_
_
_
_

Las lluvias otoñales alejan las restricciones más severas en Cataluña

Los principales embalses acumulan un 30% de agua, casi un 10% más que el año pasado, aunque la alerta por sequía sigue lejos de levantarse

Un grupo de manifestantes participan en la movilización convocada en la Gran Vía barcelonesa este lunes.
Un grupo de manifestantes participan en la movilización convocada en la Gran Vía barcelonesa este lunes.Enric Fontcuberta (EFE)
Carlos Garfella

Cuatro años después, Cataluña vuelve a vivir un otoño donde el agua sí cae del cielo y el vacío que el verano deja en los embalses empieza a llenarse. Las últimas lluvias del fin de semana han aumentado las reservas de los principales embalses de Cataluña, que este lunes se sitúan en torno al 30%, diez puntos porcentuales más que hace un año. El cambio de tendencia aleja a la comunidad de endurecer las restricciones por sequía en los próximos meses, algo para lo que el Govern se estaba preparando si la estación volvía a presentarse extremadamente seca, como ocurrió en 2023, lo que propició la entrada en emergencia por sequía extrema. Con todo, la comunidad está todavía muy lejos de llegar al 60% de agua embalsada, momento en el que el Govern daría definitivamente por superada esta histórica sequía (2020-2024).

El pasado día 8, la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Hídrica, Sílvia Paneque, explicó en rueda de prensa que la comunidad evitaría más restricciones de agua generalizadas si la pluviometría es “la normal” este otoño, teniendo en cuenta la serie histórica. Así, con las ultimas precipitaciones, las reservas han ampliado margen frente al límite del 25%, la frontera que marca la entrada en la fase de excepcionalidad y el endurecimiento de restricciones agrícolas, industriales y domésticas. Desde el pasado viernes, la lluvia ha sido abundante en gran parte de Cataluña, donde se han acumulado más de 50 litros por metro cuadrado en amplias franjas de la comunidad, también en la zona prepirenaica central, donde los dos principales ríos, el Ter y el Llobregat, discurren antes de llegar a los principales embalses. El embalse de Baells (Berguedà), el tercero con mayor capacidad, ha sido el más agraciado y ha pasado del 43% al 50% en apenas tres días. Sau (Osona), el segundo, ha pasado del 21,5 al 24% de agua embalsada, mientras Susqueda (Osona) se ha mantenido estable en el 28%. El embalse de Foix (Alt Penedès), uno de los más pequeños, alcanzó ayer su máxima capacidad (3,7 hm3) y el agua empezó a desbordarse de la infraestructura, anunció ayer la Agencia Catalana del Agua (ACA).

Además, es previsible que las reservas aumenten algo más en los próximos días porque los ríos siguen llevando más agua a los embalses de la que sale. Las previsiones meteorológicas apuntan además a más lluvias a lo largo de la semana por los efectos de una Dana. Aunque las lluvias cuantiosas se esperan en el litoral, especialmente el de Tarragona, donde pueden ser torrenciales. Durante el episodio de este fin de semana, en el Garraf (Barcelona) se acumularon más de 100 litros por metro cuadrado. Si bien el agua caída en esta zona no repercute en las reservas porque esta cae frente al mar, sí supone un gran alivio para una zona donde la extrema sequía ha sesgado la vida de centenares de árboles en los últimos cuatro años. Así, desde los Pirineos al mar, el panorama en las montañas y los ríos es visiblemente mejor al de los últimos años, donde el marrón se abría paso entre los bosques y de los ríos apenas bajaba un hilo agónico de agua.

Las lluvias del fin de semana, sin embargo, apenas se han dejado notar en las reservas del Alt Empordà, donde la situación sigue siendo muy crítica para los 12 municipios que se abastecen del embalse de Darnius-Boadella, al 17% de su capacidad, entre ellos Figueres o Cadaqués, donde sigue vigente la declaración de emergencia, que entre otras limitaciones prohíbe el riego de jardines, la limpieza de vehículos o un límite de 200 litros de consumo doméstico por habitante al día, bajo amenaza de multa. Otra de las zonas más castigadas donde esta vez sí ha llovido mucho ha sido el Campo de Tarragona, donde los embalses de Siurana (1,64%) y Riudecanyes (2,05%), que llevan meses prácticamente secos , han empezado a aumentar levemente sus reservas.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Garfella
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_