Aragonès rehúye plantear otra batalla con el Gobierno para reunir la mesa de diálogo

La Mesa de Diálogo entre la Generalitat y el Gobierno ha pasado de ser un estribillo recurrente en las declaraciones de los miembros del Govern a desaparecer de su argumentario. “No hay fecha para la próxima reunión de la Mesa de Negociación”, ha afirmado este martes Patrícia Plaja, portavoz del Ejecutivo catalán. Los apuros para aprobar los presupuestos de la Generalitat, primero, y la cercanía de las elecciones municipales, en mayo, han puesto en el congelador hasta quién sabe cuándo el foro de diálogo ideado para limar diferencias entre la Generalitat y La Moncloa. “El contexto político no ayuda”, alega el Govern, y dice entender que la perspectiva de las urnas “condiciona el discurso político y las acciones” del Gobierno. “No hay una fecha ni vamos a marcar un plazo”, ha informado Plaja.

Ni siquiera el revés que ha recibido Esquerra con los escasos resultados que le ha dado la modificación del Código Penal mueve a Pere Aragonès a pedirle una cita próxima a Pedro Sánchez. La confirmación de la inhabilitación a Oriol junqueras o la petición de penas de entre 6 y 7 años de cárcel para Lluís Salvadó y Josep Maria Jové, altos cargos del partido que participaron en la ingeniería del 1-O, no ha azuzado la prisa del Govern, que tiene el 10 de marzo como objetivo inmediato. Esa es la fecha prevista para que el Parlament vote las cuentas para este 2023. Esquerra está en manos del PSC y se busca amplificar las gestualidades que puedan incomodar al socio de conveniencia.” La estrategia de Esquerra hace aguas por todos lados”, acusa la CUP. “El president se comprometió a comparecer en el Parlament antes del 31 de diciembre para dar cuenta de los resultados de la Mesa de Diálogo”, le ha recordado Junts. “Una vez más, incumple sus compromisos”.

Frente a las críticas de parte del independentismo, Pere Aragonès ha defendido públicamente en varias ocasiones la Mesa de Negociación bajo el alegato que sirve para visualizar que “el conflicto” entre Cataluña y el Estado permanece. El verano pasado, el president dijo que, atendiendo a que se trata de una negociación entre “instituciones”, estaría abierto a convocar la Mesa aun si enfrente tuviera un gobierno integrado por el PP y Vox.

La última reunión entre ambas delegaciones se celebró en Madrid a finales de julio. Antes de terminar 2022 se había previsto un nuevo encuentro, pero el propio Pedro Sánchez hizo unas declaraciones dando por “consumado” el diálogo y apuntando que la Mesa estaría un tiempo guardada en el desván. La decisión no había sido consensuado con el equipo de Aragonès, pero la Generalitat apenas replicó entonces. Y sigue sin hacerlo.

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