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Can Masdeu extiende nuevos proyectos por su entorno en el 20 aniversario de la ocupación

El colectivo de la la antigua leprosería de Collserola quiere crear un equipamiento sobre la idea de la justicia climática

Can Masdeu
Una de las habitantes de Can Masdeu recoge verdura en el huerto para hacer la comida.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)
Clara Blanchar

Han pasado dos décadas desde la ocupación de Can Masdeu, la antigua leprosería de Collserola que durante 40 años permaneció vacía en una zona todavía bastante virgen pegada al barrio de Canyelles de Barcelona: el Valle de Sant Llàtzer. Si tras la primera década el colectivo celebraba diez años de lo que llaman “vida urbana”, vivir entre la montaña y los huertos, pero a 10 minutos del asfalto y el metro, ahora el foco está en extender nuevos proyectos por el valle.

El cultivo de los huertos, en el que participan un centenar de personas, se ha consolidado de tal manera que ya funciona de forma autónoma. El centro social, que abre algunos domingos, está recuperando actividad lentamente tras el cierre durante la pandemia. Y los dos proyectos más ambiciosos son la recuperación de una gran balsa de agua próxima a la casa, y la posibilidad de convertir el antiguo hospital de Sant Llàtzer (el edificio vacío que hay por encima de Can Masdeu) en un nuevo equipamiento que incluso tiene nombre, La casa dels futurs.

Kevin Buckland, del grupo promotor, explica que consistiría en un “centro internacional centrado en la justicia climática para apoyar la transformación social”. La idea es que tuviera espacios de formación, “investigación translocal” y repositorio de soluciones prácticas para fomentar el intercambio.

De materializarse, la idea de La casa dels futurs, sobre la que ha habido conversaciones con el Ayuntamiento, cerraría un círculo. Porque el objetivo inicial de la ocupación de Can Masdeu fue acoger un encuentro internacional de activistas por el cambio climático: reunió a 200 personas de 22 países. Acabó la conferencia, unos cuantos se quedaron y... hasta ahora. En la casa viven actualmente una veintena de personas, entre los que hay algunos de los primeros que entraron una madrugada helada de diciembre.

Frente judicial parado

Tras la ocupación en 2001 llegó el frente judicial. La propiedad del espacio (y del antiguo hospital de Sant Llàtzer) es la Muy Ilustre Administración (MIA), que integran el hospital de Sant Pau, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. En 2002 lograron parar un intento de desalojo y en 2006 perdieron por la vía civil, pero la MIA no pidió la ejecución de la sentencia.

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Saben que no están indultados, pero la reciente la modificación urbanística del Parque Natural de Collserola ha transformado Can Masdeu de la calificación de “equipamiento” a pasar a formar parte del catálogo de masías en suelo no urbanizable del parque.

Arnau Montserrat, integrante de Can Masdeu desde que se ocupó, entiende que la actual realidad urbanística “avala la gestión agroecológica y regenerativa de la finca, una forma de custodia del territorio autogestionada”. De hecho, el proyecto es referente internacional entre los colectivos alternativos. Montserrat destaca que “el valle se está organizando cada vez de forma más descentralizada en grupos que a través de la agroecología dan respuesta a retos de la emergencia climática”.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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