El macroproyecto del nuevo Clínic: nuevas paradas de metro, obras en los accesos a Barcelona y un coste de al menos 1.500 millones
El traslado del hospital a los terrenos deportivos de la UB en la Diagonal, que se prevé a 15 o 20 años vista, entra en campaña electoral tras la exigencia de Trias de “mantener un hospital” en l’Eixample
Estaciones de metro nuevas, reformas de las entradas a Barcelona por la Diagonal y “el mejor hospital del mundo”. El proyecto del nuevo hospital Clínic, que se ubicará en los terrenos deportivos de la Universitat de Barcelona (UB) de la Diagonal, será también un macroproyecto de ciudad. El nuevo campus sanitario tendrá un coste de al menos entre 1.000 y 1.500 millones de euros sin contar los costes indirectos de las obras de accesibilidad y se trabaja en un plazo de entre 15 y 20 años. La duda ahora es saber cómo gestionará el actual Clínic todo este tiempo de espera y si las administraciones conseguirán mantener el complejo equilibrio que permitió el pasado mes de enero acordar el traslado a las afueras de la ciudad.
El futuro del Clínic ha entrado este miércoles en la campaña electoral municipal después de que Xavier Trias, candidato de Junts, haya asegurado que exigirá “que dejen un hospital dentro de la ciudad” y aceptar que el proyecto “cambiará la ciudad urbanísticamente”. La actual regidora de Salud, Gemma Tarafa, ha acusado a Trias a través de Twitter de “llegar tarde”. “Hace meses decidimos que en l’Eixample dejaremos servicios sanitarios”, ha asegurado, y ha remarcado que el proyecto, “una demanda histórica”, se reactivó “en el mandato Colau”.
Ubicado en el corazón de Barcelona, el hospital lleva años sin encontrar la forma de crecer y de dar salida a las mayores necesidades asistenciales de una población cada vez más envejecida y de mantener la excelencia de la Facultad de Medecina, top 50 mundial según el ranquin Quacquarelli Symonds, especializado en formación universitaria. “Cuando entré, teníamos a 30 pacientes diarios en urgencias y ahora tenemos a 300 con casi el mismo espacio”, ilustra Toni Trilla, decano de la Facultad de Medicina, anexa al hospital, y epidemiólogo de referencia del centro. Ello, admiten los trabajadores, lleva a los pacientes a sufrir triajes “indignos” ante cualquier saturación de urgencias.
“Por la planta 0 hay las camillas en los laterales, algunas medicaciones siguen en cajas... No tenemos espacio”, resume Àlex Duque, secretario general de CCOO Clínic. Trilla razona que el avance de la medicina obliga a contar con equipamientos más amplios para garantizar la calidad: “Los quirófanos va a pleno rendimiento y las áreas de hospitalización y de urgencias necesitan aumentar su capacidad. El nuevo Clínic es del todo necesario”. A lo largo de los últimos años el hospital ya ha deslocalizado algunos servicios en la clínica Plató, adquirida definitivamente en 2021, y también cuenta con el edificio de la Maternitat, en Les Corts. Todos los espacios del hospital suman 208.000 metros cuadrados.
El macroproyecto sanitario incluye tres grandes ejes en el nuevo campus de la Diagonal, que ocupará cerca de 300.000 metros cuadrados: el hospital, la facultad y los centros de investigación. “Ahora viene una fase de trabajo interno. Está todo muy verde”, resume Juan Echániz, coordinador general de la Diputación de Barcelona. La Generalitat tiene previsto crear antes de finales de año una “comisión interadministrativa”, aseguran fuentes del Govern, con representantes del Clínic, la UB, los Ayuntamientos de Barcelona, L’Hospitalet y Esplugues y la Diputación para concretar plazos.
Uno de los primeros pasos será recalificar los actuales terrenos de la UB para permitir un uso no deportivo, y garantizar a la Universidad una parcela de las mismas dimensiones para la práctica deportiva en la misma ciudad, lo que será complicado por el escaso suelo urbano disponible, o en el área metropolitana de Barcelona. El modelo y las contraprestaciones de este intercambio con la UB es otra de las cuestiones a negociar, aunque diferentes fuentes próximas al proyecto admiten que es probable que la Generalitat asuma finalmente la propiedad de los terrenos.
Hay más. Los accesos al nuevo hospital conllevarán cambios urbanísticos: reforma de los accesos por carretera y la construcción de nuevas paradas de metro. “El plan de infraestructuras actual prevé que la línea 3 de metro [la que queda más cerca de los terrenos] continúe hasta el Baix Llobregat con una parada en Sant Joan de Déu”, apunta Echániz, que pide incorporar otra estación en el nuevo Clínic. “Todos los nuevos grandes hospitales tienen un acceso en metro directo”, defiende. Fuentes de Salud admiten que la idea es conseguir una parada en cada hospital. “Sin metro directo, no hay hospital”, alertan estas mismas fuentes.
La gestión del mientras tanto
La ampliación del Clínic pasaba principalmente por dos fórmulas: deslocalizar algunos servicios alrededor de la ubicación actual o realizar un campus entero en bloque. La primera opción, además de mantener las “actuales sinergias positivas”, como recogía un informe de viabilidad realizado al respecto; permitía iniciar la ampliación más rápidamente para dar respuesta a la escasez de espacio, admiten fuentes sanitarias. La opción escogida, en cambio, garantiza un crecimiento exponencial, aunque a muy largo plazo. ¿Cómo gestionará el Clínic aguantar 15 o 20 años más en las mismas condiciones? “Si no se hace nada en todo este tiempo, el Clínic, como las plantas, se secará”, alerta Trilla. “Todos los hospitales crecen, pero nosotros no podemos”.
El epidemiólogo pide encontrar “fórmulas imaginativas” para garantizar un crecimiento “temporal”, y señala el solar de la calle Provenza, donde debe reconstruirse el parque de bomberos de l’Eixample. “Tenemos que garantizar que el hospital funcione”; reclama. Fuentes de Salud admiten que estudian diversas fórmulas, que incluyen el pago de la prestación de algunos servicios en otros centros sanitarios de la zona, entre otras posibilidades.
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