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Los Mossos d’Esquadra han actuado en 28 ocasiones contra Desokupa desde 2015

La empresa que se dedica a los desalojos extrajudiciales carece de licencia como empresa de seguridad privada

Daniel Esteve, el líder de Desokupa, en el centro, el jueves en la protesta del barrio de la Bonanova de Barcelona.Foto: Bernat Coll | Vídeo: EPV
Rebeca Carranco

Los Mossos d’Esquadra han actuado en 28 ocasiones contra la empresa Desokupa, liderada por Daniel Esteve, desde 2015. Así consta en un informe policial al que ha tenido acceso EL PAÍS, que detalla las distintas diligencias efectuadas por la actividad de la compañía, con sede en Barcelona. Desokupa ha alentado las últimas semanas el conflicto de la ocupación en el barrio barcelonés de la Bonanova, que ha entrado de pleno en la campaña municipal en la ciudad y que culminó el jueves con dos manifestaciones contrarias en la ciudad, sin disturbios.

El informe recoge en total 26 incidentes, en una cifra adelantada ayer opr TV3, todos ellos en Barcelona, en los que o bien han sido denunciados o bien han sido identificados, el primero de ellos fechados en 2015, antes de su constitución oficial. A esto se le suman dos denuncias más, por ocupación leve de inmueble, en los distritos de Les Corts y de Sarrià de la ciudad desde el mes de octubre sin que conste hasta el momento que hayan sido condenados por ninguno de estos incidentes, que siguen recorridos judiciales independientes. Preguntado por las actuaciones policiales, Esteve ha reprochado a este diario que tenga la “vergüenza” de llamarle y ha zanjado la conversación colgando el teléfono.

El informe detalla que la compañía, que carece de licencia como empresa de seguridad privada, ha ido evolucionando su metodología desde su constitución oficial en 2016. Inicialmente, se identificaban como empresa de seguridad privada y representantes legales de la propiedad, lo que llevó a los Mossos a denunciarles por intrusismo administrativo en el ámbito de la seguridad privada, según fuentes policiales. Posteriormente, pasaron a presentarse como controladores de acceso, desvinculados de la seguridad privada, para acabar en los últimos tiempos erigiéndose en mediadores, abogados o representantes legales de las propiedades para las que actuaban.

Desde entonces, los Mossos han abierto diligencias en diversas ocasiones a Desokupa por delitos como contra las personas, contra el patrimonio, amenazas, coacciones, entrada en vivienda ajena, ocupación de inmueble, estafa, daños o lesiones. También constan diligencias informativas por su papel como mediadores o negociadores en casos en los que ha habido una contrapartida económica, con un acuerdo entre las dos partes y sin que, por tanto, haya habido denuncias por parte de ninguno de los implicados.

La mayor parte de las actuaciones de los Mossos d’Esquadra se concentran en el año 2020, con 15 diligencias contra Desokupa, todas ellas en Barcelona. El resto están fechadas en 2016 (7), en 2021 (2), en 2022 (1) y en 2015 (1), y dos más desde octubre. Fuentes policiales concluyen que la compañía no necesita licencia de seguridad privada para la actividad que practica, puesto que en realidad tampoco es un trabajo de un vigilante de seguridad impedir “por la fuerza o la intimidación” el “acceso a los okupas a los inmuebles”. Y señalan que su propia naturaleza supone un conflicto legal entre derechos en disputa, que podría enmarcarse en un delito de realización arbitraria del propio derecho.

Paralelamente, las unidades de policía administrativa de los Mossos también han abierto hasta seis investigaciones sobre la compañía, enmarcadas en incidentes en diversos municipios de Barcelona. Fuentes policiales insisten en que la actividad de la empresa bordea los límites de la legalidad, y explican que en los últimos tiempos ha ido variando el perfil de los trabajadores de Desokupa. Han pasado de antiguos controladores de acceso y personal de seguridad sin habilitación a personal eventuales sin vinculaciones con ninguno de esos ámbitos para ahorrarse problemas, indican fuentes policiales.

Desokupa, con Esteve, de 53 años, a la cabeza, fue la protagonista indudable el jueves en la manifestación en la Bonanova. La CUP denunció este viernes que algunos de sus integrantes exhibieron simbología y saludos nazis. Fuentes policiales aseguran que también se dejaron ver algunos miembros de Los Casual, inicialmente la facción más violenta de los Boixos Nois, los hooligans del Barça, y que desde hace años se dedican a los narcoasaltos y las extorsiones sobre todo a empresarios del ocio nocturno.

Los anticapitalistas han exigido también al Ayuntamiento de Barcelona que se persone contra Desokupa por un delito de odio y han expresado la voluntad de que se despliegue un protocolo antifascita en el Consistorio. El defensor de la ciudadanía de Barcelona, el síndic de greuges, David Bondia, también se manifestó muy crítico con Desokupa. Señaló el “desafío a los poderes públicos” con la “amenaza de procedimientos de desahucio que se apartan de lo establecido legalmente” y propuso que los costes del despliegue policial los asumiesen “las personas y actores que han atizado este conflicto de orden público”.

El conflicto en el barrio de la Bonanova supuso el jueves un despliegue policial de máximos, con casi 400 agentes entre mossos d’esquadra y la guardia urbana. El dispositivo empezó a las cinco de la tarde y se mantuvo hasta medianoche, cuando se dejó solo algunas patrullas en las inmediaciones de las casas okupadas. Finalmente, los Mossos denunciaron ya de madrugada a 12 jóvenes por desobediencia que intentaron acercarse a los dos bloques de la controversia: La Ruïna y El Kubo.


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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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