EH Bildu pone patas arriba la campaña vasca al tropezar con ETA y su pasado sangriento
El candidato Pello Otxandiano titubea al calificar a la banda terrorista de “grupo armado”. Una persona ataca con gas pimienta a Imanol Pradales (PNV) cuando salía de un mitin
ETA ha estropeado la imagen electoral que quería ofrecer EH Bildu y pone patas arriba la campaña vasca. Todo le iba de cara a esa formación, las encuestas le daban incluso como ganador, pero el pasado terrorista de la banda ha impactado de lleno en la línea de flotación de la izquierda independentista. Su candidato a lehendakari, Pello Otxandiano, iba pisando fuerte, sin encontrar obstáculos en su objetivo de alcanzar la Lehendakaritza, hasta que le han preguntado directamente por ETA. “¿ETA fue una organización terrorista?”, le inquirió el lunes por la noche Aimar Bretos en la SER. A Otxandiano le tiembla el habla y trata de echar balones fuera: “ETA fue un grupo, eh... armado”, respondió con titubeos. En cuanto el terreno se ha puesto resbaladizo, EH Bildu ha patinado.
La resistencia de Otxandiano a llamar a ETA por su nombre y a condenar su actuación cruenta durante cinco décadas, con más de 850 muertos, ha perjudicado la estrategia de moderación y perfil bajo que llevaba EH Bildu durante la previa de las elecciones vascas del 21 de abril. El candidato soberanista intentó salir del atolladero con evasivas y un discurso alambicado. “Bueno, las consideraciones o las denominaciones [de ETA] pueden ser diversas. La violencia del Estado también puede tener diferentes títulos, pero no creo que esa sea la cuestión”. afirmó. Echó mano de su discurso aprendido con referencias a los “GAL” y a la “tortura policial” para eludir una respuesta precisa sobre el daño causado por ETA: “Después de más de 15 años de la desaparición de ETA, ese ciclo ya lo hemos dejado atrás. Afortunadamente, ETA no existe. A partir de aquí, podemos construir el futuro de una forma mucho más compartida y también la memoria en torno al pasado de una forma plural y basándonos en el respeto de todas las víctimas”, dijo Otxandiano en esa entrevista. Decir que ETA fue una organización terrorista, como le plantea el entrevistador, no le parece al aspirante de EH Bildu “una cuestión fundamental”.
Es una incógnita si esta digresión de Otxandiano puede arruinar sus opciones de victoria y de arrebatar por primera vez la supremacía política al PNV, como vaticina hasta ahora la demoscopia. El Gobierno central, las víctimas del terrorismo de ETA y el resto de los partidos políticos no han pasado por alto este martes la tibieza del cabeza de cartel de Bildu al referirse a la página más negra de la historia reciente del País Vasco, que ETA decidió cerrar en 2011. El más crítico y contundente ha sido el candidato socialista Eneko Andueza: “Estas declaraciones del señor Otxandiano son una bajeza moral y demuestran que es un cobarde. Sé perfectamente dónde estaba él cuando yo iba escoltado por la amenaza de ETA, que es una organización terrorista”.
La portavoz del Ejecutivo, la socialista Pilar Alegría, ha cargado con dureza contra el representante de Bildu: “No es solo un cobarde, sino que ha tenido un absoluto desprecio por las víctimas y la sociedad española y la sociedad vasca”, ha asegurado. Y ha añadido: “Demuestra un negacionismo absolutamente incompatible con la propia historia de nuestro país y con la democracia, que fue quien derrotó al terrorismo militar [de ETA]”. Fuentes del Gobierno aseguran que este episodio no hará cambiar la relación que el PSOE mantiene con los independentistas vascos en el Congreso, donde apoyaron la investidura de Pedro Sánchez y están sumando sus votos a las propuestas de su gabinete, informa Carlos E. Cué.
Al PP, esta polémica le ha venido como anillo al dedo para tachar de “hipócrita” al Gobierno de Sánchez y acusarle de “blanquear con sus pactos” a EH Bildu. Cuca Gamara, secretaria general de los populares, ha afirmado en un acto electoral en Vitoria que “no sorprende a ningún español” que EH Bildu evite condenar a ETA. “La diferencia es que aquellos que ahora les llaman cobardes”, ha insistido en alusión a los socialistas, “son los mismos que les tienen de socios. Cobardía también es mentir a tus votantes diciendo que no pactarás con Bildu y al día siguiente de las elecciones pactar con ellos”.
Rafa Leonisio, doctor en Ciencia Política de la Universidad del País Vasco (UPV), opina que EH Bildu trata de escapar como sea del debate sobre el pasado de ETA por “una cuestión de equilibrios”. “Si dice que ETA fue una organización terrorista perjudicial y que nunca debió existir, estaría haciendo una enmienda a la totalidad a parte de la militancia y de los votantes que piensan lo contrario. Estaría diciendo a los presos y a la gente que pasó por la cárcel que se han sacrificado para nada. Y todo eso elevaría las posibilidades de provocar lo que más teme ahora mismo EH Bildu: una escisión. Cuanto más ERC te hagas, más posible es que te salga una CUP”, añade este profesor.
Bildu: “Necesitan embarrar”
Durante la tormenta, mientras se censuraba al unísono el déficit ético de EH Bildu sobre el pasado terrorista de ETA, esta coalición adoptó la estrategia del avestruz. Otxandiano no ha participado este martes en ningún mitin de su partido. Así estaba programado desde el inicio de la campaña. El candidato ha permanecido reunido con sus asesores preparando el debate en castellano en ETB2 del martes por la noche. Toca resistir las embestidas. Su agenda marcaba hablar por la mañana del sistema público de cuidados que quieren implantar en Euskadi. Pero por la tarde Mikel Otero, que va en la candidatura por Álava, ha terciado en la polémica culpando al resto: “Nos estamos encontrando con ruido y barro. Cuanto más cerca está la posibilidad de que se produzca el cambio, más embarran el terreno. Necesitan embarrar el terreno para no hablar de los problemas que han generado con su gestión estos últimos años”.
Otxandiano ya dijo en precampaña que ETA fue “un ciclo político”, otra fórmula eufemística para evitar la condena explícita del terrorismo de la banda. Tras escucharle decir que ETA fue un “grupo armado”, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha preguntado “si realmente este es el ejemplo del cambio de ciclo que promueve EH Bildu. ETA fue el terrorismo. No hay más que decir que ETA fue el terrorismo. Hay que tener en cuenta las víctimas que provocó: 853 víctimas mortales, miles de personas heridas, secuestradas, extorsionadas, chantajeadas. También hizo daño a la sociedad vasca. Es absolutamente necesario que de una vez por todas EH Bildu condene a ETA, que fue una organización terrorista”.
La candidata de Sumar, Alba García, ha dicho en TVE que es “evidente” que ETA fue una “banda terrorista” y pedido a EH Bildu que “esté a la altura” de la sociedad vasca. “Hay que poner a las víctimas en el centro”, ha reprochado.. Elkarrekin Podemos ha querido aclarar que “ETA fue una banda terrorista” que “no existe”, según el parlamentario y candidato David Soto, quien ha juzgado “alucinante que el Gobierno de España entre en campaña electoral con este tema”.
Asociaciones de víctimas del terrorismo como Covite, la Fundación Fernando Buesa y la AVT se han unido al coro de críticas a Otxandiado. “Sus palabras evidencian que la fascinación por ETA sigue siendo un elemento fundamental del proyecto político de EH Bildu”, ha lamentado el colectivo dirigido por Consuelo Ordóñez. “Mientras no deslegitiméis ética, social y políticamente el terrorismo que ETA ejerció no podremos avanzar hacia una verdadera convivencia”, ha reaccionado la fundación del político socialista asesinado por la banda. La AVT considera que “no se puede permitir que alguien que se niega a condenar el terrorismo de ETA, blanqueándolo hasta límites insospechados (”¡grupo armado!”), nos hable de pensiones, sanidad o educación”.
Debate de la memoria
La narrativa que EH Bildu hace de la etapa sangrienta etarra le lleva a Santiago de Pablo, catedrático de Historia Contemporánea de la UPV, a remarcar que la visión ofrecida por Otxandiano representa “una marcha atrás absoluta” que pone al descubierto que “realmente EH Bildu no ha sido capaz de asumir su pasado, ni de decir claramente que ETA fue un grupo terrorista, y punto. Me parece muy desalentador”. ¿Puede influir en el resultado electoral? “No mucho”, sostiene, “porque no hacemos más que hablar de memoria y en realidad lo que les interesa a algunos es recordar solo lo que les gusta. La memoria, en el fondo, tiene que basarse en el conocimiento verdadero de nuestro pasado histórico, con todas sus letras. Espero que sirva para que la gente sea consciente de que no solamente esa coalición habla de ecología, de jóvenes, de derechos sociales, sino que no es capaz de reconocer algo tan básico como el derecho a la vida”, asevera De Pablo.
Al investigador e historiador Fernando Molina no le genera ninguna sorpresa el escapismo de Otxandiano al hablar de ETA porque su discurso “procede de Sortu, de la cultura madre de EH Bildu, que jamás condenó el terrorismo”. “En esa tradición política nunca ha habido terrorismo. Siempre han considerado que había dos violencias, la de ETA y la del Estado, que era igualmente rechazables y se anulaban la una a la otra, aunque consideraban que la de ETA estaba legitimada por el pueblo vasco, al que decían representar. Ese mundo no tiene ningún problema en condenar el franquismo, pero los asesinatos de ETA es mejor no recordarlos”.
La pugna electoral se ha tensionado en Euskadi. El PNV ha denunciado esta tarde que su candidato a lehendakari, Imanol Pradales, ha sido atacado por un desconocido con gas pimienta cuando salía de un mitin en Barakaldo (Bizkaia) para preparar el debate nocturno en ETB2 y ha tenido que ser atendido en el hospital de Cruces. El atacante ha sido detenido por la Ertzaintza. Todos los candidatos del resto de partidos, incluido el de EH Bildu, han condenado el ataque a Pradales en las redes sociales. El último tuit de Otxandiano era que había publicado la víspera, el lunes por la noche, y en el que animaba a “seguir en directo” la entrevista que le iba a hacer unos minutos después Bretos.
EH Bildu quería pasar por estas elecciones sin hacer ninguna autocrítica sobre su pasada complicidad con el terrorismo etarra. “Tengamos un debate serio y profundo, en términos constructivos. Nosotros no vamos a criticar al resto de partidos”, dijo Arnaldo Otegi en el arranque de la campaña y pidió que todos respetasen estas reglas de juego. Hasta ahora, los representantes soberanistas habían salvado con silencios —Nerea Kortajarena calló cuando le emplazaron a condenar a ETA en un debate televisivo— o respuestas esquivas —cuando Otxandiano dijo aquello de “ciclo político”— cualquier alusión a la banda terrorista. Pero justo en la recta final de la campaña, el debate de la memoria les hace tropezar sobre la misma piedra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.