Miles de personas claman en Barcelona contra la amnistía a los encausados del ‘procés’
La protesta convocada por Societat Civil, lejos de las grandes movilizaciones de 2017, reúne a Feijóo y Ayuso, quienes han rehuido de la foto con Abascal
La derecha se manifestó este domingo, por segunda vez en 15 días, de forma preventiva contra la amnistía de los encausados del procés. La protesta la convocó la entidad Societat Civil Catalana en Barcelona y la de hace dos semanas la organizo el PP en Madrid. Bajo el lema No en mi nombre: ni amnistía ni autodeterminación, la entidad eligió la fecha del 8 de octubre, que coincide con el sexto aniversario de la primera gran manifestación de 2017 contra la secesión. La movilización reunió de forma inédita en una protesta en Barcelona a Alberto Núñez Feijóo y a cuatro presidentes autonómicos del PP —los de Madrid, Andalucía, Murcia y Aragón— así como al líder de Vox, Santiago Abascal. Los dos partidos se rehuyeron y no hubo una nueva foto en común de las derechas, como la que se tomó en la madrileña plaza de Colón en 2019 contra las negociaciones con los independentistas. La Guardia Urbana calculó la asistencia en 50.000 personas; los organizadores, en 300.000.
La marcha discurrió por el paseo de Gràcia y se quedó lejos de la última impulsada por Societat Civil en 2019, que congregó a 80.000 personas contra los disturbios por la sentencia del procés. Y, por supuesto, de las dos multitudinarias de 2017, cuando la tensión era entonces de alto voltaje: 350.000 personas, según la policía, protestaron el 8 de octubre contra el referéndum, y el día 30, 300.000 contra la declaración de independencia. Societat Civil ya rechazó los indultos, considera que la situación política no ha mejorado y ayer llamó a poner fin a 45 años de “cesiones políticas” a los nacionalismos.
Los organizadores sostuvieron en el preludio que el acto tenía la vocación de ser transversal, que de ningún modo era una segunda parte de la protesta de Madrid —con 40.000 personas, según la policía— y que esto no iba “ni de derechas ni de izquierdas”. La realidad fue otra: la derecha capitalizó la protesta y las críticas a Pedro Sánchez fueron constantes. La izquierda estuvo ausente y el reclamo más significativo de ese espectro fue el exalcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, que se dio de baja del PSOE en 2014 y que encendió al público con los discursos finales. Los socialistas catalanes se desmarcaron por completo de la manifestación a diferencia de en 2017, cuando sí asistió Salvador Illa, líder ahora del PSC. El ministro Miquel Iceta estuvo en la de 2019, tras la proclamación fallida de la república.
La protesta de Madrid se celebró la víspera de la investidura fallida de Feijóo y esta de Barcelona cuando las negociaciones entre el PSOE, Sumar y los independentistas no han culminado ni mucho menos. De hecho, Sánchez pronunció por primera vez el viernes en Granada la palabra amnistía. Ayer los manifestantes le acusaron de “traidor” y exhibieron carteles elocuentes con frases que hacían referencia a Waterloo y lemas como “España en venta”. Con banderas españolas por capa y paraguas rojos y amarillos para protegerse del sol, la manifestación se desplegó por el paseo de forma desigual hasta el escenario a la altura de la Gran Vía, donde se colocó el escenario final.
Bajo gritos unánimes de “¡Puigdemont a prisión!”, que evocaban los lemas que se escucharon en 2017, la manifestación se partió en varios trozos. Al de la cabecera, cuya pancarta portaban miembros de Societat Civil, con el lema principal, le seguía metros atrás la de Vox, en la que se leía: “No a la amnistía; no al golpe de Sánchez”. Los líderes del PP desfilaron rodeados por su equipo de seguridad, cámaras y decenas de manifestantes que buscaban la foto. Feijóo, que vio cómo su intento de investidura fracasaba hace 11 días, fue recibido igual que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, al grito de “presidentes”.
No hubo, por petición de los convocantes, siglas de partido —Ciudadanos recurrió a sus banderas en forma de corazón con la senyera y las banderas española y europea— y las pancartas contra la amnistía fueron mayoritarias. Pero también se vieron muñecos emulando a Sánchez con nariz de Pinocho; carteles contra la vicepresidenta Yolanda Díaz, Oriol Junqueras (con la frase ”Devolved lo robado” o contra Gabriel Rufián. La manifestación, en la que participaron también ciudadanos llegados del resto de España, discurrió prácticamente sin incidentes salvo la detención de una mujer de 67 años por desórdenes públicos y atentado a la autoridad tras rociar con espray a un grupo de manifestantes que intentaba llegar a la cabecera.
Feijóo definió la amnistía de “cacicada impropia”, y Ayuso culpó a Sánchez de actuar de forma “tirana” por siete votos
Los Mossos d’Esquadra apartaron después del centro del paseo a dos mujeres que llevaban una pancarta contra el Rey que decía: ”Felipe VI, cómplice del golpe de Estado de las urnas, a la democracia y a la voluntad de los españoles”. Las dos desfilaron largo rato cerca del grupo del PP. Una de ellas reclamó a los mossos su derecho a continuar, pero fue apartada a un lateral mientras otros manifestantes gritaban: ”¡Viva el Rey!”. Periodistas de TV3 fueron increpados mientras informaban.
La protesta vino a tensar aún más la relación entre el PP y el PSOE y los partidos independentistas. Rodeado de cámaras, delante de La Pedrera, Feijóo definió la amnistía de “cacicada impropia”, y Ayuso culpó a Sánchez de actuar de forma “tirana” por siete votos para cambiar el “destino de una nación”. Elda Mata, presidenta de la convocante Sociedad Civil, calificó de éxito la movilización, que fue “un altavoz contra la amnistía y la autodeterminación”. La entidad, partidaria de una gran coalición, considera que la amnistía será solo la antesala del referéndum y pone en peligro la igualdad de los españoles.
De los 48 escaños en liza el 23-J en Cataluña, el PSC logró 19 y Sumar, ERC y Junts, siete cada uno. El PP y Vox, ocho entre los dos. El independentismo no ha convocado ninguna marcha proamnistía ni tampoco el asunto fue un clamor en la Diada, cuando reunió, según la Guardia Urbana, a 115.000 personas. Societat Civil cree normal que no se movilice en favor de la amnistía porque su exigencia se está escuchando.
Ataque a la sede de Òmnium
Un grupo de personas sin identificar han vandalizado la sede Òmnium en Barcelona tras la manifestación contra la amnistía en Barcelona. Varios vinilos decorativos de la fachada han sido arrancados y se han realizado pintadas sobre los carteles y las banderas independentistas de la entidad, además de engancharse pegatinas con el lema "Ni amnistía
ni indultos a los malversadores y golpistas".
En redes sociales, Òmnium condenaba el vandalismo y añadía: "Su intolerancia nos reafirma en el compromiso de seguir luchando por la cultura, la lengua y el país".
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