Girona busca recolocar 250 alumnos vulnerables, expulsados de las escuelas del Opus tras su privatización
Les Alzines y Bell-lloc perderán el concierto el próximo curso y dejarán de participar en el plan catalán contra la segregación


La privatización de las escuelas del Opus Dei -por su voluntad de mantener la escolarización separada de niños y niñas- ha creado un problema colateral al Departamento de Educación de Cataluña: recolocar a los alumnos vulnerables que no podrán pagar la cuota como centro privado y que ahora se mantienen gracias a las ayudas de la Generalitat para luchar contra la segregación escolar. Aunque la mayoría de estas escuelas vinculadas al Opus tienen un perfil elitista, este no es el caso de las dos ubicadas en Girona, Alzines y Bell-lloc. “Habrá una bolsa de alumnos, y no pequeña, que será necesario recolocar”, admite Ramon Homs, director de Bell-lloc. El Departamento asegura que trabaja con la previsión inicial de tener que recolocar unos 250 alumnos vulnerables, aunque añade que habrá que ver cuántos se pueden quedar en las escuelas -con ayudas y becas- y a cuántos finalmente habrá que buscarles nuevo destino, con el hándicap que ello implica debido al número limitado de plazas libres.
El pasado mes de junio, las escuelas de Les Alzines (escolariza solo a niñas) y Bell-lloc (de niños) anunciaron su fusión y que pasarían a ser privadas. Al realizar este paso, las escuelas dejarán de recibir la financiación de la Generalitat, en forma de concierto educativo, pero también acabará su obligación de participar en el Pacto contra la Segregación escolar de Cataluña y en el reparto equitativo de los alumnos vulnerables. Actualmente, estos alumnos cuentan con una ayuda de 988 euros, que debe garantizar su escolarización gratuita en un centro privado concertado, pero sin esta subvención -conocida como mochila económica- las familias no pueden asumir el pago de las cuotas.
La decisión de fusión de ambos centros no fue una sorpresa, ya que sigue la senda iniciada por otras escuelas del Opus y que apuestan por la separación de niños y niñas en el aula, un modelo prohibido por la nueva ley educativa estatal, la Lomloe. El problema es que estos colegios quieren preservar su modelo diferenciado, cosa que implica que el curso que viene perderían la financiación de la Generalitat. Educación inicia en los próximos meses el proceso de renovación de conciertos para primaria y ESO. Ante la necesidad de pasar a ser privados y para ser viables económicamente, Les Alzines y Bell-lloc han buscado fusionarse para ganar músculo, compartir recursos y ser más eficientes.
Dentro de este plan de viabilidad, tener alumnos que no paguen el coste real de la escolarización no ayuda a cuadrar las cuentas. Los 988 euros que se aportaban por cada estudiante vulnerable estaba lejos de esa cantidad. “Estábamos abocados a una desaparición a medio plazo o al ahogo económico porque la mochila no cubre el coste y hay alumnos en algunos cursos que no cuentan con la ayuda”, abunda Homs. Con todo, desde la escuela admiten que la posible salida de los alumnos vulnerables estaba prevista. “Cuando anunciamos la privatización ya previmos que algunas familias no se lo podrían pagar y por ello activamos una bolsa de ayudas, la cuestión es hasta dónde podemos llegar”, admite Homs.
Desde el AMPA de Bell-lloc añaden que con la nueva etapa también se ajustarán ciertas circunstancias. “Hay familias que ya no querían venir a la escuela pero que se vieron obligadas a venir. Y, en cambio, algunas que sí querían no han podido hacerlo porque eran de fuera de Girona y, como se reservaban plazas para alumnos vulnerables, no había vacantes”, explica la presidenta Mireia Candel.
Las escuelas, conscientes de lo aparatoso que supone intentar trasladar a este gran volumen de alumnos en un curso -que el sector de la concertada cifra en 500 alumnos, pero que el Departamento rebaja a 250-, propusieron a Educación que la retirada del concierto fuera paulatina. “Lo razonable hubiera sido una progresividad, de manera que los nuevos alumnos entraran con el sistema privado, pero que los alumnos actuales pudieran acabar la etapa con el concertado, pero nos dijeron que no”, lamenta Homs.
Desde la Fundación Escuela Cristiana también ha expresado su preocupación por esta situación, pero propone como solución las numerosas plazas libres de dos centros - FEDAC Pont Major i Sagrada Família- ubicados a las afueras de Girona. Las escuelas reunieron este lunes con el Ayuntamiento de la ciudad para solicitar que a los alumnos que tengan que ser recolocados en estas escuelas lejanas se les conceda el comedor y el transporte gratuito.
El alcalde de Girona, Lluc Salelles, asegura que todavía están abiertas todas las posibilidades aunque expresa sus reservas a trasladar parte de los alumnos a estos dos centros periféricos. “Hay otras propuestas para salvar estas escuelas, llevar alumnos vulnerables a estas escuelas no es la solución”, dice. También se muestra partidario de que el cambio “no se haga de golpe”. “Pero todavía estamos trabajando para que ello tenga el menor impacto posible a las escuelas de la ciudad”, remata.
La situación de Girona no se da en otros casos de privatización de escuelas del Opus, como La Vall y la Farga, o Viaró y Canigó, con un perfil aún más elitista. De hecho, desde Institució Familiar, que gestiona las dos primeras, admite que el número de alumnos vulnerables “es muy reducido” y que “las familias que quieran continuar lo podrán hacer porque existen un programa de ayudas para estos casos, así que si estas familias deciden irse no será por motivos económicos”, apunta una portavoz de Institució, quien recuerda también que con la privatización y la pérdida de financiación de la Generalitat dejarán de tener apoyos para la escuela inclusiva, como los monitores de apoyos a alumnos con trastornos en el aprendizaje.
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