La Generalitat y las entidades acuerdan realojar a un centenar de los desalojados del B9 que estaban bajo el puente de la autovía

Cinco días después del desalojo de las 400 personas que malvivían en el antiguo instituto B9 de Badalona, el Govern, las entidades sociales de la ciudad y la Sindicatura de Greuges han llegado a un acuerdo este martes para realojar durante dos meses a parte de los que se habían instalado bajo el puente de la autovía y quienes habían ocupado el antiguo albergue de Can Bofí Vell, que fue clausurado por el alcalde Xavier García Albiol en 2024. La mediación se ha alargado durante la pasada noche y madrugada, y llega tras una escalada en la situación, el domingo y el lunes, con concentraciones de vecinos contrarios a que se atendiera a los desalojados en una parroquia.

La negociación se ha alargado porque las entidades exigían que se realojara de forma simultánea a los migrantes que estaban en el puente y los que habían ocupado Can Bofí Vell. En total, serían entre 80 y 100 personas, explican fuentes conocedoras del acuerdo. Los equipamientos en los que han sido realojados no se han hecho públicos y están en el entorno metropolitano de Barcelona, entre el Baix Llobregat y el Maresme.

Durante la tarde de este martes ha comenzado un dispositivo en el que participan servicios sociales, las entidades implicadas y la Cruz Roja para realojar al grueso del centenar de personas que desde el viernes han estado durmiendo bajo el puente de la C-31, la mayor parte del tiempo, bajo la lluvia. El realojo se alargará “durante las próximas horas” han explicado fuentes oficiales, que han agradecido la colaboración de las entidades.

En paralelo a este nuevo dispositivo, Cáritas y las entidades han explicado que han realojado a 52 personas, con discreción y sin revelar la ubicación de los equipamientos, para evitar incidentes. Los alojamientos se han realizado con el apoyo del departamento de Derechos Sociales, ha explicado la portavoz de Cáritas en Barcelona, Mercè Darnell. “Nunca habíamos visto una situación en la que los vecinos se opusieran a la asistencia a estas personas después de discursos criminalizadores”, ha lamentado Darnell, veterana que ya trabajó durante los encierros de migrantes en iglesias en 2002.

Por su parte, desde el Sindicat d’Habitatge Socialista de Catalunya, que ha participado en la negociación, se ha emitido un comunicado en el que aplaude el “desahogo temporal de una situación de emergencia muy grave” pero alerta de que la medida “no es una victoria”. “El acuerdo es una medida de urgencia pero no una alternativa residencial real″, han anunciado. “Lo que hemos vivido estos días con el B9 es una medida de cómo avanza el auge reaccionario, que implica a las diferentes fuerzas parlamentarias ya algunos medios de comunicación y que pone en su diana a la clase trabajadora migrante”, han añadido.

El acuerdo llegaba pocas horas después de que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, asegurase que su Ejecutivo trabajaba para resolver la situación de crisis social en Badalona. Al mediodía, Illa ha pedido “calma” a los vecinos y ha asegurado que garantiza que se cumpla la ley. “La irresponsabilidad no sale gratis, tiene consecuencias”, ha asegurado el president en clara alusión al alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol. Ha sido entonces cuando Illa ha augurado que en las próximas habría novedades en la situación y ha afirmado que el Govern trabajará para garantizar la convivencia de acuerdo a “los valores humanistas que sustentan la acción de su Ejecutivo”, según él.

“Nunca habíamos visto una situación en la que los vecinos se opusieran a la asistencia a estas personas después de discursos criminalizadores”

Mercè Darnell, portavoz de Càritas en Barcelona

Por otra parte, también este martes la Fiscalía ha instado, a través de los juzgados de Badalona, al alcalde Albiol a aclarar de forma urgente si ofrecía soluciones a los desalojados del B9, a quien lleva semanas presumiendo de que realizaría el desalojo sin atenderles, tal y como requería la sentencia que instaba el desahucio. También las Naciones Unidas censuraron el desalojo por el trato “cruel” a sus protagonistas.

Illa, que ha explicado que ha hablado con Albiol por teléfono, ha rechazado entrar en polémicas directas: “Lo que le tenía que decir [a Albiol] se lo he dicho en privado”. Albiol ha descrito este martes por la mañana el asentamiento del antiguo instituto B9 desalojado hace una semana en Badalona como una organización criminal en la que había “mafia, prostitución y drogas, y los capos cobraban a la gente para dormir”. En una entrevista en el programa Aquí Catalunya de SER Catalunya, el edil ha reiterado que no hay sitio en la ciudad a largo plazo para los más de 400 desalojados.

Para Illa “quizás hay gente que quiere que los ciudadanos pierdan la cabeza, yo no” y ha alabado la tarea de las entidades sociales que “ayudan con discreción a resolver los problemas, no dan entrevistas”. Unas 400 personas se manifestaron ayer en apoyo a los desalojados de uno de los mayores asentamientos de Cataluña hasta que fueron forzados a moverse la semana pasada por orden judicial. Los concentrados se reunieron delante del antiguo albergue Can Bofí Vell, cerrado por el alcalde Xavier García Albiol, y ocupado de nuevo por un grupo de expulsados del B9.

El presidente de JxCat, Carles Puigdemont, ha culpado este martes de la tensión por el desalojo en Badalona a la “dimisión de liderazgo” del presidente catalán, Salvador Illa, y a la “actitud incendiaria” del alcalde badalonés.