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Moreno explota el discurso del voto útil contra Vox para atraerse al electorado de centroizquierda

El candidato del PP marca distancias con el partido ultra y fija líneas rojas en materias sensibles para el electorado progresista como la violencia de género, el medio ambiente o la inmigración

Juanma Moreno
El presidente de la Junta y candidato del PP a la reelección, Juan Manuel Moreno, en un barco de pesca durante su visita a Fuengirola.Enrique Bermúdez (EFE)
Eva Saiz

En pleno ecuador de la campaña andaluza, el candidato a la reelección, Juan Manuel Moreno, ha empezado a marcar distancias de forma más clara con Vox. Tras una primera semana con la consigna de mantener un perfil bajo con respecto a la formación de ultraderecha, el candidato del PP opta por exprimir su imagen moderada y presentarse directamente como única opción viable para impedir que el partido de Santiago Abascal entre en el Gobierno de la Junta. “Muchos andaluces han entendido que somos la única fórmula para parar a este partido”, señaló ayer jueves en Fuengirola (Málaga). Este viernes, en una entrevista en la Cadena Ser, ha ahondado en su estrategia de apartarse de Vox. “No veo el interés de buscar entrar en un gobierno en el que no creen. Me parece incoherente”, ha señalado.

El caladero de ese voto útil, reconocen en el PP, está en ese electorado de centroizquierda indeciso y que las encuestas apuntan que podría decantarse por los populares. El último estudio de Thinking Heads cifra en el 16,6% el trasvase de votos del PSOE al PP y es a ese electorado al que Moreno se dirige como garante de que, si los apoyos se concentran en su partido, no será necesario depender de Vox. Además del respeto al Estatuto de Autonomía, el presidente de la Junta, está anunciando otras líneas rojas que podrían disuadir a un simpatizante de izquierdas de confiar en su candidatura, como la lucha contra la violencia de género o el cambio climático y la inmigración.

“Un Gobierno viable es un Gobierno que respete el Estado de las Autonomías, y ellos [Vox] van a tener que acatar la Constitución y aceptar que la RTVA va a seguir existiendo y que vamos a seguir luchando contra la violencia de género, porque es un problema que tenemos en Andalucía”, ha señalado Moreno en la Cadena Ser. “Hay partidos de izquierda que manosean ciertos conceptos ideológicamente, como la violencia de género o la lucha contra el cambio climático, y dejan de ser una política de Estado para ser de unos pocos y yo en eso estoy en contra. Pero lo que es evidente es que la lucha contra el maltrato a las mujeres y por la igualdad es una política de Estado, igual que la lucha contra el cambio climático, y allí tenemos que remar todos en la misma dirección”, ha insistido.

Sobre la inmigración y al hilo de la propuesta de la reforma del reglamento de Extranjería del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Moreno ha reivindicado que la mano de obra migrante “era necesaria”. “Ordenar la inmigración es muy complejo, pero está funcionando como un reloj en Andalucía y eso permite garantías laborales y de sueldo justo para que nadie tenga la tentación de explotación”. Un mensaje opuesto al de Vox que está haciendo del rechazo a la inmigración uno de los pilares de su campaña.

En esa pugna por ese electorado de izquierdas, Moreno se ha llegado a presentar como el Macron andaluz: “la gente me votará como a Macron para gobernar sin ataduras ni extremos”, dijo este jueves, en referencia al presidente francés Emmanuel Macron. Un símil que inmediatamente ha salido a cuestionar el candidato socialista, Juan Espadas, que también está planteando su campaña con el objetivo de movilizar a esos 400.000 simpatizantes del PSOE que el 2018 se quedaron en sus casas. “La diferencia entre Moreno y Macron es que el francés no pactó con la ultraderecha y el segundo le ha abierto la puerta pactando con ellos para mantenerse en el poder”, puntualizó Espadas ayer en un acto electoral en Almería.

En esa pugna por el voto útil, el PSOE insiste en que el binomio PP-Vox será ineludible si se escoge la papeleta de los populares y apela al miedo a la extremaderecha. “Dan miedo, son el pasado y el NO-DO [noticiero propagandístico semanal del régimen franquista] en blanco y negro”, dijo Espadas. Y frente a ese miedo, Moreno vuelve a utilizar la baza de su imagen moderada: “¿Qué miedo doy yo?”, repite en sus actos. En Almería, uno de los tradicionales feudos del PP y donde más ha crecido la ultraderecha, con una agricultura intensiva que ha crecido gracias a la mano de obra migrante, Espadas también contrapuso su programa de apoyo y acogimiento a los inmigrantes, frente a las políticas de expulsión que defiende Vox.

La partida se juega en el centro y en el PP saben que de cómo se decante la balanza —si a la derecha o la izquierda― puede depender tener la ansiada holgura para no depender de Vox. Por eso han llegado a utilizar eslóganes tradicionales del PSOE presentándose como el “partido de las clases medias” en la comunidad. “Algo está cambiando en Andalucía”, ha dicho Moreno este viernes, apoyándose en sus sensaciones en la calle con los ciudadanos. “El cambio ya se había producido en las grandes ciudades, donde en muchas ya gobernaba el PP, el voto rural socialista se ha ido erosionando y solo faltaba ver el cambio en la Junta para evidenciar ese viraje de tendencia. El que vota a Moreno ahora sabe que no va a perder”, señalan fuentes cercanas de la formación popular. Un mensaje que también vale para el votante de Vox menos radical. “Ellos ―los simpatizantes de Vox― antes nos votaban a nosotros”, abundan.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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