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Rodrigo Cuevas: “Me presentaría en la investidura desnudo”

El agitador folclórico asturiano haría obligatorio el baile en las escuelas y prohibiría los toros

Jesús Ruiz Mantilla
El artista Rodrigo Cuevas con sus burras 'Faraona' y 'Xuana' en Caperea (Asturias), este martes.
El artista Rodrigo Cuevas con sus burras 'Faraona' y 'Xuana' en Caperea (Asturias), este martes.PACO PAREDES

Desde Vegarrionda, en la Asturias oriental, donde vive con solo 20 vecinos, Rodrigo Cuevas se define como agitador folclórico. Nudista con pluma, DJ dado al volantazu, escanciaría como sidra millones para la cultura, la sanidad, la educación y pondría este país en manos de los audaces. También prohibiría algunas cosas, por si lo quieren saber, lean…

Pregunta. Si usted fuera presidente, ¿con qué nos daría la gaita?

Respuesta. Con que bailara más la gente. Pondría una hora obligatoria de baile en las escuelas.

P. ¿Qué tipo de reconquista tropical debería emprenderse desde Covadonga?

R. No soy ni de reconquistas, ni de Covadonga, me provocan escozor, antes que conquistar o reconquistar prefiero conseguir cosas. Pero puestos a soñar, me encantaría que hubiera más gente joven en los pueblos.

P. El día en que salieron los españoles del ambiente rural, ¿comenzaron a cavar su tumba?

R. Sí, lo creo. Además, la vida dura no solo se te presenta en los pueblos, también en las ciudades, pero viene dado por aquella aspiración tan dañina de perseguir tus ambiciones. En el peor sentido…

P. Como gran experto en sidra, ¿hacia dónde escanciaría los millones de fondos europeos?

R. Cuando estoy de cena con mis amigos yo soy uno de los chamanes que escancia. Trabajé de camarero, también, pero no me dediqué a eso. Los fondos los repartiría en la cultura, mucho, para la producción y la gestión. Se los daría a la gente que demostrara audacia, poder transformador. También a las residencias de ancianos, la sanidad y la educación.

P. Usted, frixuelo de sangre DJ, ¿con qué le da más vueltas a su cabeza?

R. Ahora me he cambiado el nombre a Volantazu, y lo mismo te pincho a Las grecas que a alguien intenso. ¿Qué me obsesiona? Que gane otra vez el odio, que quienes lo profesan vuelvan al poder.

P. Ya que le gusta darle a la pandereta, qué turra eso de las redes, ¿no?

R. Igual, lo que pasa con eso es que acabamos de empezar a ensayar cómo son. Y todavía tenemos que aprender a usarlas.

P. ¿Le presta cantar las verdades?

R. Sí, ¡qué rollo el postureo! No me atrae nada, no se sabe cómo puede ser que triunfe. La autenticidad se detecta al instante porque hay mucho de lo otro.

P. Ya que reivindica la pluma como un atributo metafísico, ¿falta algo de eso en la clase política?

R. Podría haber más. La pluma es, para mí, espontaneidad natural, lo que sale en momentos relajados, ahí, fluye, cuando desaparece esa tensión que nos vuelve artificiosos. Y en política estamos hartos de verlo.

P. ¿La pluma?

R. No, la tensión.

P. También reivindica el nudismo, ¿cómo bajamos los pantalones a ciertos discursos y actitudes?

R. ¡Nos están quitando las playas nudistas!

P. ¿Quiénes? ¿Dónde?

R. ¡Los textiles! Se van en masa a esos lugares tan recónditos, sin ninguna vergüenza, con muy poco respeto, para hacerse la foto. Llegan a molestar con sus bañadores y sus 50.000 enseres de playa, son muy ruidosos los textiles, llegan como si fueran a un parque de atracciones.

P. Bueno, bueno…

R. Para mí, el nudismo no es exhibición, no se reduce a estar en pelotas, eso es solo lo más visible. Va mucho más allá, tiene que ver con aceptarse tal como eres, sin disfraz ni nada que te marque. Con no saber si eres rico, pobre o pijo. Anula la capacidad de discriminación, quita al otro la posibilidad de ofenderte.

P. Y pese a ser nudista y reivindicarse como tal, ¿qué modelo elegiría para la investidura?

R. Pues, eso, sin vestir para ser investido, iría desnudo.

P. ¿Sabe mandar?

R. Sí, creo que sí, no tengo reparos. Más bien organizar equipos, aunque eso tendrían que decirlo mis músicos.

P. ¿Y obedecer?

R. No, ves, eso no, me cuesta mazo.

P. ¿Controla el consenso?

R. Sí, lo disfruto, además, llegar a acuerdos es maravilloso. Cuando veo a Yolanda Díaz consensuar, me digo: esta tía tiene que dormir hoy que no le cabe el pecho en la cama.

P. Si usted fuera presidente, ¿qué adelantaría y atrasaría?

R. Adelantaría sacar el tráfico de las ciudades, cuanto antes mejor, y prohibiría los toros. Atrasar, nada. ¿Para qué? ¡Con las ganas que tendría de adelantarlo todo!

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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