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Blanca Sorigué: “Cuando una mujer dirige, todo el mundo la pone en periodo de prueba”

La directora general del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona reclama más políticas para impulsar perfiles femeninos tecnológicos desde la educación

Josep Catà Figuls
Blanca Sorigué, directora general del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, este miércoles en el DFactory.
Blanca Sorigué, directora general del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, este miércoles en el DFactory.Albert Garcia (Albert Garcia)

Pese a los avances de los últimos años, queda mucho camino por recorrer para romper el techo de cristal: la participación de mujeres en los cargos directivos ha caído seis puntos porcentuales, hasta el 33% desde antes de la pandemia; la presencia de mujeres en sectores industriales y tecnológicos es reducida; y las startups fundadas solo por mujeres solo representan el 6%. En la semana del 8M, el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona celebra hasta este jueves el Barcelona Woman Acceleration Week (BWAW) en su edificio DFactory, un encuentro para impulsar la presencia femenina en las empresas. La directora general de la institución, Blanca Sorigué (La Pobla de Segur, 50 años), es una de las directivas que han tenido que romper el techo de cristal.

Pregunta: Hay menos mujeres en puestos directivos que antes de la pandemia. ¿Se está retrocediendo?

Respuesta: Hay sectores donde ha habido un retroceso, y otros donde no, porque se han llevado a cabo políticas públicas. Por ejemplo en el sector audiovisual, donde hay cifras muy positivas y ha incrementado mucho la presencia femenina en producciones cinematográficas. Pero en el sector que más avanza, el tecnológico, se necesitan muchos profesionales, de todos los géneros. Pero en el caso de las mujeres es mayor, porque no eligen estas carreras. El problema es desde el inicio, y llega hasta el final, porque las mujeres no llegan al cuadro directivo.

P: ¿Y cómo impulsar que las jóvenes escojan carreras STEM?

R: Faltan políticas en el ámbito de la educación. Se escoge carrera muy pronto, la oferta va desde creatividad lingüística hasta tecnología, ambas cosas son muy importantes, pero hay que tener claro qué necesita el mercado y que los nuevos tiempos son digitales. Y si las mujeres no llegan a los cuadros directivos de estas empresas, no podrán cambiar las cosas. El talento no tiene género, pero sí que creo que si no hubiese cuotas, estaríamos mucho peor, porque si no hay mujeres hay una parte de la sociedad que no está representada.

P: ¿En el emprendimiento también hay dificultades?

R: Nosotros tenemos startups en la incubadora de logística 4.0, y aquí en el DFactory tenemos a 30 empresas industriales vinculadas a la industria. Lo que vemos en el emprendimiento es que el sacrificio en los dos primeros años es absoluto, y ahí la conciliación no existe. También, cuando una mujer pide financiación para su proyecto, lo tiene más difícil que un hombre: todos los fondos están dirigidos por hombres. No es que haya más limitaciones para las mujeres, es que cree que las tiene, y esto impacta en la capacidad de emprender.

P: ¿Como directiva cree que ha tenido que hacer un esfuerzo extra con respecto a directivos hombres?

R: Yo por ser mujer no he tenido ninguna limitación. No porque no me las hayan puesto, sino porque yo no me las he puesto. Las limitaciones las puedes ver como una oportunidad, hay que creer en una misma. Creo que las mujeres gestionamos el tiempo mejor que los hombres, por un tema de necesidad, porque por como es nuestra cultura, tenemos más cosas entre manos. Pero cuando una mujer dirige, todo el mundo la pone en duda, en periodo de prueba. Y también se ve en las etapas de la vida: un hombre mayor se ve como un sabio, una mujer simplemente se ha hecho mayor.

P: ¿El movimiento feminista ayuda a cambiar esta situación?

R: Los movimientos son importantes, pero no creo que sean lo que transforma las cosas. La acción es lo que transforma: las políticas. Hemos avanzado mucho gracias a esto: en igualdad de género estamos mucho mejor que Alemania por ejemplo. Pero no es suficiente: hay que empezar desde el inicio, y ahí, entre los jóvenes, hay ahora más machismo que nunca. Creo que parte de la responsabilidad la tiene la música que escuchan, con letras que dan miedo, que son vejatorias. Y también porque no tienen referentes de mujeres que hagan cosas. Nosotros organizamos visitas de escuelas para que vean a mujeres profesionales trabajando en el DFactory. Está bien hablar de Marie Curie, pero hay que tener a los referentes cerca.

P: En la Zona Franca preocupa la reindustrialización de Nissan. ¿En qué punto está?

R: Las negociaciones las lleva la mesa de reindustrialización, donde están las administraciones y los sindicatos. Nosotros hicimos la licitación de los terrenos, con unas condiciones para que tuviesen parte de actividad industrial, y se presentó solo la empresa de logística Goodman, que es la que negocia con los socios industriales.

P: ¿Habría sido mejor dejarlo solo como actividad logística?

R: No, porque los contratos exigían que hubiese actividad industrial. Pero más allá de estos terrenos, también hay que fijarse en la nueva industria. Aquí en el DFactory tenemos 30 empresas que llevan a cabo innovaciones mundiales, fábricas digitales como la de impresión 3D de HP que crean puestos de trabajo de gran valor añadido. Y todo esto está pasando en la Zona Franca. Hay más industria que la de la fabricación de automóviles, no todo termina ahí. Estamos ya al 85% de nuestra capacidad, y tenemos que avanzar hacia la segunda fase.

P: ¿Qué segunda fase?

R: En los terrenos de al lado del DFactory, 70.000 metros cuadrados, queremos hacer el distrito 4.0, ir ampliando edificios de fábricas digitales a medida que haya demanda, y la construcción debería estar lista en dos años. Tenemos la mejor ubicación, con el aeropuerto, el puerto y la conexión ferroviaria, para que se trasladen aquí fábricas digitales de todo el mundo.

P: ¿Qué infraestructuras faltan para impulsarlo?

R: La ampliación del aeropuerto. Si no, perderemos muchas oportunidades, porque el talento que necesitamos es global.

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Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.
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