Laura Borràs defiende su gestión del caso Pau Juvillà y acusa a ERC y la CUP de deslealtad
La presidenta del Parlament afirma haberse sentido “inútilmente expuesta” y niega pensar en dimitir
La presidenta del Parlament Laura Borràs se sacude las culpas para replicar las críticas que la señalan por claudicar ante la Junta Electoral Central (JEC), y acatar la resolución que obligaba a retirar el escaño al diputado Pau Juvillà (CUP). En una entrevista a la emisora RAC1, defendió haber reaccionado “con firmeza para defender la soberanía del Parlament” cuando recibió la notificación de la JEC, donde se le imponía apartar de la cámara a Juvillà. Borràs refiere una “humillación permanente” de los aparatos del Estado y trata de presentarse como un bastión del independentismo. “No puedo hacerlo yo sola”, alegó durante la entrevista, y señaló a Esquerra y la CUP por no haber querido articular una “defensa unitaria”. Dijo haberse sentido “inútilmente expuesta” y aseguró que no piensa dimitir: “Si yo me fuera, mucha gente diría que me he rendido”.
Tras haberse negado la semana pasada a someterse a las preguntas de la prensa sobre el asunto Juvillà, la presidenta de la cámara catalana replicó este lunes en la radio las acusaciones que recibe desde sectores independentistas, por haberse escabullido en la defensa del acta de diputado de Juvillà. “Yo no me echado para atrás”, dijo.
El exdiputado Pau Juvillà, miembro también de la Mesa, fue condenado a seis meses de inhabilitación por un delito de desobediencia por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al haberse resistido hasta en cuatro ocasiones a retirar los lazos amarillos de las ventanas de su despacho del Ayuntamiento de Lleida, donde era concejal, durante la campaña de las elecciones generales de 2019.
Durante sus respuestas, Borràs hizo referencia a las grietas que hay en el si del independentismo y deslizó que si Juvillà ha terminado inhabilitado ha sido por una supuesta inacción de sus propios compañeros de la CUP y de Esquerra. “No es que no se haya podido evitar, no se ha querido evitar”, acusó.
Más allá de lamentar que nunca se ha visto apoyada, evitó dar detalles sobre la supuesta “estrategia” que planteó al frente independentista para desobedecer el mandato de la JEC. Supuestamente, Borràs habría tratado de incardinar el caso Juvillà en una especie de cruzada de los poderes del Estado contra Cataluña. Durante una reunión con Pere Aragonès en Manresa, el pasado 29 de enero, le habría propuesto al president escenificar un rompe y rasga contra cualquier “injerencia” sobre la soberanía catalana. En esa insumisión entraba el caso Juvillà y, también, hallar una fórmula para desobedecer el mandato judicial que obliga a impartir el 25% de clases en castellano en las escuelas. “Presenté una propuesta ambiciosa de resistencia colectiva”, reveló, sin querer dar detalles sobre el contenido.
La retirada del acta de Juvillà ha estado envuelta de mucha controversia, en relación con si la propia Borràs trató de aparentar que el político de la CUP seguía siendo diputado cuando, a efectos formales, ya se le había retirado la credencial. “Yo convoco el pleno, no convoco a los diputados”, alegó este lunes, y apuntó que no puede intervenir en lo que hace el personal de la cámara: “lo que no voy a hacer es coaccionar a los funcionarios”.
En referencia a si, tras haberlo criticado insistentemente, ha acabado actuando a imagen y semejanza de lo que hizo en su día Roger Torrent con la inhabilitación de Quim Torra, la presidenta de la cámara autonómica admite que se ha dado “un mismo resultado”. Señala que la explicación hay que buscarla en el precedente que marcó Torrent, al no plantar cara en su momento al mandato de la JEC.
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