La mayor afluencia del voto por correo examina a Correos ante unas elecciones críticas

El voto por correo, que en las dos últimas elecciones generales fluctuó entre casi el 3% y el 4%, está —con ocasión de los comicios del 23 de julio— más bajo la lupa que nunca. Por un lado, las elecciones se celebrarán en un puente muy probablemente caluroso en pleno verano. Además, el PP lleva días lanzando la sospecha de que la empresa pública Correos no lo está gestionando bien. Y los recientes casos de presunta compra de votos en Melilla o Mojácar, que al final han implicado a responsables de distintos partidos, han despertado todas las alertas. Correos desmiente como “bulos” que haya un problema de colas o aglomeraciones en sus oficinas, aunque admite sin dar más datos una mayor afluencia de peticiones de votos por correo. Fuentes de la compañía también sostienen que el dispositivo está preparado para aumentar plantilla y horarios con el fin de evitar cualquier incidente. Los sindicatos, por su parte, reclaman más personal.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que fue tres años presidente de Correos con el gobierno de José María Aznar entre 2000 y 2003, lleva días quejándose de la convocatoria extraordinaria y adelantada por parte de Pedro Sánchez de las elecciones generales el 23-J. Y ello pese a exigir durante meses el anticipo electoral porque creía acabado el ciclo de este gobierno incluso antes de los malos resultados para el actual ejecutivo en las elecciones locales del 28-M. Feijóo y el PP cuestionan ahora que las urnas se vayan a abrir en pleno verano durante el puente de Santiago. En el PP de Feijóo son conscientes de que muchos electores podrían optar en este caso por votar por correo y no se fían de que la actual dirección de esa empresa pública, que preside Juan Manuel Serrano, exjefe de gabinete en el PSOE de Sánchez, esté haciendo todo lo posible para facilitar ese tipo de operaciones en estas circunstancias especiales. Feijóo volvió a insistir este martes, durante una entrevista concedida a Onda Cero, en cuestionar a la cúpula de esa empresa —siempre intenta salvar a los carteros— al exigir que extreme su cuidado ante este dispositivo electoral. También, reclamó una campaña para incentivar ese tipo de voto y que se amplíen los horarios de apertura de sus oficinas, en algunos casos por las tardes y hasta los fines de semana.

El director y responsable de Comunicación Externa de Correos, Juanjo Castillo, señala que todas esas advertencias ya las ha tenido en cuenta la empresa, que ha puesto en marcha una campaña en radios y redes sociales para promocionar el voto por correo. La corporación prevé formalizar hasta 5.500 contratos temporales para cubrir el 100% de las vacaciones de la plantilla en julio y mantendrá sus horarios habituales en ese mes en sus 2.389 oficinas en toda España, además de habilitar ventanillas exclusivas para la gestión de esos trámites en las sedes dónde se considere necesario. Correos señala que potenciará también el uso del sistema de cita previa que ya funciona en 503 de sus oficinas y que, cuando lo consideren preciso, activarán “la opción del gestor de turnos para voto por correo, para priorizar la atención o canalizarla hacia puestos específicos, para agilizar la atención y reducir las esperas en las oficinas durante el periodo electoral”.

En Correos responden sobre la evidencia del calor que presumiblemente hará durante esta campaña electoral que sus funcionarios y carteros ya trabajan todos los años en julio, haya o no elecciones, y en esta ocasión tomarán medidas excepcionales si hacen falta en ese sentido, como harán también en relación con la seguridad si finalmente la Junta Electoral Central certifica en su reunión de este jueves la obligación de aportar el DNI a la hora de emitir ese tipo de voto, como ya se exige ahora para pedir la documentación, y como ha sido el caso el 28-M para las elecciones sobre la ciudad autónoma de Melilla.

La cúpula de la compañía reconoce que en la semana ya en vigor para pedir la documentación del voto por correos han apreciado en genérico “una mayor afluencia” a sus sedes, pero no facilitan ni en qué medida ha aumentado esa demanda de voto por correo ni la presencia en sus oficinas. Eso sí, rechazan que se hayan producido aglomeraciones o colas de manera habitual. Correos ratifica así que no dará datos oficiales de voto por correo hasta que finalice el plazo para tramitar esas solicitudes el 19 de julio. El límite para obtener la certificación de ese tipo de voto acaba el 13-J. El voto se puede pedir también por internet con un DNI electrónico o con la aplicación de autofirma del Ministerio de Hacienda.

Los sindicatos han aprovechado esta convocatoria electoral para reivindicar una aumento de su plantilla y recordar que en los últimos años la misma ha sufrido un recorte de 7.000 personas. El responsable federal de CC OO, Regino Martín Barco, sin embargo, no ha querido ser alarmista sobre la fiabilidad de un sistema que funciona y ha pedido a los políticos que no sean “irresponsables” ni generen inseguridad. Los sindicatos de Correos calculan que el déficit de carteros está en torno a 4.500. También, critican la deuda de la empresa, que cifran en 750 millones y aguardan a que el aumento de personal ahora sí llegue a tiempo y no como en los comicios últimos de mayo, donde se anunció un refuerzo de 2.500 efectivos que finalmente no aparecieron. Correos argumenta que incluso sin ese incremento se demostró que el servicio se cumplió sin contratiempos.