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Díaz Ayuso reivindica un perfil propio ante Casado para la campaña electoral

El líder del PP reconoce que la candidata tendrá “manos libres” si llega a gobernar

Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, en la inauguración del Congreso de Nuevas Generaciones del PP celebrada el sábado en Madrid.
Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, en la inauguración del Congreso de Nuevas Generaciones del PP celebrada el sábado en Madrid.David Fernández (EFE)
Juan José Mateo

Las elecciones están sirviendo para que Isabel Díaz Ayuso marque perfil propio frente a la dirección del PP, que encabeza Pablo Casado. Primero se negó a confirmar el fichaje de Toni Cantó, reclamando su derecho a controlar los tiempos de su campaña. Luego diluyó la importancia de que otros dirigentes autonómicos o exministros la apoyen camino de las urnas. Y ayer dijo: “Me presento yo. El proyecto lo encabezo yo. La Comunidad me la he echado a las espaldas yo. Y así pienso seguir haciéndolo”. Casado reconoció que tendrá “manos libres” si gobierna.

La dirección nacional del PP ve con suspicacia a Miguel Ángel Rodríguez, el poderoso jefe de gabinete de Díaz Ayuso, al que acusa de dificultar que Casado aproveche en favor de sus ambiciones nacionales el tirón de la presidenta. Por su parte, a nadie del PP de Madrid se le escapa que la campaña regional giraba única y exclusivamente alrededor de su líder, y de sus propuestas, hasta que llegó el fichaje de Cantó, impulsado por Génova.

Desde entonces, todo lo que rodea al exactor ocupa más portadas y horas de radio y televisión, desde las tiranteces con Génova por su llegada, hasta la decisión de la justicia de sacarle de la lista electoral por no cumplir con el requisito de haberse empadronado en Madrid antes del 1 de enero de 2021. Un error al que Díaz Ayuso intentó quitar importancia el lunes. “Por una cuestión burocrática una campaña no cambia, ni la fuerza de una candidatura”, argumentó en una entrevista en Es Radio.

Díaz Ayuso es señalada unánimemente por todas las encuestas como ganadora de las elecciones del 4 de mayo. Pero en el PP asumen que el desembarco de Cantó ha creado una nota discordante en la plácida partitura que estaba tocando hasta ahora la campaña de la presidenta camino de la cita con las urnas. También, que los réditos que se buscaban con su fichaje ya han sido cobrados: personificar la unión de PP y Cs en la papeleta electoral de la líder conservadora. En consecuencia, y ante la posibilidad de que Cantó no vaya en las listas, la dirección nacional de la formación dio el lunes un paso atrás y dejó en manos de la presidenta de Madrid el futuro del exdiputado de UPyD y Cs, que lucha en el Tribunal Constitucional por mantener su puesto en la lista electoral.

—[Ayuso] tendrá las manos libres. Elegirá a los consejeros que estime oportuno. ¡Solo faltaba!, exclamó Casado en una entrevista en Antena 3, en la que le preguntaron si el exactor acabaría en un posible Gobierno popular en Madrid.

—Eso le corresponde a Ayuso, es una decisión que tiene que tomar ella, coincidió José Luis Martínez-Almeida, el número tres del partido, su portavoz a escala nacional, y el alcalde de la capital.

Nada de eso ha pasado inadvertido para Díaz Ayuso, que ya tiene decidido ofrecerle a Marta Rivera de la Cruz (Cs) la Consejería de Cultura en caso de que gobierne. Aunque ese sería el puesto natural de Cantó, nadie en el PP duda de que el exactor encontraría acomodo en un hipotético Ejecutivo de la líder conservadora si así lo quiere. Su futuro, en cualquier caso, se marcará al ritmo de las decisiones de la presidenta, y no de la dirección nacional de Génova.

Toni Canto
Isabel Díaz Ayuso y Toni Cantó, el 7 de abril.Andrea Comas

Mi proyecto es Madrid”, dijo el lunes Díaz Ayuso, intentando cortar de raíz los rumores de que antes o después dará el salto a la política nacional, disputándole el poder en el PP a Casado. “Como presidente, tienes la libertad para dirigir, la libertad para echarte a la espalda responsabilidades y ser fiel al proyecto que tú quieres encabezar. Cuando eres ministro, las cosas cambian”, siguió la presidenta de Madrid. “Lo relaciono mucho con lo que me preguntaban sobre mi secretario general y el presidente de mi partido, Pablo Casado”, añadió la líder conservadora. Y recalcó: “Yo tengo perfil propio. Aspiro a seguir defendiéndolo. He sido una mujer siempre independiente y libre. Me presento yo. El proyecto lo encabezo yo. Y la Comunidad de Madrid me la he echado a las espaldas yo. Y así pienso seguir haciéndolo”.

Antes de que arranque la campaña oficialmente, Casado y Díaz Ayuso ya han tenido tres citas llenas de significado. Dos se corresponden con actos de campaña en los que ambos se dedicaron muestras de complicidad y lealtad mutua: Casado incluso llegó a ligar su futuro político al éxito de Díaz Ayuso en estos comicios.

Con la pareja de dirigentes de acuerdo en coincidir en más mítines hasta el 4 de mayo —incluyendo los del arranque y el cierre de la campaña—, la tercera reunión resumió lo que está ocurriendo entre bambalinas: un intento por mantener la complicidad que siempre ha unido a Casado y Díaz Ayuso en medio de un momento de máxima tensión política, y en el que sus equipos no se entienden tan bien como los líderes.

Así, Díaz Ayuso acudió a la sede nacional de Génova a finales de marzo para pactar con Casado; el secretario general nacional, Teodoro García Egea, y otros dirigentes del PP su lista electoral. Fue la reacción a las horas de zozobra provocadas por la apuesta de la dirección nacional por fichar a Cantó, y por la incomodidad que genera en algunos dirigentes que el equipo de la candidata esté aprovechando la campaña para profundizar en el perfil propio de la aspirante.

En el PP nadie duda de la buena relación entre Díaz Ayuso y Casado, amigos desde los tiempos de las Nuevas Generaciones. A ninguno de ellos se le olvida que el líder nacional apostó por la regional como candidata en 2019, cuando era una desconocida. El entorno de la presidenta, además, acalla las voces que señalan que intenta construir una líder nacional tildándolos de “meros rumores de pasillo”.

Pero en la formación conservadora abundan quienes interpretan el presente y el futuro mirando al pasado reciente. Madrid lo es todo para el PP: el mejor escaparate de sus políticas cuando quiere llegar a La Moncloa, y la cuna de su organización más potente. Y nadie ha olvidado que la Comunidad y el poderoso partido regional ya fueron el trampolín desde el que Esperanza Aguirre intentó el salto a la política nacional en los tiempos de Mariano Rajoy.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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