Barcelona y su área metropolitana ultiman una subida del recibo del agua de casi un 6% para 2025
El Área Metropolitana actualizará la tarifa, que el año pasado ya subió en la capital catalana un 11,5%, por las obras de la sequía y la inflación, entre otros motivos
Los efectos de la grave sequía siguen coleando en la ciudad de Barcelona y toda su área metropolitana. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la administración supramunicipal con competencias de aguas en 23 municipios, ultima una actualización de las tarifas de agua potable que se traduciría en una subida de media de un 5,95%, según su Informe sobre el estudio técnico y económico de tarifas de suministro de agua para 2025, al que ha tenido acceso este periódico. Fuentes municipales confirman que, previsiblemente, esta última actualización de agua se vote en el próximo pleno del martes día 26. Si la subida se aprueba, el coste final para el ciudadano, apuntan estas mismas fuentes, sería de unos 0,77 euros al mes de media (1,5 euros en el recibo si se tiene en cuenta que se paga de manera bimensual). En paralelo, la AMB aprobó el pasado 29 de octubre un aumento del 10% en la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos (TMTR), un gravamen finalista que también se recauda a través del recibo del agua. El PSC cuenta con mayoría absoluta en el pleno del ente supramunicipal. El pasado año, los socialistas, Junts y ERC ya votaron a favor de la subida del 11,8% en la capital catalana, el mayor incremento en una década para hacer frente a las obras extraordinarias y urgentes obras por la peor sequía del siglo.
El pasado 8 de octubre, la sociedad mixta Aigües de Barcelona-Empresa Metropolitana del Cicle Integral de l’Aigua, controlada por Agbar, realizó la solicitud formal a la AMB para la actualización de las tarifas para 2025. En ella, Abemcia pedía un aumento de la tarifa del 6,32%, entre otros motivos, por los costes de las obras de emergencia que se siguen llevando a cabo para hacer frente a la excepcional sequía que afecta a Barcelona y toda su área metropolitana, donde sigue vigente la declaración de alerta, ya que los embalses del sistema Ter-Llobregat se mantienen en un insuficiente 36%. “Se continuarán produciendo otros gastos no recurrentes asociados a la sequía y que se necesitan incorporar en la solicitud de la tarifa para 2025″, recoge el informe técnico. Tras revisar la solicitud de Aigües de Barcelona para subir la tarifa un 6,25%, la AMB ha ajustado la cifra para rebajarla al 5,95%, que es la cifra que se llevará a votación en el pleno de la AMB.
En su solicitud, la sociedad mixta justifica asimismo la subida tarifaria por la necesidad de actualizar ciertas partidas “debido a la inflación”. También se tiene en cuenta “la bajada de los precios de la energía” y “otros gastos vinculados a la realidad de la evolución del servicio”, cita el documento. Asimismo, también se contemplan otros gastos como la aceleración necesaria en los cambios de los contadores en domicilios (con el objetivo de su digitalización) o la “contratación a terceros de algunas actividades relacionadas con la búsqueda de fugas de agua”. Para hacer el cálculo se ha utilizado también una estimación del IPC del 2,9% para 2025 y se ha tenido en cuenta la bajada del precio de la energía.
El ciclo del agua es también un ciclo de empresas y precios. La empresa pública Aigües Ter Llobregat (ATLL) es la encargada de captar el agua en las cabeceras de los ríos y los embalses, potabilizarla y trasladarla a los depósitos municipales, desde donde la distribuyen a los hogares otras empresas, como Aigües de Barcelona. La AMB también tiene en cuenta esa revisión en la tarifa de compra de agua de ATL, que está prevista de aprobación para el 2025, ha supuesto cambios en las cuotas de algunos municipios, “que en algunos casos se ha incrementando y en otros se ha reducido”, cita el documento. “En conjunto, sin embargo, supone un ligero incremento del coste de la compra para el 2025″, cita la AMB.
El informe también tiene en cuenta que el volumen de agua consumida para el próximo año seguirá bajando, pasando de los 149,4 hectómetros cúbicos de este año a los 146,8 en 2025, “fruto de la consolidación de los nuevos hábitos de consumo que, como en otras sequías pasadas, han venido para quedarse”. Barcelona es uno de los lugares de España donde los hogares consumen menos agua, en torno 100 litros diarios, cuando a principios de siglo eran más de 135, según datos del Ayuntamiento de Barcelona. Los expertos creen que se debe principalmente a que las campañas de sensibilización para ahorrar agua funcionan en la capital catalana.
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