Los mapas que muestran los desahucios en Barcelona
Los barrios periféricos de rentas bajas y los que tienen mayor presión turística concentran los lanzamientos desde 2018 en la capital catalana
Por primera vez, un mapa fruto de un trabajo de investigación muestra el cuándo, dónde y cómo de los desahucios en la ciudad de Barcelona entre los años 2018 y 2022. Permite constatar, por ejemplo, que los barrios periféricos y con rentas bajas (de los distritos de Nou Barris, Sant Martí y Sants-Montjuïc) o los que reciben más presión turística (Raval o Sant Antoni) son los que concentran el grueso de las órdenes de desahucio. Lo muestra la herramienta MapHab Stop Desahucios, creada en el marco de una investigación sobre vivienda que también incluye las ciudades de Berlín y Belgrado, y ha sido creada con fondos europeos por el Observatorio DESC en colaboración con Labor-K Lab y la Universidad Técnica de Berlín. Sobre el mapa de Barcelona, el trabajo aporta información de cada caso. Y se puede filtrar, por año; por régimen de tenencia (alquiler, hipoteca u ocupación); tipo de propietario (si es una persona física o de qué empresa se trata); y desenlace (suspendido, parado o ejecutado). El trabajo ha sido presentado este miércoles en el Festival Internacional de Vivienda Social (ISHF, en sus siglas en inglés) que se celebra en Barcelona.
El mapa bebe de dos fuentes: el archivo de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), y las alertas del canal de la red social Telegram DesnonamentsBCN, donde lanzan avisos los movimientos sociales cuando se organizan ante órdenes judiciales. Aunque los investigadores estiman que el mapa solo recoge un 15% de las órdenes que se han producido desde 2018 (1.361 ante los que han actuado las entidades de un total de 8.820, cuatro al día, según los datos del Consejo General del Poder Judicial, indican los autores) subrayan el valor de la herramienta, que continuará activa en 2023. “El reflejo territorial de casos coincide con los barrios donde más movilizados están los colectivos, pero también hay más grupos por el derecho a la vivienda donde la problemática es más relevante y llevan más años de lucha”, anota la directora del Observatorio DESC, Irene Escorihuela, sobre un trabajo que muestra los desahucios y la respuesta organizada para pararlos.
Los mapas de calor que visualizan el fenómeno --en rojo donde se produce con mayor intensidad y en verde donde menos--, señalan las principales concentraciones de desahucios. En el gráfico de los lanzamientos reportados por la PAH destacan barrios periféricos de rentas bajas (Zona Nord de Nou Barris, Besòs, La Marina u Hostafrancs, sede de la entidad), pero también zonas donde el impacto del turismo sobre la vivienda y la expulsión de vecinos es mayor: Barceloneta, Raval, Gòtic o los dos lados de la avenida del Paral.lel: Sant Antoni y Poblesec). Y el gráfico que muestra los desahucios ante los que se han movilizado entidades hay intensas manchas rojas en Ciutat Meridiana (donde estalló el fenómeno tras la burbuja del ladrillo y las hipotecas en 2008), otros barrios de Nou Barris, el entorno de la Sagrada Familia y el Poblesec. La avenida de la Diagonal, en la zona alta, se libra de desahucios. También hay intensidad de desahucios en Santa Coloma de Gramenet o L’Hospitalet.
El MapHab Stop Desahucios pone también de relieve el papel que los movimientos sociales de la ciudad tienen ante el fenómeno de los desahucios. Sus autores señalan que entidades como la PAH o sindicatos de vivienda de barrio consiguieron frenar el 90% de los desahucios cuando protestaron frente a los edificios donde se producían. “No hay día que organizaciones sociales no pidan a la ciudadanía interponerse entre la comitiva judicial y una familia afectada por un problema de vivienda, pero hasta ahora no se había cuantificado la efectividad de estas llamadas”, apunta el Observatorio DESC en la presentación del mapa.
En el quinquenio analizado, constata que los años 2018 y 2019 fueron “los más calientes”. Los colectivos en defensa de la vivienda realizaron dos convocatorias diarias a parar desahucios, “lo que demuestra el alto grado de movilización ante la gravedad de la emergencia residencial”. Otra cuestión que muestra el mapa es que, pese a la moratoria de desahucios que se dictó durante la pandemia, los desahucios continuaron en 2020 y 2021, como alertaron entonces las entidades. Porque había casos que escapaban a las condiciones de las moratorias, jueces que no aceptaban informes de vulnerabilidad o familias que no presentaban a tiempo la documentación necesaria.
Escorihuela señala la importancia de la investigación “para saber dónde se producen los desahucios, si son de contratos de alquiler, hipotecas u ocupaciones, y quien hay detrás”. “Permite constatar”, apunta “que los grandes tenedores y fondos están detrás de la mayoría de desahucios, lo que puede ayudar a las Administraciones a regular con políticas que discriminen entre grandes o pequeños propietarios a la hora de actuar en desahucios de familias vulnerables”. En 2022, por ejemplo, señala el trabajo, “los desahucios demandados por personas jurídicas [empresas] es muy superior a su peso proporcional en la propiedad de la bolsa de alquiler de la ciudad”, y “las empresas que más aparecen tras estas demandas son Cerberus, la Sareb y Ahora Asset Management”.
Colau: “El Ayuntamiento que salga de la investidura tendrá miles de llaves de pisos sociales para entregar"
La alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, ha abierto este miércoles el Festival Internacional de Vivienda Social con un discurso en el que ha reivindicado su legado en materia de vivienda pública de alquiler. La líder de los comunes se ha mostrado "orgullosa de haber comenzado a cambiar el paradigma en materia de vivienda pública" y ha presumido de haber doblado el parque de alquileres sociales. "La vivienda se ha tratado como una mercancía, un bien de especulación legitimado por las administraciones públicas, es lo que hay que cambiar. La administración pública debe ser emprendedora, no limitarnos a gestionar la miseria existente", ha asegurado antes de enumerar proyectos como la unidad antidesahucios o la imposición a los promotores privados de hacer un 30% de vivienda pública. Al final del discurso, ha sentenciado: "El Ayuntamiento que salga de la investidura tendrá miles de llaves de pisos sociales para entregar, este trabajo está hecho, pero la máquina no debe parar".
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