Barcelona prohíbe las estufas de gas en las terrazas de los bares a partir del 1 de enero

La moratoria que permitía las estufas de combustión de gas en las terrazas de bares y restaurantes acaba este año y el Ayuntamiento de Barcelona ya ha anunciado que, a partir del 1 de enero de 2025, se prohíbe este tipo de calefactores. Aún así, los restauradores podrán seguir utilizando las estufas eléctricas en las terrazas de sus negocios. La prohibición de los calefactores de gas en las terrazas surge de la ordenanza aprobada en 2018 y que supuso el fin de la guerra que llevaban meses manteniendo el Gremio de Restauración de Barcelona y el equipo de gobierno de Ada Colau.

En el primer mandato de Colau, la exalcaldesa heredó la ordenanza de terrazas de Xavier Trias cuya aplicación suponía la eliminación de miles de mesas y sillas. Colau aplicó una moratoria y comenzó a negociar con vecinos y restauradores. Fue entonces cuando el PSC, bajo la dirección de Jaume Collboni, entró en el primer gobierno de Colau y, pocos días antes de que finalizase la moratoria, se llegó a un acuerdo. Se redactó una nueva ordenanza que era más flexible en las distancias y las ocupaciones de la vía pública y era homogénea en toda la ciudad pero, en la letra pequeña, anunciaba la retirada de las estufas de combustión en 2025, justificando esta decisión en el hecho de que son dispositivos que generan emisiones de CO2. La nueva ordenanza la apoyó BComú, PDeCAT, ERC, PSC y PP

El Ayuntamiento de Barcelona ya ha anunciado que, a partir del 1 de enero, podrá sancionar a los empresarios que mantengan en el exterior estufas de combustión. Respecto a las estufas eléctricas, solo podrán utilizarlas -entre el 1 de noviembre y el 30 de abril- las que tengan una potencia de 150W/m2. El Consistorio asegura que desde la aprobación de la ordenanza en el año 2018 el Ayuntamiento “ha trabajado con los restauradores de la ciudad para que bares y restaurantes fuesen retirando progresivamente las estufas de combustión de gas y fuesen reemplazadas por medios alternativos”.

En diciembre de 2017, cuando se presentó la ordenanza que acabaría aprobándose en 2018, el gremio de restauración se felicitó porque la nueva normativa pacificaba el sector que había declarado la guerra al equipo de gobierno en el Ayuntamiento. Entonces nadie protestó por una futura prohibición de las estufas que iba a realizarse siete años más tarde. El próximo uno de enero entra en vigor una parte de aquella ordenanza tan aplaudida y las estufas de gas quedarán prohibidas. El gremio de restauración no ha querido hacer declaraciones ante la inminente prohibición.