Tras una campaña emponzoñada por la investigación de la supuesta compra del voto por correo, el Partido Popular ha ganado finalmente las elecciones por mayoría absoluta en Melilla al lograr 14 diputados y 15.488 votos (el 54,33%), lo que supone un aumento de 2 diputados respecto a 2019. Coalición por Melilla (CpM), la formación localista señalada por la Fiscalía general del Estado de estar relacionada con el supuesto fraude electoral, ha caído de 8 escaños a 5, con 5.467 sufragios (18.63 %). La Asamblea de Melilla reparte 25 asientos, por lo que la mayoría se sitúa en 13 diputados. Así que el candidato del PP, Juan José Imbroda, podría gobernar en solitario. El PSOE ha bajado de 4 a 3 escaños, Vox se mantiene en 2 y Somos Melilla, 1. Con estos resultados, el Gobierno de Melilla cambiará por completo. El hasta ahora presidente de la ciudad autónoma, Eduardo de Castro, que concurrió en 2019 por Ciudadanos, fue investido como máxima autoridad de Melilla gracias a una coalición con CpM y PSOE.

Pero el principal protagonista de estas elecciones en la urbe fronteriza ha sido el aumento exponencial de las solicitudes del voto por correo, que ha tenido consecuencias tanto judiciales como políticas. Por un lado, este factor acentuó los indicios de la Policía Nacional sobre una supuesta trama de compra de esos votos. Y, por otro, las medidas policiales y judiciales provocaron que, finalmente, miles de sufragios quedaran en el limbo. De las 11.727 peticiones tramitadas en Melilla, emitieron su voto efectivo 5.814 personas, solo 49,57% de los electores por vía postal, y casi el 10% del censo total. Lo que ha provocado que este domingo hubiera mesas que prácticamente tenían la misma cantidad de sobres en urna que los depositados por los carteros en los centros. Y que la ciudad registrara el dato de participación más bajo de España: un 36,91% (dato actualizado a las 18.00 horas de este domingo), la cifra más baja de España. Los funcionarios de Correos han llegado a los colegios dentro de furgones policiales y escoltados por los agentes.

El líder de CpM, Mustafa Aberchán, ha valorado el escrutinio en la sede del partido. “Es un resultado nefasto. Las elecciones han estado contaminadas, Imbroda está dispuesto a quemar la ciudad. En política hay que sufrir e Imbroda solo viene a disfrutar”, ha afirmado Aberchán entre gritos de “presidente” en el local de la formación, lleno de simpatizantes del partido y de prensa.

Incidentes en las mesas

La Delegación del Gobierno de Melilla ha afirmado en rueda de prensa que la jornada electoral ha transcurrido “tranquila” salvo “incidentes” puntuales. Ante el peligro por eventuales “tensiones”, la ciudad ha estado tomada desde primera hora por numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad del Estado con 594 agentes en total, el doble de Ceuta. Había colegios electorales en los que había desplazados hasta una veintena de miembros de Policía Nacional y Local, tanto a las afueras como en el interior de las instalaciones.

Entre los problemas registrados se encuentran los de varios electores que habían solicitado el sufragio por correo y han intentado aun así votar este domingo, algo no permitido. Como ejemplo, el del colegio León Solá, ubicado en uno de los barrios más desfavorecidos, donde una persona ha llegado a introducir un sobre en la urna y el presidente de mesa se ha dado cuenta, justo en ese momento, de que ya había pedido el voto por correo. Se ha dado parte a la Junta Electoral Zonal (JEZ) con sus datos. En ese mismo centro ha votado la candidata de CpM, Dunia Almansouri, quien ha vuelto a insistir en que su partido impugnará las elecciones, sea cual sea el resultado.

Uno de los incidentes más reseñables ha ocurrido también en las inmediaciones del mismo centro educativo. Agentes de la Policía Nacional, vestidos de paisano, han identificado a tres hombres ante sospechas de que estaban “comprando votos” por las calles, según fuentes policiales. Los sospechosos están relacionados con miembros de CpM, como así ha confirmado a este periódico, presente en el lugar, un apoderado y abogado del partido, que ha acudido para prestarles representación jurídica. Les han incautado 450 euros en metálico. Los identificados han alegado que el dinero en metálico, todo en billetes de 50 euros, lo habían ganado en el casino.

Poco después, en torno a las 13.00, en la puerta del CEIP Mediterráneo, en el Barrio Hebreo, un coche conducido por miembros de CpM ha llevado a una mujer y a un hombre a votar. Los agentes han consultado a ambos si venían por su propia voluntad o han sido coaccionados, a lo que han respondido que actuaban libremente. Un agente ha fotografiado la matrícula del coche, por lo que el conductor ha bajado del vehículo y ha pedido explicaciones. Tanto el miembro de CpM como otros hombres apostados cerca del colegio se quejan de “presiones policiales” durante la jornada electoral.

Los últimos problemas se han suscitado una vez que los colegios electorales han cerrado sus puertas y ha comenzado el recuento. Por ejemplo, en una mesa del colegio León Solá, la apoderada de CpM y diputada afirmaba que los votos por correo llegados antes de la obligación de presentar el DNI no eran válidos. Algo que no era cierto. Al mismo tiempo han comenzado las impugnaciones en otras mesas. CpM pretende interponer un recurso para exigir la repetición electoral dentro de pocos días, cuando el escrutinio sea ya definitivo.

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