ministro de Cultura y Deporte; María Llanos Castellanos, ahora al frente de Patrimonio Nacional; Hana Jalloul, promocionada a secretaria de Estado de migraciones, o diputados como Borja Cabezón o Quico Tomás y Valiente. Y las elecciones de la Comunidad de Madrid, donde se juega una partida decisiva para los equilibrios políticos de España, exigen hacer todos los esfuerzos posibles.
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