Los nuevos retos del curso escolar en Cataluña: mejorar los resultados académicos, los interinos sin plaza, el calor en las aulas o la salud mental
Las clases comienzan el miércoles con una huelga convocada, aunque Ustec no espera que tenga un gran impacto
En lugar de reducirlos, el sistema educativo catalán va sumando nuevos retos curso tras curso. Si bien es cierto que se ha superado el gran desafío que supuso la pandemia, también es verdad que han quedado efectos graves, como los problemas de salud mental de parte de los alumnos. Se trata de nuevas carpetas no directamente educativas, a las que se añaden otras como el futuro de los profesores interinos sin plaza o el calor en las aulas, y que se suman a las más pedagógicas, como mejorar los resultados académicos, impulsar la escuela inclusiva, la segregación escolar, la innovación pedagógica o la renovación de la FP, entre otras muchas.
Pero los aspectos no estrictamente pedagógicos también influyen directamente en las aulas. Una muestra de ello se vio a finales del curso pasado, con decenas de miles de profesores interinos inmersos en un gran proceso de regularización para lograr una plaza fija, ya sea vía concurso de méritos o unas oposiciones. El colectivo denunció que el procedimiento estaba generando mucha angustia y bajas entre los docentes, temerosos de su futuro, porque algunos temen ser despedidos si no logran plaza de funcionario. Un extremo que el Departamento de Educación y sindicatos no contemplan, aunque ambas partes todavía negocian qué pasará con los interinos con exceso de contratos temporales que obtengan plaza estable.
De momento, el proceso no ha finalizado. Al contrario. Este verano muchos de los que estaban en lista de espera han recibido la noticia de que finalmente se les adjudicaba plaza fija, a raíz de las 1.385 renuncias que el Departamento ha recibido hasta ahora, principalmente de docentes que se presentaban en varias comunidades a la vez, básicamente Comunidad Valenciana y Baleares.
Otro de los retos pendientes que tiene números de ganar protagonismo los primeros días del curso es el calor en las aulas. Los cada vez más abundantes episodios de olas de calor han elevado la temperatura muy por encima de los 30 grados en los centros, la mayoría sin climatizar. Para mitigar los efectos climáticos, el Departamento ha enviado 5.000 ventiladores en un año a centenares de escuelas e institutos (no a todos) y se comprometió a que un centenar de institutos empezarían el curso con aire acondicionado en los espacios comunes.
A partir del miércoles, los centros volverán a ponerse a prueba, ya que el curso arrancará con ambiente estival y termómetros por encima de los 30 grados. La nueva consejera de Educación, Anna Simó, se mostró “preocupada” este viernes por este asunto y lamentó la inacción de las administraciones. “El proceso [de climatización de los centros] ha empezado demasiado tarde. Hace años que sabemos lo del cambio climático y se tenía que haber empezado a actuar antes”.
Una de las asignaturas pendientes más complicadas de lidiar es la de la salud mental de los alumnos, especialmente de secundaria. Tras la reapertura de las escuelas después del confinamiento, los docentes empezaron a alertar de los efectos emocionales que había tenido, con un aumento de las depresiones y otras patologías mentales que los profesores que no están preparados para gestionar y que ha colapsado los servicios sanitarios. A final de junio, Simó ya anunció en el Parlament que estaban trabajando con Salud un programa para que los centros educativos puedan contar con la asistencia de psicólogos, una iniciativa que los directores han reclamado con insistencia y cuyos detalles se darán a conocer los próximos días.
Y es que, si los alumnos no están bien, el aprendizaje no cala. Docentes y expertos del sector coinciden en que la falta de un bienestar emocional es una de las causas directas del descenso en los resultados académicos desde la pandemia. Las últimas evaluaciones de la Generalitat alertan de un retroceso en Matemáticas e Inglés, una tendencia que se espera que se repita en los resultados de los exámenes del pasado curso, que Educación hará públicos este mes de septiembre. El sistema recibió otro varapalo hace unos meses por el bajo nivel de comprensión lectora de los alumnos catalanes, según revelaba un estudio internacional.
La atención a los alumnos con necesidades especiales, la segregación escolar, los nuevos currículos o el uso del catalán en las aulas son otros temas candentes del próximo curso, cuyos detalles la consejera desgranará hoy en rueda de prensa.
Con todo, centenares de miles de alumnos volverán a las aulas este miércoles bajo el aviso de huelga impulsada por el principal sindicato, Ustec, además de la CGT y la Intersindical. Las tres entidades convocaron el paro a finales de junio, apenas dos semanas después del nombramiento de la nueva consejera para presionar al Departamento e intentar llegar a un acuerdo sobre el fin de varios recortes pendientes desde hace una década. Simó ya ha asegurado que no se puede comprometer a cerrar un pacto sin conocer con qué presupuesto contará el próximo año.
La huelga no genera gran preocupación en el Departamento, ya que el mismo sindicato Ustec ha admitido que no esperan un gran seguimiento. Y es que el paro llega tras la rotura de la unidad entre todos los sindicatos por disparidad de estrategia y otras centrales, como CC OO, prefieren “dar un voto de confianza a la nueva consejera” y ven “feo” hacer huelga el primer día de curso.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.