Trias gana en Barcelona pero el PSC reivindica la Alcaldía con un pacto de izquierdas

El triple empate en Barcelona que reflejaban las encuestas ha derivado en una noche de infarto en la capital catalana, en la que Junts per Catalunya, con Xavier Trias al frente, ha conseguido finalmente encabezar el recuento con 11 concejales. Logró un escaño de ventaja, y no está claro que consiga gobernar la ciudad, ya que el PSC ha logrado la segunda posición con 10 ediles y Ada Colau un total de 9, pero a apenas unas decenas de votos de adelantar al socialista Jaume Collboni. Los pactos decidirán si Trias vuelve o no a la Alcaldía ocho años después de ser desalojado por Colau. Lo que ya es seguro es que la alcaldesa no se podrá mantener en el cargo ni con pactos, porque es Collboni quien está en disposición de liderar una mayoría alternativa a Trias. El socialista se ha postulado esta misma noche para encabezar un acuerdo de izquierdas, para el que sería necesario el apoyo de los comunes y de Esquerra Republicana.

Con el escrutinio completado, Trias ha logrado el 22,3% de los votos, frente al 19,79% de Collboni y el 19,77% de Colau. Los 11, 10 y 9 concejales que han obtenido, respectivamente, marcan una clara diferencia respecto a los 5 que ha logrado Ernest Maragall, de Esquerra Republicana, los 4 del PP y los 2 de Vox, que ha entrado por primera vez en el Ayuntamiento de Barcelona.

El recuento ha sido especialmente complicado porque hasta el último momento hubo posibilidades de que el PSC perdiera un escaño en favor de Colau, lo que habría situado a la alcaldesa en segunda posición y en disposición de liderar la mayoría alternativa de izquierdas.

La oleada de descontento con la gestión de los comunes que reflejaban las encuestas ha impulsado al candidato de Junts y también al socialista Collboni. El primero ha conseguido encabezar el recuento a base de una campaña que se ha centrado en explotar los déficits de gestión de la alcaldesa y en rechazar las políticas troncales de los últimos años en la capital catalana, especialmente en el ámbito urbanístico y de la reducción de tráfico rodado en el centro de la ciudad.

Collboni también ha logrado un fuerte empuje criticando decisiones de la alcaldesa con la que ha compartido gobierno los últimos cuatro años. A tenor de lo dicho durante la campaña, el socialista podría tener opciones de arrebatarle la Alcaldía a Trias, ya que se ha abierto a pactos tanto hacia la izquierda como hacia la derecha y solo ha rechazado el apoyo de Vox. Collboni ha reivindicado ante la militancia del PSC su posición como “primer partido progresista de Barcelona” y se postuló a pactos para lograr la Alcaldía: “No renuncio a nada”, dijo. Aseguró que Barcelona necesita un gobierno progresista que tenga “estabilidad”.

Si no hay pacto de izquierdas, Trias será alcalde al ser el más votado. La opción de Collboni puede ser intentar un tripartito de izquierdas como el que ha gobernado Barcelona durante buena parte de la democracia, con los comunes y Esquerra Republicana. Otra opción sería intentar amarrar el apoyo de Colau a la investidura y también el del PP, que en campaña ha admitido que podría apoyar a Collboni si con ello se evita que gobierne Ada Colau. En este caso, el argumento del socialista podría ser el de evitar que Barcelona quede en manos de un partido independentista, por más que Trias ha descafeinado totalmente el discurso secesionista.

Colau, la gran derrotada

La primera gran derrotada de la noche fue Ada Colau, que había centrado su campaña en la necesidad de lograr una victoria clara para evitar que la ciudad quedara en manos de socialistas o exconvergentes, a los que atribuye una voluntad de “involución”. El segundo gran derrotado fue Ernest Maragall, de ERC, que ha pasado de encabezar el recuento hace cuatro años a quedar en cuarta posición. Los resultados de Colau dejan políticamente muy tocado a su partido, el espacio de los comunes. En el caso de Maragall, los malos resultados se suman a los que ERC ha registrado en toda Cataluña. El partido ahora tendrá que decidir si, visto el castigo recibido, sigue apostando por pactos con los socialistas o si vuelve a abrirse a acuerdos con Junts. En el caso de Barcelona, Maragall no se mojó en su intervención. Solo reclamó a Trias que “intente” formar un gobierno “estable”. Y estabilidad es, precisamente, lo que prometió Collboni con un acuerdo de izquierdas.

Más allá de Barcelona, el resultado de ERC también es malo. Los de Oriol Junqueras, que ganaron las elecciones en el conjunto de la comunidad en 2019, quedaron el domingo terceros, superados por el Partit dels Socialistes y por Junts per Catalunya. Los socialistas recuperaron importantes cuotas de poder fuera de Barcelona y el PP volvió al escaparate, con la Alcaldía de Badalona, que será para Xavier García Albiol tras lograr una abultada mayoría absoluta.

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