Anestesia
Ver ‘La Isla de las tentaciones’ es contemplar el mundo de antes. Nunca la telerrealidad fue tan irreal, tan ficticia.

Ríen. Se abrazan. Se restriegan los cuerpos mojados en las piscinas, en los jacuzzis, mientras la brisa de una isla tropical se les pega en el pelo. Las manos resbalan. Desfilan los besos (toda clase de besos), lenguas entrelazadas en la primera noche. Sin mascarilla. Sin gel hidroalcohólico. El único alcohol que hay disponible en la casa es el de sus copas cada noche cuando bailan bachata, salsa, bailes sensuales y sugerentes en los que los cuerpos se pegan como las lonchas de jamón de york mientras por los altavoces suenan las últimas canciones producidas para discotecas que no resuenan en n...
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