La Comunidad de Madrid se desentendió de una donación de plátanos para los menús escolares
Telepizza y Rodilla rechazaron incluirlos en la comida subvencionada para no pagar su recogida
Un correo electrónico procedente de Canarias entró el 18 de marzo en la bandeja del gabinete de Isabel Díaz Ayuso con una oferta de fruta gratis para los niños más vulnerables. Solo dos días antes la presidenta de la Comunidad de Madrid había tuiteado “buenas noticias”. Ya tenía contrato con dos conocidas empresas de comida rápida para alimentar a los niños con menos recursos durante el confinamiento.
En ese correo, Plátano de Canarias ofrecía plátanos gratis para los menús escolares, como había hecho en similares mensajes a los gabinetes de presidencia de todas las Comunidades Autónomas. Si aceptaban, los 11.500 niños de familias con menor renta de Madrid comerían fruta fresca tres días a la semana junto a los productos precocinados de estas dos empresas, Telepizza y Rodilla.
Pero después de dar las gracias por la generosidad, el equipo de la presidenta Isabel Díaz Ayuso se limitó a conectar a los productores canarios con los empresarios en Madrid. A continuación, estas dos empresas, que cobran de la Comunidad cinco euros por cada menú que reparten en sus restaurantes a los niños, no aceptaron los plátanos porque debían ir a recogerlos a Mercamadrid, el gran mercado de distribución en Vallecas desde donde opera Plátano de Canarias, según ha reconstruido EL PAÍS con base en los testimonios de las empresas participantes.
“Les dijimos que no era posible la distribución tienda por tienda, entonces lo que les ofrecimos a esas empresas fue hacer la entrega gratuita en plataforma en Madrid”, dice Sergio Cáceres el gerente de Asprocan, la asociación que agrupa a los productores de la marca Plátano de Canarias. Telepizza no les respondió y Rodilla negoció con Plátano de Canarias financiar la distribución al 50%, pero no hubo acuerdo.
Cuando las comunidades autónomas cerraron los colegios a mediados de marzo, buscaron soluciones de urgencia para seguir dando alimento a los niños de familias que reciben la Renta Mínima de Inserción. Otras comunidades mantuvieron los contratos con las empresas que habitualmente dan comida en los centros, pero Madrid anunció acuerdos extraordinarios con las dos conocidas empresas de comida popular.
En Madrid, el reparto que se prolongará más de tres meses, hasta final del curso, no ha incluido estos plátanos, una fruta fresca que hubiera mejorado considerablemente el valor nutritivo de los menús. Pero los niños de familias pobres en Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha, sí han estado recibiendo durante el confinamiento esa fruta donada por Plátano de Canarias. A diferencia de Madrid, en esas comunidades son empresas de catering escolar las que hacen los repartos a los niños de los programas de beca comedor. En Canarias, la Cruz Roja entrega plátanos a domicilio a 5.000 familias en situación de vulnerabilidad.
“De tener una nota de un dos o un tres en valor nutricional, los menús de Telepizza habrían pasado a un cinco, o incluso un seis”, valora el dietista Juan Revenga.
Telepizza, que tiene 98 puntos de reparto en Madrid, es el principal actor en el esquema de atención a las familias con Renta Mínima de Inserción. Ha repartido una media de 3.000 menús escolares. Según la versión de la empresa, “Plátano de Canarias tenía un problema logístico”.
“Esa no es mi responsabilidad”, le dice a este periódico el vicepresidente ejecutivo de Comunicación, Miguel Justribó. “Es que yo no voy a Mercamadrid. Yo desde donde distribuyo es desde mi fábrica de Daganzo, y en mis rutas de reparto no está Mercamadrid. Yo no voy allí a comprar como un bar o un restaurante o un supermercado”.
Un portavoz de la Comunidad de Madrid asegura que tanto Telepizza como el Gobierno regional mostraron su “total disposición” para llegar a un acuerdo. “El problema es que Plátano de Canarias, al que se le agradeció mucho su colaboración, no podía garantizar la distribución a los establecimientos de Telepizza. De hecho, fueron ellos quienes declinaron finalmente dicho ofrecimiento”, afirma ese portavoz. Plátano de Canarias niega haber retirado su oferta y dice seguir dispuesta a donar las frutas.
Rodilla ofrece en 10 establecimientos sus menús escolares. Dos veces a la semana incluye sus propias piezas de fruta. La empresa madrileña de sandwiches no respondió a una solicitud de este periódico.
Ruptura con las empresas de ‘catering’
Antes, de recurrir a Telepizza y Rodilla, la Comunidad mantuvo reuniones durante tres días con las empresas de catering escolar. El tiempo apremiaba porque los colegios ya estaban cerrados. Se barajaron soluciones. Concretamente, las decenas de empresas que habitualmente cocinan los menús ofrecieron 60 puntos de recogida en la región y propusieron coordinarse con otras empresas de distribución que también forman parte de la Federación Food Service España. Pero no fue suficiente porque una pieza de ese rompecabezas falló. Hacía falta la colaboración de los Ayuntamientos, según la Comunidad. De los 179 ayuntamientos, solo 24 respondieron al requerimiento.
“Nosotros respetamos lo que la Comunidad de Madrid ha hecho y creemos que en las circunstancias excepcionales a las que nos vimos abocados se puede dar lugar a respuestas excepcionales. Pero ya llevamos mes y medio o dos meses con esta situación…”, explica María López, directora corporativa de servicios jurídicos y relaciones institucionales de Ausolan, del grupo Mondragón, una de las empresas de catering que elabora normalmente menús en centros educativos.
¿Es momento entonces de dar por finalizado el momento excepcional? “Efectivamente”, reitera. Ella habla en representación de las 88 empresas de catering de la federación que hasta ahora han preferido mantenerse al margen de una decisión polémica y debatida, tanto por la oposición como por nutricionistas. Ahora ya han decidido hablar. Sobre todo porque quieren dejar claro que podían haber dado el servicio “perfectamente”. “Damos menús diarios a 350.000 alumnos en Madrid. Por supuesto que podríamos haberlos preparado para 11.500”, razona.
El sector, que da empleo a unas 92.000 personas en España, se ha visto obligado a realizar un ERTE a 50.000 trabajadores. “En estos dos meses hemos sufrido una caída de la facturación de un 15%. Si seguimos así no sé qué va a pasar”, lamenta López, que incide en que las empresas han realizado servicio al hospital de campaña montado en Ifema, hospitales, residencias u hoteles medicalizados. ¿No había realmente otra opción para los menores vulnerables?
Una semana más tarde de que Ayuso anunciara los tratos con Telepizza y Rodilla, se unió al acuerdo Viena Capellanes, una empresa madrileña de productos gourmet con 21 establecimientos en Madrid. Sus menús incluyen merluza, pavo o lentejas, platos similares a los que habitualmente se sirven en las escuelas. No es la única diferencia con las otras dos empresas. Viena Capellanes distribuye sus menús con seis camiones que llegan hasta los pueblos más remotos de la Comunidad. Su director general, Antonio Lence, le dice a este periódico que nadie le informó de los plátanos gratis. De haberlo sabido, añade, habrían ido a Mercamadrid a recogerlos.
Añade que, aunque no se lo comieran en el almuerzo, podían hacerlo en la merienda o en la cena porque esas familias están tan necesitadas que cualquier alimento adicional es de gran ayuda. “A nosotros nos hubiera resultado sencillo y hubiera sido un aliciente más para haberlo incorporado a esos menús de los críos”, dice Lence.
El Gobierno central cuestiona el valor nutricional de los menús
Isabel Díaz Ayuso anunció el trato con Telepizza un día antes de que Sanidad le diera luz verde. Tras una primera negativa, el Gobierno central finalmente aceptó. Pero ahora, entiende que lo que valía para una situación de urgencia se ha prolongado demasiado.
“Advertimos que el proyecto presentado por la Consejería de Educación se refiere al suministro de menús de varias cadenas de comida rápida de lunes a viernes”, explicaba en la misiva. “Entendemos que esta opción (que ya no es puntual para un caso de emergencia, sino que es prolongada durante semanas o meses) no resulta la más adecuada desde el punto de vista nutricional”, continúa.
“Os rogaríamos la revisión de este proyecto, que nos justifiquéis la idoneidad y el carácter saludable y equilibrado de los menús ofrecidos y que, en su caso, valoréis la opción de remitir otro proyecto alternativo”, esgrime la nota. Ayuso no ha respondido. Pero sí ha anunciado que prorroga el contrato con las empresas de comida rápida hasta que finalice el curso escolar.
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