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Exconsejeros de ERC y Junts condenados por el ‘procés’ chocan por el valor de la amnistía en una investidura

La republicana Dolors Bassa dice que es “una buena justificación” para apoyar a Pedro Sánchez mientras que Joaquim Forn (Junts) considera que es insuficiente

Joaquim Forn y Dolors Bassa, primero y tercera por la izquierda, junto a otros procesados por el 'procés', a su llegada al Tribunal Supremo.
Joaquim Forn y Dolors Bassa, primero y tercera por la izquierda, junto a otros procesados por el 'procés', a su llegada al Tribunal Supremo.SUSANA VERA (REUTERS)
Marc Rovira

El independentismo catalán pone en evidencia sus choques internos a la hora de redactar la lista de peticiones para avalar una investidura de Pedro Sánchez. La exconsejera de la Generalitat Dolors Bassa (Esquerra) ha defendido este lunes que “la amnistía es una buena justificación del apoyo de los partidos independentistas” a la reelección del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, mientras que el también exconsejero Joaquim Forn (Junts) la ha tachado de insuficiente.

Con la atención puesta en qué apoyos será capaz de alcanzar el PSOE para frenar la alianza de PP y Vox escasean los pronunciamientos oficiales, pero hay partidos que van desmigando mensajes. Dos exconsejeros catalanes, ambos encausados por el referéndum ilegal del 1-O, se han expresado en un artículo de Vilaweb, recogido por la agencia Europa Press. Se les preguntaba si una amnistía de las causas judiciales que propició el desafío independentista justifica la luz verde a la investidura de Sánchez. Las respuestas colisionan.

Junts per Catalunya y Esquerra tienen siete escaños cada uno, se trata de una representación menor en el Congreso pero que se ha revalorizado con la intrincada composición parlamentaria que arrojó el 23-J. Ambos partidos no desaprovechan ocasión para sacar punta a su enquistado enfrentamiento, tras el que se oculta la voluntad de tomar ventaja en el tablero político catalán. El objeto de debate de los independentistas bascula entre la conveniencia de tenderle la mano a Sánchez o bien propinarle un martillazo en los dedos. Junts, con las directrices que manda Carles Puigdemont, trata de mostrar colmillo retorcido pero sin llegar a pinchar la pelota. Esquerra insiste en defender la utilidad de los logros alcanzados en sus acercamientos anteriores al PSOE y se afana en poner la mesa para arrancar un nuevo trato, pero tratando de escenificar que esta ronda no saldrá gratis. Oriol Junqueras ha impuesto el mandato de que el partido evite aparecer como la voz tibia del independentismo.

Bassa ha reconocido que en la anterior legislatura ya reivindicaron la amnistía y la autodeterminación, pero ha valorado que “se ha reconocido el conflicto”, se han concedido indultos y se han hecho cambios en el Código Penal: “Hemos comenzado el camino de la amnistía”. También, reivindica que la negociación tiene que ir hacia la “desjudicialización del conflicto” e, igualmente, pone el foco en “mejorar la vida de la ciudadanía” y alude a la necesidad de dar protección y reconocimiento al catalán y a la cultura catalana.

Forn, por su parte, ha sostenido que la amnistía no resuelve el conflicto y ha afirmado que no pueden pactar sin abordar cuestiones como el derecho de autodeterminación, la protección del modelo de enseñanza, la presencia de la lengua catalana en Europa y la revisión del modelo de financiación. “Sin un compromiso claro en estas cuestiones no veo posible plantear un pacto con Pedro Sánchez”, ha añadido.

Dolors Bassa, exconsejera de Trabajo, fue condenada a 12 años de cárcel y 12 de inhabilitación absoluta en el juicio al procés, al ser declarada culpable del delito de sedición y también del delito de malversación de fondos públicos. Forn, consejero de Interior del presidente Carles Puigdemont, fue condenado a 10 años y seis meses de prisión y 10 años y medio de inhabilitación absoluta por sedición. El pasado mes de febrero, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo revisó las condenas del juicio del procés independentista para adaptarlas a la reforma del Código Penal acordada entre el Gobierno y ERC y aprobada en diciembre por el Parlamento. La inhabilitación de Forn cayó con la reforma, la de Bassa sigue en vigor.

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Las discrepancias estratégicas son una constante dentro de las fuerzas políticas que representan al independentismo catalán, y han vuelto a salir a la luz ante el escenario que dejaron las elecciones del 23 de julio. “Es evidente que la fuerte represión que recibe el movimiento independentista nos ha debilitado. La prisión, el exilio y las causas judiciales pendientes han frenado la fuerza conjunta y nos han dividido”, analiza Bassa.

Xiol y la amnistía

Por su parte, el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Juan Antonio Xiol manifestó este lunes que una eventual amnistía de los encausados independentistas “puede tener cabida” dentro de la Constitución, a expensas de que se logre un “consenso político”. Xiol defiende la constitucionalidad de la ley de amnistía, pese a reconocer que en la doctrina jurídica existen argumentos a favor y en contra. Sobre el argumento de que no está prevista en la Consitución, Xiol subraya que el parlamento “tiene poder omnímodo para reformar cualquier materia”, por lo que no habría impedimentos a aprobar una amnistía, siempre que se haga a través de una ley orgánica. “Detrás de los argumentos de inconstitucionalidad se esconden argumentos políticos”, afirmó el magistrado.

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