La dirección de Junts corrige a Laura Borràs y valida un veto a la ultraderecha en Ripoll
“El pacto anticatalán y prosalafista es un hecho”, ha criticado Sílvia Orriols, la candidata islamófoba vencedora de las elecciones
El partido independentista y de ideología racista Aliança Catalana se aleja del gobierno de Ripoll (Girona). Pese a que ganó las elecciones municipales de manera holgada, dobló en votos a la segunda fuerza, Junts per Catalunya, la formación que lidera la controvertida Sílvia Orriols ve como se le escapa la vara de mando por una insólita alianza entre cuatro partidos: Junts, ERC, PSC y la CUP. “El pacto anticatalán y prosalafista es un hecho”, ha reaccionado Orriols en las redes sociales.
El acuerdo para alejar a la ultraderecha del poder se ha desbloqueado este lunes, cuando la dirección de Junts per Catalunya ha instado a la ejecutiva local del partido en Ripoll a sumarse al pacto a cuatro. La decisión, solo pendiente de ratificación por parte de los integrantes de la lista de Junts en Ripoll, enmienda la postura avanzada este domingo por la presidenta de Junts, Laura Borràs, que se declaró contraria a fijar un cordón sanitario contra la ultraderecha independentista: “Yo no soy partidaria. Pienso que si defiendo que contradecir la voluntad popular cuando nos perjudica no es correcto, hacerlo cuando nos favorece, tampoco”. Más tarde, y ante un alud de críticas, Borràs matizó su postura, asegurando que “siempre” ha combatido a la extrema derecha, pero añadiendo que la estrategia de no dejar gobernar a la lista más votada solo agrava el problema. Este lunes, ha dicho que no aceptaba “lecciones” y ha seguido modulando su posicionamiento inicial. “Lucha antifascista siempre y en cualquier sitio”, ha apuntado.
El 28 de mayo Aliança Catalana sacó seis ediles en Ripoll, el doble de representación que Junts y que ERC. El PSC y la CUP obtuvieron dos concejales cada uno. El pleno lo completa un partido independiente, con un representante. La mayoría está fijada en los nueve escaños, y ha hecho falta un pacto a cuatro para desbancar a la lista más votada. ERC, PSC y la CUP ya habían avanzado su intención de alcanzar el acuerdo que hiciera falta con tal de cerrarle la puerta a Orriols. Junts, que ha estado gobernando en Ripoll los últimos años, perdió el 28 de mayo más de la mitad de su representación en el consistorio. El batacazo electoral causó un hondo impacto en los integrantes de la candidatura y disparó las dudas acerca de cuál debe ser la estrategia. Este lunes, la diputada en el Congreso de los Diputados Miriam Nogueras ha ejercido de portavoz del partido y ha afirmado que “la posición es incuestionable”, aludiendo a que Junts se suma incondicionalmente al veto a la ultraderecha.
“El destino de los habitantes de Ripoll lo han dictado unilateralmente desde un despacho de Barcelona”, ha criticado Sílvia Orriols en Twitter. “Le llaman democracia pero no lo es”, ha abundado. La líder de Aliança Catalana ha criticado el posicionamiento de los partidos que la alejan de la alcaldía: “No dejaron que el mandato del 1 de octubre fuera vinculante y ahora tampoco van a permitir que lo sea el resultado del 28M”.
Ripoll, un municipio de menos de 11.000 habitantes situado en el Prepirineo de Girona, sigue tratando de curar la herida social que supuso que un grupo de jóvenes, vecinos del pueblo de origen magrebí, ideara y perpetrara los atentados de Barcelona y Cambrils de agosto de 2017. Orriols jalea un discurso islamófobo y ha dejado a su partido a las puertas de la alcaldía. Este domingo, atacó a la diputada de ERC Najat Driouech Ben Moussa, que acostumbra a lucir el velo islámico, reprochándole que use “un trapo” misógino y fundamentalista.
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