En busca de la esencia de la antigua estación de Delicias
En el 140º aniversario del edificio, se ha elegido el proyecto para su rehabilitación, que incluirá una recuperación del entorno urbano
No es un secreto para nadie que en el distrito de Arganzuela se encuentra una de las joyas patrimoniales de Madrid: la estación de Delicias. El edificio alberga desde hace casi cuatro décadas el Museo del Ferrocarril, donde madrileños y turistas pueden contemplar reliquias ferroviarias y comprender el valor histórico de este medio de transporte. Pero no es solo el contenido lo que convierte a esta estación en un lugar de interés, sino precisamente su peculiar estructura de hierro y vidrio, inspirada en un pionero sistema arquitectónico de finales del siglo XIX –obra del ingeniero francés Henri de Dion– e inaugurada el 30 de marzo de 1880 por el rey Alfonso XII. En la actualidad, la estación de Delicias es el ejemplo más antiguo que se conserva en el mundo de este tipo de construcción.
Coincidiendo este año con el 140º aniversario de su inauguración, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana –en coordinación con ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles– ha anunciado la resolución del concurso convocado en 2018 para la rehabilitación de la estación. El estudio de arquitectura navarro GVG será el encargado de liderar la remodelación del edificio –que seguirá cumpliendo su función museística–, deteriorado por el paso del tiempo y modificado en varias ocasiones durante las primeras décadas del siglo XX para adaptar su servicio al incremento de trenes de pasajeros y mercancías.
La estimación económica de las obras de renovación y ampliación del Museo asciende a 14,5 millones de euros y contará con financiación del Ministerio a través del Programa del 1,5% Cultural
“El edificio es ahora una joya patrimonial que se quiere cuidar, pero obviamente cuando cumplía la función de estación no se entendía así y no se dudaba en transformar sus espacios e incluso incorporar otras estructuras como entreplantas para resolver el tránsito y la circulación de personas dentro de ella”, explica Daniel Galar Irrure, uno de los arquitectos del estudio GVG (formado también por Josecho Vélar Ballesteros y Javier Gil Ayesa).
El proyecto de ganador GVG, titulado “1878-1880” (por el periodo en el que se ideó y construyó la estación original), busca rehabilitar la estación, “conservando su espíritu”. Para conseguirlo, como aclara Galar, “intentaremos darle de nuevo ese carácter diáfano”, conseguido con el modelo de construcción de Henri De Dion: La marquesina de la nave central –de 170 metros de largo, 35 de ancho y 22,5 de alto– está sujeta por 18 pórticos sostenidos a su vez por pilares que nacen desde ambos lados, evitándose así que cualquier elemento de sujeción se cruce por el espacio.
Al final una estación con sus vías de tren genera una fractura urbana, barreras físicas de tránsito peatonalDaniel Galar, arquitecto
El proyecto de ganador GVG, titulado “1878-1880” (por el periodo en el que se ideó y construyó la estación original), busca rehabilitar la estación, “conservando su espíritu”. Para conseguirlo, como aclara Galar, “intentaremos darle de nuevo ese carácter diáfano”, conseguido con el modelo de construcción de Henri De Dion: La marquesina de la nave central –de 170 metros de largo, 35 de ancho y 22,5 de alto– está sujeta por 18 pórticos sostenidos a su vez por pilares que nacen desde ambos lados, evitándose así que cualquier elemento de sujeción se cruce por el espacio.
El ingeniero francés lo utilizó por primera vez en la Exposición Universal de París en 1878, convirtiéndose en un sistema revolucionario que se replicaría con posterioridad en otras partes del mundo. “Pero con el tiempo, muchas de esas estructuras han ido desapareciendo, de ahí el valor de esta estación y su conservación”, apunta Galar. La obra de la estación de Delicias fue ideada por un compatriota de Henri de Dion, Émile Cacheliévre.
A estas modificaciones, se suman otras intervenciones en su fachada exterior y en las cubiertas del edificio. Pero el jurado del concurso público –entre los que se encuentran figuras relevantes de la arquitectura como Víctor López Cotelo e Iñaki Ábalos Vázquez– no solo ha premiado el proyecto de GVG por su plan de rehabilitación sobre la propia estación, sino también por su propuesta de recuperar el espacio en los alrededores del edificio. “Al final una estación con sus vías de tren genera una fractura urbana, barreras físicas de tránsito peatonal”, explica Galar. “Lo que pretendemos con este proyecto es modificar también su entorno, convertir esas vías en un salón urbano de uso ciudadano”, añade.
La estimación económica de las obras de renovación y ampliación del Museo asciende a 14,5 millones de euros y contará con financiación del Ministerio a través del Programa del 1,5% Cultural, un fondo estatal destinado a trabajos de conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del Patrimonio Histórico Español. “Es una buena noticia que la administración invierta en rehabilitación del patrimonio en espacios museísticos”, celebra Galar, que en 2012 llevó a cabo –junto a sus compañeros de GVG– el acondicionamiento del museo de la catedral de Pamplona. “Dado nuestro interés por este tipo de proyectos culturales y el valor arquitectónico de esta estación, este trabajo es, sin duda, uno de los más importantes para nuestro estudio”, dice el arquitecto.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Todavía no ha concretado una fecha de inicio de las obras de rehabilitación de la estación de Delicias. Tan solo se ha informado de un calendario de fases que evitará el cierre completo del museo.
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