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Tranvía, ‘superilla’ o Via Laietana: el esprint de obras de Ada Colau para lucir a final de mandato

Los plazos para terminar los trabajos antes de las elecciones son muy justos

Trabajos en la Diagonal de Barcelona previos a la prolongación del tranvía.
Trabajos en la Diagonal de Barcelona previos a la prolongación del tranvía.Albert Garcia
Clara Blanchar

Arremánguense los barceloneses con las obras, porque falta poco más de un año para las elecciones y se avecinan meses con la ciudad pata arriba en ubicaciones muy céntricas o transitadas. La alcaldesa, Ada Colau, lo advirtió en el último pleno: “Este año habrá reformas que generarán molestias y dificultades, pero valdrá la pena, en 2023 estrenaremos ciudad”.

Durante esta semana y la próxima el consistorio prevé presentar el inicio de transformaciones de calado, como la Via Laietana (inicios de marzo) o de la prolongación del tranvía de Glòries hasta Verdaguer (la segunda o tercera semana de marzo). También se explicará cómo serán las cuatro nuevas calles pacificadas y cuatro nuevas plazas del Eixample, dentro del proyecto Superilla Barcelona para sacar coches de una de cada tres calles de la cuadrícula que diseñó Ildefons Cerdà.

Otra cosa es si estarán terminadas antes de las elecciones. En el caso de la Superilla Eixample, la idea es iniciar obras en verano para acabarlas durante el primer trimestre de 2023, un plazo muy justo.

A parte de las obras citadas, el listado es largo, como detalló en comisión hace unas semanas la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz. Enumeró La Rambla (en el tramo más próximo al mar), Pi i Margall (donde los coches perderán espacio), Gran de Sant Andreu (la segunda fase de su transformación), la extensión o mejora de la red de carriles bici (en Diagonal o Gran Via), el puente de la calle de Santander (una infraestructura estrecha y obsoleta), la continuación de la mejora de la avenida de la Meridiana, o el espacio que ocupaban coches y restaurantes en el Port Olímpic.

El frenesí de transformaciones en el espacio público es habitual a finales de todos los mandatos, y especialmente prolífico en este, porque la partida de inversiones es récord: 753 millones de euros (903 si se incluye el Instituto Municipal de Vivienda y B:SM, que se encarga, entre otras cuestiones, del Port Olímpic). El gasto es casi un 14% superior al del año pasado. Se explica, apunta el teniente de alcalde y concejal de Presupuesto, Jordi Martí, porque la suma total del presupuesto crece (hasta 3.400 millones, en parte por los fondos Next Generation) y porque se recupera el nivel habitual de inversión tras el gasto corriente que provocó la pandemia. El total de inversiones destina la mayor parte a espacio público (39%), equipamientos (29%), reserva para contingencias (12%), y vivienda (9%).

Además de las obras grandes, las de ciudad, el portal de obras del Ayuntamiento permite repasar intervenciones de menor envergadura pero con impacto de proximidad: entornos escolares, intervenciones para mejorar calles o aceras, ascensores en estaciones de metro que no tienen (Espanya), escaleras mecánicas (Ciutat Meridiana)…

Extra para distritos

Otro paquete son los equipamientos de barrio. La semana pasada, el concejal de deportes, David Escudé, anunciaba un gasto de 5,1 millones de euros en cambiar el césped artificial de 17 campos de fútbol (unas intervenciones que no bajan de los 300.000 euros). En dos meses comenzarán también obras en Can Seixanta (Raval), o Can Miralletes (Camp de l’Arpa). Y en verano, las del Hivernacle o el palacete de estilo mudéjar del parque del Laberint. La segunda edición del plan de barrios prevé este año comenzar 33 actuaciones (de un total de 80 en cuatro ejercicios que costarán 77 millones de euros).

En un gobierno de coalición como del de Barcelona, entre comunes y PSC, todavía queda tiempo para decidir qué partido lucirá cada obra. Porque terminarán con las elecciones a la vuelta de la esquina. Mientras, para que cada partido puede gestionar inversiones en los distritos que gobierna cada uno, la cifra anual se ha doblado: hasta dos millones de euros por distrito.

Sin fecha de apertura para el túnel de entrada por Glòries

Tres meses después de la apertura del túnel que soterra la Gran Via a su paso por Glòries (fue el 6 de noviembre), todavía no hay fecha para la inauguración de la segunda galería, la de entrada a la ciudad. Que es también la que puede provocar más afectación en el tráfico en hora punta. Porque mientras los coches que salen de la ciudad no encuentran semáforos; los que entrarán se toparán con los del Eixample.
Fuentes de movilidad explican que en el túnel de entrada hay pendientes trabajos de pavimentación de la rampa de entrada, instalar semáforos, el pórtico, balizas y paneles de señalización. 
En el interior faltan trabajos de pintura, colocar vinilos informativos, cerrar cuadros de instalaciones y señalización. Sobre las instalaciones y sistemas, se están haciendo pruebas de datos y de los sistemas de control. Quedarán las barreras, el radar y cámaras exteriores... Y cuando todo esté listo, las inspecciones finales de seguridad, en las que intervienen Guardia Urbana y Bomberos.


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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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