Las bajas laborales se desploman en Cataluña tras el fin de su tramitación automática

Las bajas por infecciones respiratorias se han desplomado en Cataluña. El Departamento de Salud registró 2.600 incapacidades temporales entre el 2 y el 9 de abril, los últimos datos disponibles. Es la cifra más baja de toda la pandemia. La mejora coincide con dos escenarios: la mejora epidemiológica y el fin de las bajas automáticas por covid, una herramienta que las patronales consideraban que facilitaba el absentismo laboral.

La Generalitat deshabilitó el pasado 31 de enero la posibilidad de realizar la baja de forma automática por patologías compatibles con la covid: aquellos usuarios que no podían teletrabajar y tenían síntomas similares al coronavirus (tos, fiebre, dolor muscular, malestar...) podían realizar desde julio del 2022 el trámite digitalmente sin necesidad de adjuntar un informe médico o una prueba positiva. Desde el fin de esta posibilidad, las incapacidades temporales por infecciones respiratorias se han reducido un 74% al pasar de las 9.935 bajas semanales a las 2.599 actuales mientras que el total de infecciones respiratorias registradas descendió un 42% (de 45.854 a las 26.647 actuales), según datos de Salud. Los diagnósticos de covid, la enfermedad por la cual se estableció este recurso, han disminuido un 7% en el mismo periodo.

El descenso de las bajas se explica por diversos factores. El principal es la mejora de la situación epidemiológica. La covid tiene actualmente un impacto residual, con una incidencia de apenas 31casos por cada 100.000 habitantes. La tasa del coronavirus no ha superado los 100 positivos semanales en todo 2023. Los diagnósticos de gripe también están en cotas mínimas del año.

El fin de las bajas automáticas se presenta como otro factor. “No sabemos si había bajas fraudulentas, pero es evidente que sin el control del médico había más facilidades”, entiende Javier Ibars, director de relaciones laborales de Foment del Treball, contrario a esta medida.

Cataluña y otras comunidades instauraron en enero del año pasado las bajas automáticas por covid para combatir la llegada de ómicron, que disparó los contagios y multiplicó las bajas. Ante la falta de recursos y la presión asistencial en la atención primaria, las administraciones habilitaron unas semanas la vía digital para oxigenar al personal sanitario. La Generalitat reinstauró en julio este modelo hasta enero del 2023.

Una de las prioridades del Departamento de Salud es vaciar las consultas médicas de carga burocrática y encontrar fórmulas para agilizar los trámites administrativos. Desde el pasado 1 de abril la gestión de las incapacidades temporales generadas por ingreso hospitalario se gestionan desde el mismo hospital sin la intervención del usuario; y los trabajadores ya no tienen la obligación de presentar el comunicado médico de baja, confirmación y alta médica a su empresa para evitar visitas a los centros de atención primaria. “Desde Foment estamos en contra de la concesión de bajas automáticas porque van en contra de la normativa; pero esta nueva fórmula nos parece aceptable”, mantiene Ibars, que insiste que un facultativo debe validar “presencialmente” el inicio de una incapacidad laboral. “Los seguimientos ya pueden ser de diferentes modos, pero la baja debe firmar un médico de forma presencial”.

El colectivo médico reclama desde hace tiempo medidas que blinden en las consultas el tiempo dedicado al diagnóstico. Jaume Sellarès, vicepresidente del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, pide introducir la declaración de autoresponsabilidad del trabajador, “como ya existe en otros países”. Esta herramienta habilita a los trabajadores a firmar un documento en el que expone su incapacidad para trabajar durante un periodo corto de tiempo, sin necesidad de una validación médica. “Esto sería perfectamente útil para aquellas personas que tienen migraña a menudo; o las mujeres que sufren una regla complicada: ¿qué valor tiene una visita al médico si ya se sabe qué ocurre?”, plantea.

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