Los Pactos de la Cibeles
Durante 2020 y quizás algo más, la ciudad debe impulsar y gestionar una nueva ‘renta mínima vital’, proponen los concejales de Más Madrid
¿Cómo y cuándo saldremos de esta crisis? Dos preguntas que están muy presentes estos días pero que aún no tienen respuesta. O, al menos, no una respuesta. Nosotros, como concejales del Ayuntamiento de la capital, tenemos la responsabilidad de aportar nuestro trabajo y soluciones para que Madrid (sus vecinos y vecinas) supere cuanto antes la crisis social y económica que se avecina. Creemos que esta es una tarea que debemos hacer cooperando con las demás fuerzas políticas y, por supuesto, con el gobierno municipal.
Nuestro alcalde afirmó hace unos días que la credibilidad se gana contando con la oposición. Pues bien, recogemos el guante y le tendemos la mano para impulsar un plan que ponga a Madrid de nuevo en marcha. Plan que debe implicar a la práctica totalidad de las áreas de gobierno del Ayuntamiento y que, a nuestro juicio, se sustenta en tres grandes pilares: derechos sociales, vivienda y empleo.
Los servicios públicos van a desempeñar un papel determinante para que personas y familias cuyas condiciones de vida y trabajo se han visto perjudicadas por esta situación puedan salir adelante. Será necesario un notable refuerzo de medios y personal para evitar que la brecha de exclusión crezca más todavía. Durante 2020 y quizás algo más, la ciudad debe impulsar y gestionar una nueva ‘renta mínima vital’. La Comunidad ha gestionado la REMI de forma deficiente y cicatera. Ahora el consistorio tiene que asumir esa función, rebajando burocracia y condicionalidad. Pagar primero y comprobar después. Lo mismo que España le pide a Bruselas.
El segundo eje es la vivienda. Si ya era uno de los principales factores de desigualdad, el problema adquiere una dimensión aún mayor. La moratoria de alquileres y la prórroga automática de contratos de la empresa municipal de vivienda (EMVS) son decisiones acertadas, pero insuficientes. Nosotros proponemos destinar parte del superávit municipal a la creación de un ‘fondo de emergencia habitacional’ que cubra las cuotas de los afectados por EREs o ERTEs durante la crisis, complementando las ayudas estatales. Asimismo, el Ayuntamiento debe acudir al mercado de segunda mano para comprar viviendas en un momento en que todo apunta a una caída de precios.
Como tercer eje, el empleo. Madrid tiene que movilizar fondos para evitar la quiebra de empresas viables que necesitarán ayuda para reanudar su actividad. Pero el gran reto pasa por sentar las bases del cambio de modelo productivo. Apoyar la producción local, potenciar el comercio de proximidad y consolidar el teletrabajo son algunas medidas que el consistorio puede adoptar. Es hora de apostar por un teletrabajo antes inédito y ahora rentable en términos de conciliación y ahorro de espacio y energía. Y sobre todo es imprescindible reducir la dependencia del turismo y los servicios impulsando otros sectores de alto valor añadido. Por ejemplo, podemos triplicar las start ups apoyadas desde la N@ve.
Además, para recuperar cuanto antes el pulso previo a la crisis, desde el Ayuntamiento tenemos que hacer un gran esfuerzo en la recuperación de la cultura y del transporte público.
En cuanto a la cultura, además de reprogramar todo lo suspendido, hay que reactivar un sector fuertemente dañado y eso pasa por duplicar la programación cultural una vez la situación se normalice; poniendo en valor la gran red barrial de centros culturales. Respecto del transporte, no podemos permitirnos retrocesos en un ámbito tan decisivo para avanzar en sostenibilidad y calidad del aire. Desde el consistorio debemos lanzar campañas que fomenten el uso de los medios públicos en condiciones de seguridad.
Un programa de esta magnitud exigirá, como mínimo, aumentar el presupuesto anual en 300 millones de euros y establecer garantías suficientes para asegurar su ejecución. También será imprescindible contar con un amplísimo consenso político para llevarlo a cabo. La programación de actuaciones y presupuestos que requiere se extenderá casi hasta el final del mandato, de manera que no puede quedar al albur de unas negociaciones parlamentarias año a año. Ahora más que nunca, la ciudadanía necesita certidumbre y confianza en las administraciones públicas.
Hace unos días, Manuela Carmena ha llamado a “olvidar las etiquetas y trabajar todos a una”. Es tiempo de consenso. Si el presidente del Gobierno está llamando a reeditar los Pactos de la Moncloa, aquí tenemos la oportunidad de impulsar los Pactos de la Cibeles.
Almeida tiene la ocasión de demostrar que esa faceta dialogante que ha mostrado en esta crisis no es solo una pose. Que está dispuesto a trabajar con todos los grupos en un gran pacto por Madrid. Ojalá sea posible.
Marta Higueras, José Manuel Calvo y Luis Cueto son concejales de Más Madrid
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