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José Manuel Cuenca, mano derecha de Mazón y ‘vicepresidente’ en la dana

El jefe de gabinete del exmandatario, que empezó como cronista deportivo, pasa a un primer plano del caso tras conocerse sus mensajes con Pradas

Un periodista ha centrado esta semana buena parte de la instrucción judicial y el debate político sobre la gestión de la dana que en octubre de 2024 acabó con la vida de 230 personas en Valencia. Se trata de José Manuel Cuenca, el todopoderoso secretario autonómico del gabinete del expresidente valenciano Carlos Mazón. Era su sombra, su amigo, su confidente, su compañero entre semana del piso que compartían, no muy lejos del Palau de la Generalitat. Y la persona que hablaba en nombre del jefe. De ahí la relevancia de su testimonio sobre sus llamadas y mensajes de WhatsApp el día de la riada y que haya sido requerido dos veces como testigo por la jueza que investiga los posibles delitos de homicidio imprudente y negligencia. El fiscal le espetó el pasado viernes que parecía que fuera él “el vicepresidente y el segundo de a bordo” en la toma de decisiones en un día de “tanta importancia” en lugar de un secretario autonómico, un jefe de gabinete, un periodista sin ninguna experiencia en emergencias que hizo de intermediario del presidente de la Generalitat durante una de las mayores catástrofes de la historia de la Comunidad Valenciana.

En las dos últimas semanas, Cuenca, de 55 años, también ha llamado la atención por el tono chulesco empleado en sus comparecencias tanto dentro como fuera de los juzgados de Catarroja y en la comisión sobre la dana en el Congreso de los diputados, según, entre otros, abogados de la acusación, políticos y analistas. A varias personas que crecieron con él en la población alicantina de Ibi, en el corazón industrial del llamado Valle del juguete, o que lo trataron en su larga etapa profesional en Alicante, cuando trabó amistad con Mazón, no les ha sorprendido su comportamiento; a otras sí. Consideran que la cercanía al poder ha transformado a este periodista que empezó como redactor de deportes y se labró una trayectoria como director de emisoras de la Cadena Cope (en Dénia, Alicante y Murcia, entre 1999 y 2017) hasta que acabó mal con la empresa y pasó a trabajar para una firma de limpieza y servicios, adjudicataria de contratos públicos, justo antes de responder a la llamada de Mazón a principios de 2023.

Como jefe de Gabinete y Comunicación del exdirigente del PP valenciano, aficionados ambos al running, que empezaron a practicar juntos en las playas de San Juan, Cuenca se mostraba accesible y operativo con algunos informadores y amenazante con otros, según diversas fuentes; se encargaba de hablar con los periodistas y si acaso con sus jefes, también de discutir titulares en ocasiones, presionar, manejar informes o sacar a colación la publicidad y la promoción institucional, además de preparar la agenda del president, su principal cometido.

La entrega por parte de la principal investigada en la causa, la exconsejera de Justicia e Interior Salomé Pradas, de un listado que recoge sus wasaps con Cuenca reveló un reguero de mentiras y lo puso en el disparadero. Al escrutar el cruce de mensajes, la jueza concluyó que la sombra de Mazón hasta la dimisión de este el pasado 3 de noviembre no fue una pieza más en el fallido engranaje que gestionó la crisis. Y que, ni de lejos, adoptó el papel secundario con el que se presentó ante la instructora en su primera declaración, el pasado 26 de noviembre. “Salo, de confinar nada por favor. Calma”, llegó a pedirle a Pradas a las 19.54 horas, tras el desbordamiento del barranco del Poyo, génesis de la desgracia al causar las inundaciones que arrollaron Paiporta y Catarroja, donde la riada se llevó 55 y 25 vidas, respectivamente.

Tras el rosario de contradicciones, la instructora, Nuria Ruiz Tobarra, lo volvió a citar el pasado viernes como testigo, una condición que le obliga a decir la verdad. Cuenca se mostró desafiante ante la magistrada, que le reprochó que hubiera dado instrucciones a Pradas sobre cómo gestionar la crisis. “No di órdenes”, insistió él en un tenso interrogatorio, según fuentes presentes. Y se negó a entregar su móvil. Adujo que era “para proteger su intimidad”. En su primera visita al juzgado ya avisó de que había perdido todos sus mensajes con Mazón porque supuestamente se cambió el teléfono y no hizo copias de seguridad.

Fuera de Valencia el día de la dana

Cuenca negó también ser machista cuando en el juzgado le reprocharon otro mensaje: “Salomé, para confinar hace falta un estado de alarma. Y eso lo decreta la chica que tienes al lado. La delegada. Calma”. El exjefe de gabinete del expresident afirmó que “si hubiera sido hombre hubiera dicho chico”. Cuenca estaba fuera de Valencia el día de la dana, como otros miembros del núcleo duro de Mazón, pese a la alerta roja. Según declaró ante el juzgado, aquel día tuvo que desplazarse a Xàtiva y Benigànim “por asuntos personales”, aunque a su subordinada, Pilar Montes, entonces directora general de Relaciones Institucionales, comentó que había viajado por “un tema de partido”. Cuenca no detentaba ningún cargo orgánico, ni se le ha conocido actividad de partido, más allá de que fue asesor del grupo parlamentario popular en las Cortes valencianas entre febrero y mayo del 2023. Procede de un ámbito con varios miembros de su familia de conocida militancia de izquierdas en Ibi, si bien a él no se le recuerda una especial pulsión política.

Sí se ha recordado en estos meses su paso por la empresa murciana STV Gestión entre 2017 y 2023 como responsable de relaciones Institucionales, antes de dar el salto a la política, siempre a la sombra de Mazón. La firma fue adjudicataria de un contrato de emergencia a dedo durante la dana para la limpieza de polígonos por parte de la Generalitat, como adelantó eldiario.es. La contratación inicial de 290.000 euros se amplió a 2,3 millones en diciembre tras detectarse una carga de trabajo “muy superior a la presupuestada”.

La Generalitat justificó la licitación porque ese tipo de contratos eran “imprescindibles para paliar la emergencia” y aseguró que la firma había trabajado también con administraciones gobernadas por el PSPV-PSOE. Los mayores contratos en la Comunidad Valenciana, no obstante, los ha obtenido de instituciones gobernadas por el PP. En este sentido, el grupo socialista en la Diputación de Alicante, presidida por Toni Pérez, del PP, ha señalado que la empresa STV Gestión SL recibirá más de 11 millones de euros de la institución que se suman a los 5,8 millones del mandato anterior, cuando Mazón era su presidente (entre 2019 y 2023).

A la sombra del expresident, Cuenca también desplegó otra teoría exculpatoria de difícil encaje. Pese a que Pradas le reportó a las 16.28 horas de la existencia de un muerto en Utiel –un dato que contradice la versión de Mazón, que sostuvo en el Congreso que se enteró de que había fallecidos al día siguiente-, Cuenca declaró el viernes ante la jueza que “no procesó información” sobre esta víctima mortal y que por eso no lo transmitió a su entonces jefe. También precisó que el ex jefe del Consell no pidió a Pradas que no le molestara mientras disfrutaba de un almuerzo de casi cuatro horas en el céntrico restaurante El Ventorro de Valencia con la periodista Maribel Vilaplana. Un ágape que se desarrolló mientras se inundaba parte de la provincia de Valencia.

Cuando pasaba una hora de la segunda comparecencia judicial de Cuenca, la sesión se suspendió unos minutos para decidir una cuestión de calado: si el poderoso asesor pasaba de testigo a investigado. Siguiendo el criterio de la Fiscalía, la magistrada desechó esta posibilidad porque carecía de competencias en materia de Emergencias .

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