Los comunes se estancan con ocho escaños y claman por el tripartito
Jéssica Albiach, candidata de En Comú Podem, anuncia que este lunes llamará a Illa y a Aragonès para negociar un Gobierno de izquierdas
La candidatura de En Comú Podem arrancó la campaña poniendo los pies en el suelo y recordando a todo el mundo que eran conscientes de que no ganarían, pero que necesitaban 68 escaños para lograr su objetivo de participar en un Gobierno de izquierdas con ERC y los socialistas, sus socios en el Congreso y en el Ayuntamiento de Barcelona. Con la calculadora en la mano, los números permiten abonar esa posibilidad porque el PSC y los republicanos suman 66 diputados –33 cada uno– y ellos ocho, por lo que entre los tres suman 74, muy por encima de los 68 que fijan la mayoría absoluta. “El Gobierno de izquierdas es imparable. Será el instrumento que hará posible abrir una nueva etapa en Cataluña”, ha dicho con un gesto serio Jéssica Albiach, candidata de los comunes en una noche electoral en la que en la sede no había militancia por la covid-19.
Acompañada de todos los miembros de la candidatura y escoltada por la alcaldesa Ada Colau, Albiach no ha podido ocultar cierta decepción con el resultado. El espacio se ha estancado con ocho escaños, los mismos que logró el 21-D en 2017 y entonces ya supuso un frenazo a sus expectativas. Con todo, los comunes seguirán reivindicando hasta el final el tripartito y este mismo lunes la líder de la candidatura llamará a Salvador Illa (PSC) y a Pere Aragonès (ERC) para que se sienten a la mesa a negociar y que olviden los vetos “estériles” propios de otra época. “Este es el Parlament más de izquierdas de toda la historia. Haremos todo lo que esté en nuestras manos”, ha reivindicado. El independentismo ha ampliado la mayoría y, en el fondo, los comunes temen que ERC cumpla su palabra, no pacte con los socialistas y vuelva a reeditar el Govern con Junts.
Con el apoyo de todos los ministros de Unidas Podemos, que han reivindicado la impronta de izquierdas del Ejecutivo, En Comú Podem ha sido la candidatura que, posiblemente, ha hablado con más claridad de los pactos en esta campaña. Dijo desde un principio que era consciente de que no podía ganar y reivindicó ese Gobierno de izquierdas para cambiar de ciclo en esta década. No le importó tampoco pedir desde el primer día a Illa humildad porque entre el PSC y ellos no les alcanzaba, avanzó, para gobernar al ser una “cosa de tres”.
El discurso no les ha valido para dar el salto. Por ello, tanto ella como Ada Colau ha urgido a sus dos socios potenciales a que olviden los vetos y que apliquen el sentido común y la misma coherencia que utilizan en el Congreso y en Barcelona. Los republicanos han investido a Pedro Sánchez y dado vía libre a los Presupuestos y en Barcelona han pactado los grandes temas de la ciudad como las cuentas y el tranvía por la Diagonal. “¿Por qué Cataluña no se merece lo que pasa en el Congreso y en Barcelona?”, se ha preguntado Albiach, consciente, sin embargo, de que ERC acaba de firmar un documento en contra de apoyar a un candidato del PSC. Y ha pedido una cosa más: que nadie dé el paso de presentarse a la investidura falsa sin tener los apoyos necesarios. Seguramente, ha sido un aviso a Illa, que ya ha anunciado que dará dicho paso.
“Esperamos que nadie se presente a una investidura ‘fake’ sin los votos necesarios”, ha afirmado la cabeza de lista de En Comú Podem en alusión a Salvador Illa
“Somos un espacio sólido: ha sido una lucha de David contra Goliat. Solo nos queda crecer”, ha afirmado la cabeza de lista. Con el 97,78% del voto escrutado, los comunes suman ocho diputados, los mismos que en 2017 y tres menos que en 2015. Entonces, asieron básicamente la bandera de las políticas sociales, orillando el problema soberanista -ahora acaban de difundir una canción en que decían que qué pereza el procés- y no funcionó: perdieron tres escaños; 40.000 votos y un 1,48% de apoyos. Este domingo, han perdido el 0,60% de los votos y 132.000 sufragios si bien la mayoría de formaciones han visto reducidos sus apoyos drásticamente por la baja participación. La CUP, por primera vez, les ha superado.
La coalición se quedó en 2017 sin diputados en Girona y Lleida y ahora tampoco han logrado representación en estas provincias. La formación se había volcado en recuperar la representación en Girona apostando como candidata por Rosa Lluch, la hija de exministro asesinado por ETA, hasta el punto de que participó con Albiach y Ada Colau en el acto de apertura de campaña en Barcelona. Jaume Asens, diputado de la formación en el Congreso, ya avisó el viernes que pugnaban con Vox para lograr diputados en Girona y Lleida. El partido de ultraderecha ha logrado en esas dos provincias representación.
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