Los Gasol lo vuelven a petar en Girona
El proyecto de los hermanos, nacido por la gratitud de Marc a la ciudad donde impulsó su carrera, es un modelo de éxito deportivo y social
Contra corriente y contra los cánones establecidos, Marc Gasol se ha convertido a sus 37 años en un deportista único, capaz de cambiar los Lakers por el Bàsquet Girona, la NBA por la segunda división española, fundar un club, asumir la presidencia y llevar a su equipo, en su doble condición de jugador, a la máxima categoría del baloncesto español, la Liga ACB. La singular hazaña es inédita, en sintonía con su manera de ser, su carácter y su escala de valores. No hay mejor resumen que el mensaje en las camisetas que lucieron los jugadores al celebrar el ascenso: Ho hem petat, y al que sigue el de la campaña para reclutar nuevos socios: Ho volem seguir petant.
El deportista barcelonés se ha volcado en devolver a Girona lo que valora como una ocasión crucial para el despegue de su carrera profesional, cuando apostaron por él y pudo competir en el equipo y en el entorno más idóneo. Fue en 2006, tenía 20 años y había pedido al Barça que le permitiera dejar el club azulgrana porque el entrenador, Dusko Ivanovic, apenas contaba con él. “Fue muy duro marcharme del Barça, pero en Girona descubrí un mundo nuevo. Fue la primavera después del invierno. Me quité la espina y mantuve una gran comunión con el equipo y con el club”, dijo poco después de fichar. Meses antes había irrumpido en la élite al ganar el Mundial con la selección española, en la que había entrado en el último momento, a causa de la lesión de un compañero.
Pese a su eclosión con la selección, estaba entonces en una encrucijada, con muchas dudas planeando sobre su carrera. Decidió jugar en el Akasvayu, nombre del patrocinador inmobiliario que entonces impulsaba al equipo gerundense. Triunfó en lo deportivo y su vida emprendió un nuevo rumbo también en lo personal porque fue en Girona donde conoció a Cristina Blesa, con la que contrajo matrimonio en 2013 y con la que tiene dos hijos.
Ya entonces, el pívot barcelonés, dijo que su ilusión era mostrar algún día su gratitud a Girona. Tras una formidable carrera en la NBA y en la selección española, ha cumplido su palabra más allá de lo que nadie podía sospechar. Coincidiendo con su marcha a los Memphis Grizziles, el baloncesto de Girona se sumió en una profunda crisis. El Akasvayu se disolvió en 2008 a causa de sus problemas económicos. El club recuperó el nombre de Sant Josep con el que fue fundado en 1962, pero pasando de la máxima categoría a la LEB Plata, la tercera división. En abril de 2013, se disolvió debido a las deudas y la falta de patrocinadores. Marc fundó el nuevo club en 2014, lo preside y a la vez se convirtió, desde el pasado diciembre, en el jugador que condujo al equipo desde la 15ª posición de la Liga a la máxima categoría.
En una ciudad que apenas supera los 100.000 habitantes, el deporte de élite bulle tras la feliz coincidencia del ascenso, el mismo día, un memorable 19 de junio, de los equipos de fútbol y baloncesto. Se unen en las máximas categorías al potente UniGirona de baloncesto femenino y al Girona Club Hoquei.
La masa social del Bàsquet Girona ha pasado de unos 1.500 a más de 4.000 abonados tras la llegada de Marc
La masa social del equipo de baloncesto se ha multiplicado, ha pasado de unos 1.500 a más de 4.000 abonados. Marc se implicó a fondo desde hace años en la búsqueda de apoyos económicos y sociales, se reunió con empresarios y políticos, y creó una estructura en la que situó a su hermano Pau como vicepresidente y en la que trabaja también su hermano menor Adrià. “Uno de los referentes que tengo es Manresa, sobre todo por el sentimiento de comunidad que genera Manresa ciudad, cómo se identifican con ese proyecto. Me gusta el sentimiento que transmite, obviamente con la aportación personal mía y de Pau, y nuestra visión del deporte basada en nuestra experiencia. Vemos las ganas que tiene la gente, cómo nos empujan a mejorar. Es un modelo muy vivo, que está evolucionando de forma constante”, apuntaba Marc a EL PAIS ya en diciembre cuando decidió regresar a las canchas.
El proyecto de Marc en Girona empezó hace ocho años con cinco equipos; en este momento cuenta con más de 20, desde infantiles al de la ACB, además de los de baloncesto 3x3 y en silla de ruedas. Ahora, además de resolver la normativa de la ACB que impide compatibilizar el cargo de presidente o directivo con el de jugador, el Bàsquet Girona busca un patrocinador y las garantías para afrontar un presupuesto de más de 2,5 millones de euros, tras haber abonado el denominado “valor de participación” que exige la ACB y que asciende a unos 480.000 euros. Marc ha fichado como entrenador para la próxima temporada a Aíto García Reneses, que regresa a la actividad a los 75 años, y ha incorporado a media docena de jugadores con experiencia y contrastados, atraídos por un club capitaneado por los Gasol.
Poco antes de que Marc fundara el Bàsquet Girona, en 2013 y junto a su hermano Pau, puso en marcha la Gasol Foundation, que ambos presiden y tiene su sede europea en Sant Boi de Llobregat, la ciudad donde vivieron durante muchos años. La misión de la fundación es prevenir y reducir la obesidad infantil y fomentar hábitos de vida saludable.
Pau cumplió 42 años el 6 de julio y se retiró en 2021 tras conquistar la Liga con el Barça y competir con la selección española en Tokio en sus quintos Juegos Olímpicos. El mayor de los hermanos Gasol es embajador de Unicef desde 2003, recibió la Creu de Sant Jordi en junio y fue elegido como miembro de la Comisión de Deportistas del Comité Olímpico Internacional en 2021. Vive entre Estados Unidos y España. Su esposa es Catherine McDonnell, financiera y relaciones públicas californiana. Se casaron a principios de julio de 2019 en San Francisco y un mes después, de nuevo, en el Castell de l’Empordà, en Girona. En septiembre de 2020 nació su hija Elisabet Gianna, en homenaje a una de las hijas de su amigo Kobe Bryant, fallecida junto al mítico jugador de baloncesto en un accidente de helicóptero en enero de aquel año. El mes pasado anunciaron que esperan su segundo hijo.
Los duros inicios de Marc
No fueron fáciles los primeros pasos de Marc como profesional. Demostró su fuerza de voluntad siendo un adolescente. Llegó a pesar 140 kilos y fue capaz de perder 30 kilos en apenas unos meses. Muchos se mofaban de su fisonomía y le apodaron The Big Burrito o La Tanqueta. Cambió por completo su alimentación y sus hábitos para hacer posibles sus sueños. Cuando ya había triunfado con el Akasvayu Girona, el 28 de junio de 2007, los Lakers lo eligieron en un discreto 48º puesto del draft y se limitaron a ofrecerle una sudadera para participar en unos entrenamientos. “Al principio nadie me quería. Nunca me hablaron de ir allí y formar parte del equipo”, lamentó en su día. Ninguneado entonces, llegó a los Lakers muchos después, cuando él tenía 35, y una destacadísima trayectoria, campeón de la NBA con los Toronto Raptors en 2019, tres veces All Star y Mejor Defensor de la competición en 2013, además de dos veces campeón mundial, otras dos de Europa y dos medallas de plata con la selección española.
Es una persona comprometida con sus ideales, hasta el punto de contravenir con osadía todos los códigos que deben cumplir los deportistas con contratos multimillonarios como él. No dudó en lanzarse desde el buque Astral en julio de 2018 para rescatar a una mujer camerunesa abandonada a su suerte en aguas del Mediterráneo tras uno de los cotidianos naufragios de los migrantes que arriesgan sus vidas para huir de la guerra y la miseria de sus países.
Marc encontró su propio camino a pesar de la sombre que inevitablemente proyectó su hermano Pau
A lo largo de su carrera supo encontrar su propio camino a pesar de la gigantesca sombra que inevitablemente proyectó sobre él su hermano Pau, cuatro años y medio mayor que él y una de las mayores figuras de la historia del deporte español y una destacada figura del baloncesto mundial. Marc nunca quiso compararse con Pau, pero como ya hacía desde niño cuando le desafiaba en las canastas del patio del colegio de la Sagrada Familia de Barcelona o luego en los diferentes equipos con los que se han enfrentado o cuando coincidieron en la selección. Nunca tuvo el más mínimo complejo y así recorrió un camino excepcional, simbolizado con la histórica fotografía del salto inicial que protagonizaron los dos hermanos como componentes de los quintetos titulares del All Star celebrado en Nueva York en 2015. Mucho antes, siendo un chaval, tuvo que irse a vivir a Memphis con toda su familia para acompañar los primeros pasos de Pau en la NBA. Marc jugó allí en el Lausanne Collegiate School dos temporadas. Fue el mejor anotador y reboteador, fue designado Mister Basketball, el máximo galardón de los institutos de Tennessee. Pero, con 18 años, tomó una decisión crucial. Desechó las ofertas de varias universidades, dejó su familia en Memphis, y regresó para pulir su juego con el segundo equipo del Barcelona en la Liga EBA.
En Memphis dejó dos huellas imborrables. La primera fue en aquella etapa en el instituto. “Es ese tipo de modelo a seguir que quieres para tus hijos. No solo es un gran atleta, es una gran persona”, le ensalzó Brenda Robinette, la decana del Lausanne Collegiate que homenajeó a Marc en 2008 retirando la camiseta con su número del equipo. El segundo reconocimiento es el que los equipos de la NBA reservan a unos pocos elegidos. Los Memphis Grizzlies anunciaron en febrero de 2019 que retirarán su camiseta con el número 33 en reconocimiento a las 11 temporadas que jugó allí, donde aportó “sangre, sudor y dedicación a los Grizzlies y a Memphis; corazón y pasión por el juego y contribuyó a moldear la identidad de la franquicia dentro y fuera de la cancha”, en palabras de Robert Pera, propietario del club. Los Lakers también retirarán la camiseta con el número 16 en homenaje a Pau Gasol, que ganó dos veces el título de la NBA con el equipo de Los Ángeles. Los dos triunfaron en la NBA y con la selección española. Ahora, juntos desde los despachos y Marc también desde la cancha, llevan a cabo un modelo de gestión de club de éxito tanto en su faceta formativa y social como en la de élite. Los Gasol lo vuelven a petar.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.