Moreno Bonilla: “Voy a intentar evitar el pacto con Vox”
El candidato del PP a la presidencia de Andalucía afirma que intentará gobernar en solitario pero elude cerrar la puerta a la extrema derecha
Juan Manuel Moreno Bonilla no nació en Andalucía, sino en Barcelona, hace 52 años, porque sus padres emigraron a Cataluña para buscar trabajo. Es nieto de jornaleros y lo menciona antes de la entrevista para contar que parte de su familia es de izquierdas y que lo miraban “raro” cuando se hizo del PP. Ahora, el candidato popular a la presidencia de Andalucía se ha moderado tanto y ha jibarizado tanto las siglas del PP, que se ha encontrado con un problema inesperado, según confiesa: que algunos votantes no saben que para votar a “Juanma” ―así figura el nombre en la cartelería― tienen que coger la papeleta del PP. A pesar de ello, está confiado en que ganará las elecciones andaluzas, como dicen todas las encuestas. En Málaga, donde se crio, Moreno afirma que no se ve con la aspirante de Vox, Macarena Olona, de vicepresidenta, pero evita comprometerse a no gobernar con el partido de extrema derecha.
Pregunta. ¿Siente vértigo ante la posibilidad de no cumplir las altas expectativas?
Respuesta. Claro que tengo vértigo. Las encuestas van a condicionar la sensación del resultado en positivo o negativo. Se puede dar la paradoja de que yo gane las elecciones y suba 14 escaños, una barbaridad y, sin embargo, haya una especie de decepción.
P. ¿Cuál es su objetivo en escaños? ¿47, 50?
R. Tener un escaño más que toda la izquierda junta. Eso, en términos políticos y estratégicos, es muy importante. Cuanto más me acerque a los 55 escaños [mayoría absoluta] más posibilidades tendré de gobernar en solitario, que es mi gran objetivo.
P. Santiago Abascal, líder de Vox, dijo el viernes que igual tiene usted que repetir las elecciones, que no los va a “chantajear”. ¿Cómo va a convencerlos?
R. No pretendo chantajear a nadie. Lo único que he dicho es que creo que hay una mayoría de andaluces serenos y que, si los andaluces deciden que no haya mayoría, quiero un Gobierno viable. Si a mí me dicen: “Para ser presidente tienes que poner el impuesto de sucesiones”, pues digo que no voy a ser presidente. O “tienes que cerrar la RTVA [la televisión pública andaluza]”, pues no voy a ser presidente. No voy a pasar ni un centímetro del Estatuto de Autonomía de Andalucía.
P. ¿Por qué si logra más escaños que la izquierda Vox le va a dar la investidura gratis?
R. El escenario para Andalucía puede ser complicado, porque puede ser imposible. Para evitarlo, ¿qué les decimos a los electores? Que la única opción viable es el PP.
P. Y si no, ¿se repiten las elecciones?
R. Si el Gobierno es inviable… yo no quiero repetir las elecciones. Será un fracaso de todas las fuerzas políticas, porque si se repiten no podríamos tener un presupuesto en 2023, que era el objetivo, y agotaríamos al ciudadano, que está harto.
P. ¿Es preferible repetir las elecciones o formar un Gobierno de coalición con Vox?
R. Depende de qué Gobierno.
P. Un Gobierno con Vox que respete el Estatuto de Autonomía andaluz.
R. Yo deseo gobernar solo y creo que puedo gobernar solo.
P. ¿Se compromete a que en ningún caso formará un Gobierno con Vox?
R. Lo puedo repetir 100 millones de veces. Cuando llegue al río, cruzaré el puente.
P. O sea, que no se compromete.
R. Ahora mismo no hemos llegado al río y yo no me comprometo porque no desprecio la voluntad de los andaluces.
P. ¿Qué le diría a un indeciso si confía en usted, le da su voto y luego termina en una coalición con Vox?
R. Nadie puede tener miedo a mi Gobierno, porque nunca haré cosas en contra de mi naturaleza. Cuando yo digo que el límite es el Estatuto de Autonomía, ¿qué significa? Que la RTVA sigue, que las políticas de violencia de género siguen. Que la lucha contra el cambio climático sigue.
“La televisión pública y la lucha contra la violencia de género seguirán”
P. Fue el primer dirigente autonómico del PP que pactó con Vox su investidura. Ha pactado tres presupuestos y las leyes clave de su mandato.
R. ¿Y ha pasado algo?
P. ¿Va a evitar ahora ese pacto?
R. Voy a intentar evitarlo. Lo veo en la calle, votantes del PSOE y de IU me dicen: “Los míos no van a salir, y para que estés mal acompañado, te voto”. Esta reflexión la ha hecho Andalucía.
P. La fórmula de intentar evitar deja un resquicio a que pueda suceder. ¿Por qué no lo descarta?
R. Podemos estar dos horas de entrevista y no van a sacar nada más. Los ciudadanos tienen que decidir lo que quieren e igual quieren un acuerdo de tres partidos y no se equivocan. Lo que hagan me gustará más o menos.
P. ¿Se ve con Macarena Olona de vicepresidenta?
R. No me veo.
P. ¿Es posible hablar de milagro económico andaluz cuando los 12 municipios más pobres de España siguen estando en Andalucía?
R. Lo que sería milagroso es que después de casi 40 años de gobiernos socialistas, nosotros, en tres años y medio, hubiéramos conseguido revertir la tasa de pobreza que han generado unas políticas determinadas. Eso es herencia pura del socialismo. Milagro andaluz significa que en Andalucía por primera vez el PIB cayó menos que la media de España durante la covid. Hemos crecido más que la media.
P. El PIB andaluz descendió menos por el menor peso del tejido industrial y el gran peso del agrícola, que no son elementos de una economía de primer nivel.
R. ¿Está diciendo que la tercera economía de España es subdesarrollada? Entonces tendría que preguntarle al socialismo. ¿Quién ha destruido la industria en Andalucía y con 16 causas judiciales pendientes?
P. Después de casi cuatro años gobernando, no se puede echar toda la culpa a la herencia…
R. No se puede pedir que los problemas estructurales, de décadas, los resuelva en tres años y medio.
“No me veo con Macarena Olona de vicepresidenta de la Junta”
P. Andalucía sigue en los últimos puestos en gasto sanitario por habitante.
R. Éramos los últimos y ahora somos los penúltimos, hemos pasado de 1.146 a 1.500 euros (por habitante). Hemos metido 2.000 millones de euros y 30.000 trabajadores nuevos. Nos queda muchísimo por hacer, pero es incuestionable que en materia sanitaria, de educación y de dependencia, estamos mucho mejor que en 2018.
P. Han llegado muchos fondos covid.
R. Pero lo mantendremos en el tiempo con fondos propios. ¿Por qué la izquierda nunca ha conseguido llegar al 7,4% de inversión en sanidad o al 5% de la educación? (Cifras previstas en los Presupuestos de 2022 que no se aprobaron) Nosotros somos gestores y ellos no. Este debate no lo aguanta la izquierda.
P. ¿Qué piensa cuando escucha las conversaciones grabadas por Villarejo que demuestran las maniobras del PP para evitar que salieran a la luz los Papeles de Bárcenas?
R. Me genera bochorno. Pero hay que ser muy prudente porque hay un proceso judicial. Por supuesto, pido que paguen los responsables.
P. Si las andaluzas salen bien, ¿Alberto Núñez Feijóo tiene hechas las generales?
R. No. Estas son unas elecciones andaluzas, pero previsiblemente sí van a tener efecto en la política nacional.
P. Si su resultado se aleja del de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, ¿podría el PP pensar que la estrategia más válida es la de ella, la de la “batalla cultural”, en lugar de suya, la moderada?
R. Madrid tiene una estrategia distinta por su sociología. En Andalucía hay otra realidad económica y social. Nosotros solo podemos crecer políticamente y generar mayorías amplias si somos un partido centrado y moderado. Entiendo que por la existencia de Vox haya personas en el PP para las que ese criterio quizás no sea el más razonable.
El doble ganador en diferido
El presidente andaluz y candidato a la reelección, Juan Manuel Moreno, nació en Barcelona hace 52 años. Sus padres, emigrantes malagueños, regresaron a su tierra cuando él era pequeño para montar un comercio. Sus abuelos eran jornaleros del Valle del Guadalhorce. Con 19 años se afilió al PP. Con 25, era concejal del Ayuntamiento de Málaga; con 29, diputado en el Congreso —por Cantabria—. Con 41, secretario de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad. Con 44, presidente del PP andaluz. Con 48, presidente de la Junta de Andalucía con el apoyo de Ciudadanos y Vox.
Durante la campaña de las elecciones autonómicas de 2018, pensaba en su salida, consciente de que la dirección nacional del PP tenía preparada una gestora para relevarlo en previsión de un mal resultado. Lo fue —obtuvo casi la mitad de apoyo que su predecesor, Javier Arenas—, pero el pelotazo de Vox, que se estrenó en el Parlamento andaluz con 12 diputados, le dio las llaves de San Telmo. Hoy, según los sondeos, roza la mayoría absoluta en el viejo feudo socialista y se ha repartido el PP con Alberto Núñez Feijóo, el otro autor intelectual de la expulsión de Pablo Casado. Moreno Bonilla, que en su día apostó por Soraya Sáenz de Santamaría frente a Casado como sucesora de Mariano Rajoy, no solo ganó en diferido los comicios andaluces de 2018: también las primarias del PP.
En la campaña de 2018, con la actitud del que no tiene nada que perder porque ya intuye derrota y gestora, se dejó ver susurrando a las vacas —para pedirles el voto— y cantando Sabor de amor. Estos días volvió a visitar a Fadi, la risueña rumiante de 700 kilos. Él dice que es su “talismán”; y los sondeos, que lo único que tiene que hacer para pegar la estocada definitiva es no despertar a la izquierda. Ya ha logrado lo más difícil: soplar y sorber a la vez, ser el primero del PP en pactar con Vox y mantener la imagen de barón moderado del partido. El que ríe el último…
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