Obro Feel, el chat de la esperanza que ya ha atendido a más de 900 jóvenes catalanes
La Generalitat y la fundación Ajuda i Esperança crean un servicio de WhatsApp de escucha y apoyo emocional, disponible 24 horas, para la generación que no llama por teléfono
La pantalla del móvil se ilumina, el globo rojo sobre el icono de WhatsApp acumula números: dos, tres, cuatro. A un lado del chat, uno de los casi 900 usuarios de Obro Feel, el chat de acompañamiento emocional y psicológico de la Generalitat de Cataluña para los jóvenes. Al otro, uno de los 100 voluntarios de la Fundació Ajuda i Esperança que escuchan y ayudan a gestionar las consultas sobre soledad, trastorno de la conducta alimentaria, ansiedad, depresión o suicidio que reciben las 24 horas del día, los siete días de la semana. Desde noviembre―y solo en fase piloto―, Obro Feel ha abierto 8.000 conversaciones que demuestran que, con las herramientas adecuadas, los adolescentes quieren hablar de salud mental. “A los jóvenes les cuesta ir al psicólogo o pedir ayuda. El éxito de este canal de comunicación es su naturalidad, les damos un espacio para hablar y sentirse escuchados, que pueden utilizar en cualquier sitio. Y en los casos que lo necesiten, se les asesora para buscar atención sanitaria”, afirma Núria Valls, secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de la Generalitat (DGAIA).
Valls explica que, después de la pandemia, el incremento generalizado de problemas de salud mental en los jóvenes no se reflejaba en el circuito público de atención a la salud mental. En 2022, el Ayuntamiento de Barcelona y Ajuda i Esperança ya lanzaron un chat de acompañamiento emocional a los jóvenes. “Entonces”, cuenta Valls, “desde la Generalitat nos pusimos a trabajar con investigadores de la Universidad Pompeu Fabra para diseñar algoritmos en redes que facilitaran que los servicios públicos psiquiátricos y psicológicos llegarán a los jóvenes, de entre 14 y 29 años, que consultaban en internet esta información”. Solo dos meses después de la campaña #EsMotiuSuficient (Es motivo suficiente), Obro Feel había atendido 769 conversaciones.
Enric Morist, director general de Ajuda i Esperança, destaca la sencillez del proyecto: “Es como el Teléfono de la Esperanza. Lo único que hemos hecho es coger el servicio que dominamos y adaptarlo a una realidad temporal: los jóvenes no llaman por teléfono”, puntualiza. Obro Feel ofrece compañía y espacio a cualquier hora, en cualquier sitio y de forma anónima, sin nombre ni voz. “Para mucha gente es más fácil abrirse en este tono confidencial y de manera escrita”, asegura. Morist advierte que el chat es un “paso previo” a la psicología: “Las conversaciones no son de paciente a médico, no derivamos al la sanidad pública, pero sí aconsejamos sobre los servicios sociales más próximos a quienes necesiten un tratamiento completo”, explica. Desviar y frenar las ideas suicidas, animar a acudir a los servicios psicológicos del instituto o colegio y comunicar con la familia o con el entorno laboral los problemas de ansiedad, son algunas de las conductas que pueden recomendar los voluntarios del chat.
Este “confidente invisible” ha sido más popular entre las mujeres jóvenes, que representan el 72% de las personas atendidas. Morist insiste en que el éxito ha sido rotundo y el uso completamente transversal. “Los problemas no solo venían de unas zonas y franjas de edad determinadas, nos afecta a todos y en todas partes”, señala. La mayoría de las personas atendidas ―el 71,35%― todavía vive en el domicilio familiar, con progenitores y hermanos: “Muchas son personas con un entorno socioeconómico estable y miedo a preocupar a sus familias si les confiesan que están mal”. Los más frecuentes son los problemas en las relaciones con amigos o familiares, seguidos de principio de depresión o ansiedad y de ideas y conductas suicidas.
“Es importante llevar la salud mental a escuelas, colegios, institutos y fomentar el papel de lo público en la atención emocional y psicológica. Tenemos que ir de la mano: si nosotros decimos que es importante ir al psicólogo y lo recomendamos a una persona que no puede pagarlo, no tiene sentido”, critica Morist. En esta línea, Hannah Crespo coordinadora de juventud en Salut Mental Catalunya celebra que este servicio sea ese “empujón” para normalizar la psicología entre los más pequeños: “Debería hacerse más propaganda de este y todos los servicios gratuitos, como las formaciones que los profesionales de psicoeducación dan en las aulas. La prevención es la única salida”, afirma.
En el último año, todos los servicios de Ajuda i Esperança―Teléfono de la Esperanza (93 414 48 48), el Teléfono de Prevención del Suicidio (900 925 555), el Chat de Apoyo Emocional para Jóvenes (679 33 33 63)―suman casi 40.000 llamadas y conversaciones de chat atendidos por los 400 voluntarios de la entidad. En particular, el Teléfono de Prevención del Suicidio, acumula más de 16.800 llamadas desde su puesta en marcha en 2020 y en 2023 ha rescatado de forma activa a 29 personas en suicidio inminente o en curso, dirigiéndoles los servicios públicos de emergencias.
“La salud mental no es una moda pasajera”, asegura Crespo. La DGAIA ya trabaja con el Departamento de Salud para dar continuidad a Obro Feel. “Nosotros no curamos; escuchamos y acompañamos, pero se ha demostrado que somos necesarios. Los jóvenes necesitan un amigo al que contar sus problemas. El servicio público va más allá de la asistencia, también requiere acompañamiento”, explica Morist.
Los especialistas recuerdan que el suicidio no suele tener un único detonante, sino que es el resultado de factores psicológicos, biológicos y sociales que tienen tratamiento. Las personas con conductas suicidas pueden dirigirse al 024, una Línea de Atención a la Conducta Suicida puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad. También pueden contactar con el Teléfono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevención de este problema.
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