La Generalitat compra para el MNAC un retrato de Alfonso el Magnánimo por 150.000 euros
El bajorrelieve renacentista atribuido a Isaías de Pisa procede del monasterio de Poblet
La Generalitat ha comprado un retrato de Alfonso V de Aragón, el Magnánimo, que nació en Medina del Campo, Valladolid, en 1396 y falleció en Nápoles, Italia, en junio de 1458. La pieza de mármol ha sido adquirida al galerista Artur Ramon por 150.000 euros y pasará a formar parte de la colección del Renacimiento del MNAC en unos días, según ha podido saber EL PAÍS tras consultar la documentación de la compra.
En el retrato de este rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Nápoles, además de conde de Barcelona, se le ve de perfil con su característica nariz aguileña y las facciones marcadas con media melena. Está realizado en un bloque de mármol de 35 por 28 centímetros de lado y 11 kilos. Al rey se le representa, como príncipe del Renacimiento, vestido con camisa y jubón y parece llevar armadura en el hombro derecho. En el ángulo inferior derecho se observa una jarra con flores realizada con stiacciato. En su reverso se pueden ver cuatro orificios circulares en los extremos para poder colgarla.
El relieve salió a la luz en la exposición monográfica que le dedicó Artur Ramon en su galería de Barcelona en noviembre de 2020. Su presentación estuvo acompañada de una publicación excepcional realizada por el experto en arte del Renacimiento producido en Cataluña Joan Bellsolell Martínez en la que analizaba el contexto en el que fue creada la pieza: la Italia de mitad del siglo XV y la atribuía al escultor italiano Isaías de Pisa, artista educado con Donatello, documentado entre 1447 y 1464, que pudo realizarla entre 1443-1450.
Bellsolell identificó al personaje por sus rasgos fisonómicos por comparación con otros retratos bien referenciados del rey al no haber ninguna inscripción en la pieza que aparece en dibujos y medallas. Entre ellos el tondo que conserva el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y el exvoto de la colección Mascort de Torroella de Montgrí, Girona. Le ayudó la pequeña jarra de flores símbolo de la Orden de la Jarra y el Grifo que identifica a los miembros de la familia real de la Corona de Aragón. La pieza, según se supo mientras estaba expuesta, procede de un lugar tan distinguido como el monasterio de Poblet donde habría llegado a través de la colección del virrey Enrique de Cardona enterrado allí.
Tras dar a conocer la obra, la Generalitat incoó expediente el 15 de diciembre para declararla Bien Cultural de Interés Nacional en el que tanto el Consejo Asesor del Patrimonio Cultural Catalán y el Institut d’Estudis Catalans emitieron dos informes favorables. El 18 de mayo pasado el bajorrelieve acabó declarado bien protegido por la máxima categoría que contempla la Ley de Patrimonio Cultural de Cataluña. Una categoría que impide su exportación y venta en el extranjero. Desde ese momento la pieza solo podría ser comprada en España.
Ahora, atendida la calidad de este bajorrelieve; de que son pocas las esculturas italianas del Quattrocento en Cataluña o históricamente procedentes de colecciones catalanas y menos las relacionadas con el reinado de Alfonso V el Magnánimo, como también de que proceda del monasterio de Poblet han llevado a la consejería de Cultura a adquirirla y depositarla en el MNAC. En julio pasó la calificación favorable de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes Culturales de Cataluña y se aceptó la oferta y el precio ofrecido por Artur Ramon a la Dirección General del Patrimonio Cultural. Una vez adquirida la obra tiene un plazo de una semana para ser entregada y en todo caso antes del próximo 15 de octubre.
Los especialistas consultados coinciden de que la pieza es excepcional y que la Generalitat ha hecho bien en adquirirla. Los 150.000 euros consideran que es un buen precio, pero admiten que si se hubiera vendido en el extranjero habría alcanzado el doble o el triple.
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