Mike Blackman (ISE): “Barcelona hace muy fácil poder hacer contactos”

Desde que el congreso Integrated Systems Europe (ISE) se trasladó a Barcelona desde Ámsterdam, en 2021, su director general, Mike Blackman (Georgetown, Guyana, 64 años), ha certificado que fue la decisión correcta. “Realmente está funcionando, es el sitio en el que estar”, dice durante una entrevista en un despacho de la avenida Diagonal. El congreso, que llegó como el hermano pequeño del Mobile World Congress, está acercándose a sus números: el año pasado reunió a 73.891 asistentes, y este año ha registrado un 20% más. Un aumento que, explica, se debe a la buena marcha de la industria a la que está dedicado el salón: la del sector audiovisual.

Pregunta. Llegaron casi como unos desconocidos a Barcelona, y ahora afrontan una edición de récord. ¿Qué ha cambiado?

Respuesta. Ya batimos el récord el año pasado. En 2017, cuando decidimos que nos queríamos ir de Ámsterdam, hicimos algunas proyecciones sobre cómo queríamos estar en 2025 en cuanto a asistentes, espacio... Y ya las hemos superado. Esto muestra la fortaleza y la recuperación de la industria audiovisual, y la importancia del ISE. Y eso que decidimos mudarnos a España, que no es el mercado más fuerte de la industria, como lo son Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Luxemburgo o Escandinavia.

P. ¿Fue una buena decisión venir a Barcelona?

R. Sí, Barcelona ofrecía hoteles a precio razonable, vuelos suficientes y una infraestructura que sostiene un congreso tan grande como este. Pero lo más importante ha sido la hospitalidad, y Barcelona hace muy fácil poder hacer contactos. En un congreso siempre hay gente que se registra pero luego no viene. ¿Por qué? Tenemos encuestas que nos dicen que es por temas de familia, por enfermedades o porque otra cosa les ha surgido en la agenda. Sobre esto último, ser lo más importante en el calendario, sí podemos incidir, fomentando que haya eventos alrededor del congreso.

P. ¿Perdieron asistentes de países del norte con el traslado?

R. Sí, en los primeros años aquí, sobre todo de Alemania y las regiones de Benelux y Escandinavia. Pero también vimos crecimiento, de Francia, Italia y obviamente de España. Ahora lo que vemos es que los de Benelux, Escandinavia, Alemania, Austria o Suiza están volviendo, y también vienen más de América del Norte y del Sur, o de la India. Barcelona es ideal para todos ellos.

P. ¿Se sienten acogidos por la administración y la ciudadanía?

R. Absolutamente. Tanto del Ayuntamiento, como de la Generalitat y el Gobierno de España. El interés y el apoyo son crecientes. Tenemos mucho que ofrecer, con una industria que crece y que ayuda a convertir a Barcelona en un hub tecnológico.

P. ¿Y qué hacen para que quede un legado del ISE durante el año?

R. Algo importante es enseñar la cara amable de la tecnología, por ejemplo con el arte, y Barcelona es un buen sitio para ello. Muchas instituciones culturales abrazan la tecnología y les ayudamos a hacerlo. También haremos un mapping en la Casa Batlló antes del congreso, patrocinamos la fundación Joan Miró o el festival Llum BCN, que empieza cuando el congreso termina. Y también estamos presentes en proyectos a largo plazo sobre educación u oportunidades laborales, y colaboramos con la UPF en la Cátedra Futuros de la Comunicación. Cada vez hacemos más para no ser solo unos invitados en la ciudad, a la que dejamos un impacto económico de 468 millones de euros el año pasado.

P. La comparación con el Mobile World Congress es inevitable. ¿Compiten en algún nivel?

R. Los dos congresos son similares en su perfil, pero estamos en sectores totalmente distintos que no compiten entre sí. Quizá haya 10 o 20 compañías que vienen a los dos, pero vienen distintas divisiones de estas empresas. Hay un área gris, porque el sector audiovisual usa los móviles como una plataforma de comunicación, y al revés también, porque la industria del móvil usa las pantallas audiovisuales.

P. Este año se acercan a sus cifras de asistencia y espacio.

R. Cierto, este año ocupamos casi todo el espacio, todo el que está disponible. Seguramente en 2026 estaremos al completo, y en 2027 ya podremos usar el nuevo Hall Zero de Fira de Barcelona, que se tiene que construir, lo que nos permitirá seguir creciendo. No sé si en el futuro tendremos que usar también las instalaciones de Fira Montjuïc, o el CCIB, pero seguro que hasta 2030 el espacio de Gran Vía será suficiente. Barcelona tiene espacio de sobras, solo hay que saber gestionarlo.

P. ¿Cuánto esperan crecer?

R. Este año, el espacio contratado y el preregistro de asistentes han crecido un 20%, veremos si se confirma. Y el año que viene podemos hacer completo, más de 90.000 personas. Nuestra industria crece, porque lo audiovisual está en todas partes.

P. ¿Qué novedades veremos en el congreso?

R. El tema candente seguirá siendo la inteligencia artificial, y nuestro ponente principal, Brian Solis, es un experto en ello. También veremos más pantallas de iluminación LED curvas y transparentes, lo cual es muy importante para la arquitectura, audio inmersivo, cada vez más sofisticado, pantallas inteligentes, hologramas...

P. El teletrabajo puso la industria audiovisual como prioridad para las empresas, pero ahora hay una progresiva vuelta al trabajo.

R. Sí, esto está cambiando. Ahora vemos muchas compañías que están transformando sus oficinas con más tecnología para hacer más interesante la vuelta al trabajo. Están diseñando sitios de trabajo con mucha tecnología audiovisual, pero también con mejor iluminación. También estamos viendo muchos avances en telemedicina, que necesitan soluciones audiovisuales.

P. ¿La industria audiovisual es una oportunidad para Europa?

R. Europa no puede desafiar a China en fabricación de maquinaria. Pero sí en desarrollo, en investigación para tener soluciones de inteligencia artificial o de programas informáticos. Ahí Europa, y España con polos tecnológicos como el de Barcelona, pueden ser fuertes.

P. ¿Por eso dedican un espacio exclusivo a las startups este año?

R. Exacto. Siempre hemos tenido un espacio, pero nunca tan grande. Y es significativo, porque es un espacio que subsidiamos, ya que las startups no tienen dinero para alquilar los expositores. Así ayudamos a acelerar el ecosistema.