La futura Via Laietana de Barcelona no permitirá la subida de coches
En la calle ascendente solo podrán circular los vecinos, el transporte público y los ciclistas, por un único carril de bicicletas
El gobierno municipal de Ada Colau presentó este jueves la propuesta de transformación de la Via Laietana de Barcelona. Se trata de una reforma que cuenta con el apoyo de la coalición del gobierno municipal (BComú y PSC) y el principal partido de la oposición, ERC, por lo que se aprobará con toda seguridad en noviembre. De esta forma, las aceras de esta arteria serán de una medida homogénea —4,04 metros— y de bajada habrá dos carriles de circulación: uno que compartirán autobús, taxi y bicicleta, y otro para vehículo privados donde no se podrá superar los 30 kilómetros por hora. De subida se diseñará un carril bici segregado justo al lado de la acera y también habrá un carril para autobús y taxi y otro para vehículos privados.
El carril de subida solo permitirá la circulación de los coches de los vecinos —también a los de la Barceloneta— y a los conductores que vayan a un aparcamiento. Según el concejal de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, se instalarán cámaras “como las que hay en el carril de subida de la Rambla” para sancionar a aquellos turismos que suban por Via Laietana. Además, la calle de las Jonqueres se convertirá en peatonal.
La segunda teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, anunció que el presupuesto total de la reforma “será de 33 millones de euros” y pretende que las obras comiencen antes de verano de 2022 y su duración será de entre diez meses y un año. El equipo de gobierno mantiene que todavía falta mucho que perfilar, entre otros asuntos si la calle estará cerrada al tráfico durante las obras.
Sanz mantuvo ayer que la Via Laietana está obsoleta, ya que fue “diseñada en el siglo XIX”. La teniente de alcalde presentó en febrero de 2020 un proyecto muy similar al que mostró ayer. Hace un año el carril bici de subida estaba en el centro de la calle y de bajada la bicicleta compartía asfalto con los coches en lugar de con los autobuses. Entonces se anunció que las obras comenzarían el último trimestre de 2021 pero la pandemia lo paralizó todo y provocó que en Via Laietana también se aplicara el llamado “urbanismo táctico”.
Sanz admite que la ampliación de las aceras que se realizó con pintura se interpretó mal y en lugar de utilizar la zona coloreada los peatones, la usan los ciclistas. “Este hecho demuestra que la bici reclama un espacio en Via Laietana y por eso hemos diseñado un carril segregado de subida enganchado a la acera y, de bajada, un carril que la bicicleta comparte con el transporte público también pegado a la acera. En el diseño anterior, la bicicleta compartía espacio con el coche pero hemos comprobado que es más seguro que lo haga con el transporte público”, destacó ayer.
En el nuevo proyecto se crean varias grandes plazas. La más amplia se encuentra a la altura de la rotonda de Antoni Maura. Esta rotonda desaparecerá y no se podrá cambiar el sentido en Vía Laietana. Allí, en Antoni Maura, se pretende unir —con cuatro carriles de circulación de por medio— la Catedral con el Mercado de Santa Caterina. Otra plaza se situará en el cruce con Jonqueres, que al ser peatonal generará un gran espacio. En el proyecto no aparece la escultura a Francesc Cambó que hay en este cruce, pero ni Rabassa ni Sanz quisieron aclarar si se retiraba o no el monumento. Se diseñan otras dos plazas a la altura de la plaza del Àngel y de la plaza Antonio López, que cuando se realice la reforma se rebautizará como Idrissa Diallo. Además, las paradas del autobús se colocarán coincidiendo con las plazas y se cambiarán los pasos de peatones.
ERC se felicitó ayer por el proyecto, ya que cree que es el que “refleja el programa” de los republicanos, y reclama ahora la reforma de la plaza Urquinaona.
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